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El enredo de la pollera




Gonzalo Jara y la agresión a Edinson Cavani. El chileno le introdujo un dedo en el ano, al futbolista uruguayo.


20 junio, 2015
Columnistas

Siempre nos hemos jactado de nuestras historias, donde los héroes han sido siempre  los futbolistas o entrenadores y hasta masajistas, doctores, preparadores físicos, utileros y o dirigentes.

En cada década que transcurría  cientos de anécdotas eran trasmitidas “boca a boca” y donde los  protagonistas eran uruguayos que   de “vivo” ganaban donde “nadie” veía la estrategia  de la “viveza criolla” que se empleaba “para ganar” y las mismas eran festejadas   en infinidad de lugares públicos  (audiciones radiales, diarios, bares, panaderías, etc)  y/o  privados (entornos de familia).

Nadie de los que están dentro del futbol, sea en la canchas o en las tribunas, ignora episodios donde los uruguayos  que han sido “abanderados” en cuanto a “sacar de las casillas” a rivales o con la manera “charrúa” de imponernos dentro de un campo, en busca de un triunfo y muchísimos de ellos “arrastran” anécdotas imperdibles  de la mejor historia nuestra (tierrita en los ojos rivales, “limonazo” a una pelota, e infinidad de anécdotas).

Lo de Suarez nos caló  hondo, y la  imagen que recorrió el mundo (hecho este de la TV donde nadie puede escapar), cosa que si hubiera sido en los 60` pasaría desapercibido (además el “Gallego”  Gonzalez no estaba con la máquina de fotos). Nos molestó  y nos indignó  la dimensión de la sanción, en un exabrupto  de quienes hoy están siendo juzgados por justicia y también “por condena social” por el mundo entero.

El parámetro de medida nuestro  hoy, es “la misma moneda” en cuanto a sanciones  al que la merece.

Gonzalo Jara y la agresión a Edinson Cavani. El chileno le introdujo un dedo en el ano, el uruguayo reaccionó le "acarició" la cara y fue expulsado por el árbitro brasileño Ricci.

Gonzalo Jara y la agresión a Edinson Cavani. El chileno le introdujo un dedo en el ano, el uruguayo reaccionó le “acarició” la cara y fue expulsado por el árbitro brasileño Ricci.

Para mí,  los 2 temas principales de lo ocurrido es que Chile jugó mejor que Uruguay  y el otro es que Edison Cavani no estaba en condiciones de jugar, por eso su reacción. De haber estado en un estado normal, me imagino que muchas de estas cosas le deben de haber ocurrido, no hubiera reaccionado y esperaría  “algún acontecimiento”  dentro del propio partido para “recordarle” al agresor  que no  paso desapercibida  “la agresión” recibida. En cambio  por lo triste de su situación particular, donde envolvía  no solo a su padre sino que se había perdido una vida, ya que esa referencia  como que se perdió  un poco y solo nos importó el partido  por encima de situaciones que viven los seres humanos.

Y  Cavani es un ser humano y la vida que se perdió también.

Al tener  el corazón “prendido” a la celeste decidió jugar, asumiendo el riesgo. Y en una suposición, creo que todos sabíamos el riesgo de jugar en ese estado, donde lo que irrita es una reacción inmediata indefectiblemente, diferente a cuando la concentración es solo al partido.

Igualmente la reacción de Cavani no tiene nada que ver con lo aparatoso  y desmedido de Jara, que se debe de haber enredado “en la pollera o falda que llevaba”,  que lo llevó al piso.

Si se prendió la “luz roja” cuando nuestro delantero estrella, “atropello” al juez de línea, donde lo vimos todos.

Mirándonos  al “espejo” o apoyados y dialogando con la almohada, tendremos que reflexionar que  si el cuarto lugar en el mundial 2010 y la Copa América en 2011  que nos consagró campeones y  como líderes de la justa continental, fue un “techo” con una generación maravillosa,  donde veníamos solo con la Copa América de 1995 en muchos años y hoy estamos en “el taller” haciendo “chapa y puntura” para salir  renovando ese espíritu que siempre fue de no quejarnos y jugarnos al todo o nada en cada pelota  en el campo de juego que tiene dos arcos; uno para defender y otro para atacar.