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El huevo o la gallina




Conrado Ross. Foto extraida del libro Campeones tanta gloria olvidada de Ariel Longo.


16 diciembre, 2016
Columnistas

En un principio del siglo pasado, el fútbol en cuanto a la estructura del armado de un equipo, este,  pasaba por muchas opiniones.

En un resumen podremos sintetizar de esta manera.

Los dirigentes del club, los jugadores más influyentes, formaban los “times”.

Con el paso del tiempo y cuando aparecieron las derrotas, apareció el responsable, porque no era conveniente que todos llevaran las culpas, y entonces surge en un principio el preparador; luego el entrenador; pasada la mitad de  la década de 1910.

Luego a ese entrenador, que en un  principio no tenía influencia en la elección de los futbolistas,  pero si en la preparación, de lo que los dirigentes elegían, se le fueron agregando tareas y acompañantes.

El preparador físico que en un principio estaba “por encima” del entrenador en un periodo aproximado de 1920 a 1939;  pasa a escoltar al entrenador.

Conrado Ross. Foto extraida del libro Campeones tanta gloria olvidada de Ariel Longo.

Conrado Ross. Foto extraida del libro Campeones tanta gloria olvidada de Ariel Longo.

Este  año es cuando se aprecia la aparición en escena futbolística de un entrenador con pasado de futbolista y con don de mando. Entra  en escena el uruguayo Conrado Ross en nuestro Rampla Juniors, venido de dirigir en Europa más precisamente en Suiza y Francia; país este donde es campeón 2 veces de la Liga francesa (1935 y 1938) y un Torneo de Copa (1937) con el Sochaux Montpellier (los únicos 2 torneo de liga de su historia) y en ese año 39 estalla la guerra y nuestro compatriota regresa a Uruguay a pesar de ir primero, también,  en el Torneo liguero de ese año.

El entrenador alterno fue algo que siempre un entrenador eligió para su tarea.

El PF pasó a ser segundo del mismo y completó  el cuerpo técnico con el famoso “botiquín”, que ya venía desde la década del 10, luego transformado en masajista o kinesiólogo hasta llegar al día de hoy transformando, ese lugar de un cuerpo técnico,  en Fisioterapeuta, aunque muchos siguen prefiriendo al famoso K por su gran eficiencia y eficacia en su trabajo, que puede perfectamente complementarse con el Fisio.

La sanidad estaba en las “benditas”  manos de los K, donde también existían los Dres., pero la confianza de los jugadores le daba preferencia a sus  sabios tratamientos, hasta que los médicos fueron ganando legítimamente  su lugar.

Siguieron avanzando en los años las incorporaciones a los cuerpos técnicos y fueron dividiendo los caminos; el entrenador a la parte técnica, el PF a lo físico. Apareció el sicólogo, dietista, podólogo  y se fueron conformando con más gente  los cuerpos técnicos.

Los entrenadores se fueron dedicando exclusivamente a supervisar todo y dirigir la parte técnica.

Pero fue tan grande y exigente  la tarea que se precisó  ayuda, apareciendo los Coordinadores, los Supervisores. Más tarde los Gerentes deportivos y Directores deportivos.

Esos Coordinadores pasaron a ser de todo el equipo o de juveniles.

Entrenadores de goleros y especialistas en definición se incorporaron para un mejor ajuste deportivo, mientras, el entrenador desde arriba supervisando.

La elección de un entrenador debería coincidir con el estilo o tradición  del club. Y ahí surgen las diferentes opiniones.

Pero a la vez en algunos momentos se han elegido primero a  los Profesores de Educación física y después el entrenador. Y los Profesores han aceptado; hasta sugerido nombres de entrenadores. La ficha “caía” al revés.

Otras veces una elección de autoridades en medio de elegir al conductor, hace que el entrenador, el electo por los que salen,  no sea del gusto de los que entran.

A veces se cambia solo al entrenador y siguen todos los demás. Y el entrenador acepta ese camino, bajo su responsabilidad, comodidad o incomodidad.

Ni te digo si el Presidente elige al coach y el resto de directiva acepta a regañadientes;  o que esa elección sea 6 a 5; el camino será tortuoso y el fin generalmente esquivo.

Otras veces se elige el entrenador y el Gerente después.

Cuando a veces se puede pensar………”que es lo mismo como se elija”, es idéntico a elegir al plantel o jugadores primero y luego al entrenador, es común escuchar, ese concepto.

Ni te cuento cuando por radio, diario, TV, internet y todo lo que se te ocurra vienen “postulaciones” de nombres para encargarse de la conducción.

Debería haber un orden, y no es como el dicho de quien nació primero; el huevo o la gallina, que nunca se resuelve.

En este tema, la relación de elección,  debería  ser la más correcta para intentar tener el mejor camino recorrido y que sea con éxito. Que coincidan todas las rutas, que hay en el espinoso sendero de elegir un entrenador. Y no perder antes de jugar.

Elegir uno se ha transformado en mas difícil que a muchos;  diferente que a principio del siglo XX; donde las opiniones eran para elegir el equipo, hoy es para elegir el entrenador.

Y no es un ejemplo de un solo equipo.

 

En el día de los 53 años de A.U.D.E.F…….

¡¡¡ Salud entrenadores de Uruguay!!!

Y a todos ustedes unas felices fiestas y gracias.

 


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