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Desde el cielo, le pidieron que contara el gol…




El gol del Maracanazo. Alcides Edgardo Ghiggia aparece semi tapado, la pelota en la red, los jugadores brasileños se lamentan y silencio absoluto en el estadio brasileño.


16 julio, 2015
Columnistas

¡Que dolor. viejo!.

El día, casi la hora, el gol de “todos los mundiales”, porque no habrá ninguno igual.

Porque ninguno hará callar a 200.000 almas en el Maracaná y más de 100 millones de brasileños, un 16 de julio …

Ya la historia nos enseñó, desde niños que este Alcides, fue algo extraordinario.

Y lo recuerdo, ahora, con nosotros, con las cámaras de VTV, en el Centenario para que me contara cómo fue el gol, por millonésima vez …

De todo lo demás, se encargarán, en esta misma página, nuestros compañeros Atilio Garrido y Joselo Olascoaga, con sus precisos datos históricos.

Me quedé como usted, señor … como que no puede ser y es, que cómo se le va a ocurrir morir al dueño del corazón celeste, decir adiós, gritando el gol en todos los diarios, en todas las televisoras, en las radios, en los programas …

¿Pero … cómo se te ocurre, Ghiggia?

Quizás como te las ingeniaste para aquella jugada, que la tocaste, a toda velocidad y lo dejaste a Barbosa destruído para siempre …

Acaso – todos citan al destino – jugó su partido. Te esperó y quiso que subieras al podio del cielo, justo cuando aún gritábamos el gol con el relato de Don Carlos Solé …

Que se yo, no es normal lo que hiciste, ni hace 65 años, enmudeciendo al mundo,  ni ahora, querido Alcides.

Te recuerdo como me contaste el gol, para la televisión, hace unos años, en el estadio.

” Fue muy buena la habilitación, fijate, aquí, justo se la pedí, Míguez la quería al medio, pero yo ví que la podía meter, era bravo, pero se me ocurrió y le pegué, adentro …”

Lo cuenta de traje y corbata para el canal y le vuelvo a preguntar y quiero saber más, pero el me contestó así:

– No hay mucho misterio. Es un gol más, claro. Todavía faltaba un cachito, no se podía festejar, porque, hasta que te digan, no cantés victoria …

Es más importante lo que me pasó durante todos estos años – me dijo hace seis o siete, (mi querido amigo Javier Rodríguez, de VTV y su estupendo archivo me sacarán de dudas) en el Centenario – que lo sucedido en Maracaná, afirma.

“Porque no te das cuenta de la trascendencia, ni de la importancia, ni de nada …

A la uruguaya, ¿ves?, yo te cuento ésto, los muchachos graban y ta, es eso, no te la crees … hasta que el mundo te hace reaccionar y vienen los homenajes y las invitaciones a los campeonatos del mundo y las distinciones y bua … todo lo que sabés …”

Alcides no da muestras del valor, de lo monumental, de lo épico …

“Eso es cosa de ustedes”, los periodistas, los relatores, los comentaristas … agrega con picardía …

Eso sí, lo vemos con una leve sonrisa de satisfacción, en el  momento que hace el toque, casi igual que en Maracaná y la mete, en el arco de la Amsterdam.

Mis compañeros del canal gritan:¡ Gooooooolllll!

Sonríe y aplaudimos.

Nos cuenta, ya sentados en la Tribuna América, pantallazos de la maravillosa gesta.

Ya se ha escrito y visto  todo sobre 1950.

Lo que nadie sabía era que Ghiggia o alguien del Cielo, le pidió que le contara cómo fue el gol …

Y Ghiggia, piola, sin drama, como siempre, acaso con el llanto de todo un pueblo hoy, como hace 65 años, fue a contarle a Dios, mano a mano, cómo hizo lo que hizo …

– Mire maestro, (se me ocurre le dirá … ) yo me fui por la derecha, le gané en velocidad al ….

Ta.

El gol del Maracanazo. Alcides Edgardo Ghiggia aparece semi tapado, la pelota en la red, los jugadores brasileños se lamentan y silencio absoluto en el estadio brasileño.

El gol del Maracanazo. Alcides Edgardo Ghiggia aparece semi tapado, la pelota en la red, los jugadores brasileños se lamentan y silencio absoluto en el estadio brasileño.

 


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