AMARAL, EL BOTIJA DE LA CUARTA
-Anote que el espía juega en todas las canchas y sigue con alto vuelo…
-¿Qué trae de bueno?
-En Nacional están sorprendidos por la humildad y sencillez del botija Rodrigo Amaral. El delantero de apenas 17 años la “rompió” en el último Sudamericano Sub 20 y sin dudas pasó a ser figura destacada del fútbol uruguayo.
No es ninguna novedad…
-El botija no cambió en un ápice sus costumbres y modales, por el contrario…
-Adelante con su relato…
-El juvenil delantero que se entrena con el plantel principal, prefiere seguir viajando en el ómnibus de la Cuarta división. Todos los días se presenta en el Gran Parque Central y junto a los restantes futbolistas de la divisional viaja en el ómnibus que los traslada a Los Céspedes y que por lo general arriba 60 minutos antes de la hora prevista del inicio del entrenamiento del plantel principal. El chiquilín aprovecha ese tiempo para ayudar a sus amigos a limpiar los útiles de trabajo en el vestuario destinado a formativas.
-Un fenómeno…
-Tras colaborar con sus amigos pasa al vestuario principal para reunirse con los Recoba, Alonso, Munúa y participar de los entrenamientos que son dirigidos por Alvaro Gutiérrez. Tras el pitazo final del movimiento, repite la rutina y retorna a reunirse con sus amigos a la espera de la partida del ómnibus de juveniles que siempre se marcha una hora después de finalizado el trabajo de los mayores de la concentración tricolor.
-Un crack…
-Un crack al que pronto se lo volverá a ver en las canchas. El delantero cuando no sea tenido en cuenta por el primero, pasará a jugar en Tercera y hasta en Cuarta división.
