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3 millones con Eduardo Favaro: “esto es un juego y hay que disfrutarlo”




"Cada equipo tiene su estilo", señaló Eduardo Favaro, entrenador de Liverpool.


1 noviembre, 2013
Fútbol Uruguayo Primera

“Es fundamental la confianza que uno tiene que tener en el jugador y el jugador en uno, para desarrollar que todos los entrenamientos sean divertidos y disfrutables para todos, porque esto no deja de ser un juego y eso tiene que estar por encima de toda práctica y de toda teoría: esto es un juego y hay que disfrutar lo que se hace”, propone Eduardo Favaro, Director Técnico de Liverpool. Su exitosa carrera de entrenador tras la de futbolista profesional, estuvo marcada desde sus años de liceal, como técnico de rugby.

"Cada equipo tiene su estilo", señaló Eduardo Favaro, entrenador de Liverpool.

“Cada equipo tiene su estilo”, señaló Eduardo Favaro, entrenador de Liverpool.

¿Cuándo y por qué decidiste ser entrenador?

Cuando aún estaba en el Liceo Stella Maris, me dijeron si me quería hacer cargo de unas selecciones juveniles de rugby del colegio y empecé a ilusionarme con la idea de algún día poder ser entrenador, no tenía muy claro si de rugby o de fútbol, pero sí que quería estar a cargo de grupos humanos que desplieguen un deporte. Luego, con el transcurrir del tiempo, me convertí en futbolista profesional y colaboraba en el Old Christians Club, como técnico de su equipo en la Liga Universitaria. Allí, aún más me di cuenta de que en el día de mañana me iba a gustar ser entrenador y después de retirarme como futbolista profesional y de dedicarme un poco a la empresa constructora de mi padre, comencé mi carrera de entrenador en las divisiones juveniles de Wanderers.

¿Qué entrenadores influyeron más en tu formación?

Casi todos los entrenadores que tuve colaboraron con mi formación, en cosas buenas y en cosas para no repetir. Uno saca siempre las cosas buenas. He tenido de entrenadores a Luis Cubilla e Ildo Maneiro en Nacional, al maestro Tabárez en Wanderers, luego el Tola Antúnez, Fernando Morena, Miguel Puppo, grandes entrenadores. De cada uno de ellos he tratado de sacar lo mejor. De Miguel Puppo el rigor en el trabajo táctico, del maestro Tabárez la parte organizativa y personal y la conformación de los grupos humanos, de Luis Cubilla e Ildo Maneiro la sapiencia y la libertad con que uno tiene que dejar que el jugador brille por sí mismo.

¿Existe una escuela de fútbol uruguayo? ¿Varias?

Cada equipo tiene su estilo y los grandes logros de la selección uruguaya y de los equipos uruguayos en general fueron siempre con defensas muy sólidas y con delanteros determinantes y contundentes. Las formas han variado, se ha intentado jugar horizontalmente y luego verticalizar el juego, pero tradicionalmente el fútbol uruguayo fue y sigue siendo un fútbol mucho más vertical que horizontal, a diferencia de otros lados de América.

¿Qué importancia le das a la parte teórica de tu trabajo?

Es en lo que uno respalda lo que hace en la cancha. Sirve para planificar, estudiar, ver diferentes realidades, leer a distintos entrenadores, verlos ahora por Internet -con el avance de la tecnología es muy fácil acceder a mucho marco teórico-, pero es importante como respaldo de lo que uno va a hacer dentro de la cancha. En la cancha es donde uno realmente maneja la parte de planificación y va estructurando, a medida que pasan las prácticas y los jugadores van entendiendo lo que uno pretende.

¿Cuáles son los aspectos más importantes de la práctica?

Plasmar lo que uno precisa en cada partido, de acuerdo al rival y de acuerdo a la potencialidad que uno tiene de sus jugadores y entrenar las cosas que uno después le pide al jugador que haga en la cancha. Es muy difícil solicitarles a los jugadores que hagan cosas que uno no las ha entrenado previamente. Y es fundamental la confianza que uno tiene que tener en el jugador y el jugador en uno, para desarrollar que todos los entrenamientos sean divertidos y disfrutables para todos, porque esto no deja de ser un juego y eso tiene que estar por encima de toda práctica y de toda teoría: esto es un juego y hay que disfrutar lo que se hace.

El “sistema” o la “figura” táctica, ¿qué importancia tienen en el conjunto del entrenamiento?

El sistema táctico es para tener cierta referencia antes del partido, durante la semana, pero es solamente para posicionar los jugadores. Una vez que la pelota empieza a rodar -como decía un viejo entrenador:- “se mueven los muñecos”, los sistemas tácticos influyen como ordenamiento, pero los fundamentos tácticos están por encima de los sistemas. Los sistemas pueden variar durante el partido de acuerdo a cómo uno pueda dañar al rival y pueda el rival comprometerlo a uno. Generalmente nosotros manejamos dos o tres sistemas tácticos, pero lo que más manejamos son los fundamentos tácticos, que es cómo se lleva a la práctica el fútbol que pretendemos, sin importar el sistema táctico que uno utilice.

¿Trabajás con videos?

Sí. Seleccionamos nosotros -con una persona que se especializa en eso- las imágenes que queremos que los jugadores vean para tener referencias colectivas e individuales del rival -obviamente hacemos un compacto- y también miramos las cosas bien hechas y las mal hechas que hicimos en el anterior partido y, generalmente, hacemos una media hora o una hora de intercambio de opiniones con los jugadores sobre las imágenes que vemos.

¿Acostumbrás leer sobre fútbol?

Leo todo lo que puedo. Me encanta, me apasiona. Leo mucho, no sólo de fútbol sino también sobre liderazgo, formación de grupos humanos, cómo lograr el éxito que uno pretende en su profesión, todo lo que sea concerniente al liderazgo sobre grupos y el deporte.

¿Qué modelos o espejos, de equipos y de entrenadores encontraste y encontrás en el ámbito mundial?

La famosa “Naranja Mecánica” de Rinus Mitchel, siempre fue el espejo como forma de jugar. Me encanta el estilo holandés y actualmente el estilo español, pero son modelos difíciles de seguir, por la perfección y la gran paciencia que tienen con respecto al trabajo a largo plazo que, lamentablemente, acá en Uruguay no hay, aunque varios clubes están apostando a trabajos a largo plazo en juveniles y tenemos que hacerlo, porque lo mejor que podemos tener nosotros es el factor humano: tenemos a los jugadores, tenemos a los entrenadores y tenemos a los preparadores físicos que, me parece, son de mucha calidad acá en el Uruguay y tenemos que apostar a ellos.

¿Qué momentos propios como entrenador te quedaron más grabados?

Mis primeras experiencias en las inferiores de Wanderers. Varios jugadores que tuve en sexta y séptima división actualmente están jugando en Primera y haciendo buenas campañas. El Campeonato que conseguimos con Racing, Campeón invicto del Apertura 2007, que después llevó, de la mano de Nito Puente, al ascenso de Racing a Primera División y en Liverpool tuvimos grandes partidos especiales, como el 4 a 3 contra Cerrito, el 4 a 3 contra Peñarol también. Lo mismo en Fénix, tuvimos una remontada histórica frente a Peñarol y las primeras participaciones en las Copas internacionales de Liverpool, son de las cosas que uno más recuerda y más alegría y satisfacción me dieron, pero, por suerte, estamos en un club y con un grupo humano espectaculares y la verdad es que disfrutamos de cada día y de cada entrenamiento que estamos viviendo.

 


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