El que piensa pierde
El enganche o enlace es el constructor del fútbol bien elaborado insertado en un mecanismo de juego de equipo donde el filtro es ese jugador encargado de llevar adelante esa función.
Los sistemas han ido exterminando ese lugar estratégico de cualquier equipo. El fútbol arte expuesto por esa figura ha ido dando lugar a la velocidad y lo mecánico, sin pensar que puede haber una conjunción donde puedan “convivir” lo anterior porque la “pausa” forma parte de un juego y de la vida ya que sin ella se precipitan decisiones no adecuadas.
Como decía el gran Profe De León con respecto a los equipos en Uruguay de que los mismos estaban compuestos por jugadores que eran “mezcla”. El fútbol universal fue agregando funciones y ductilidad a cada componente de cada equipo.
Mas en Uruguay siempre hemos sido diferente en todo y a todo nivel. Trayendo a nuestra característica; en fútbol aplaudimos y nos gusta una “trancada”, producir un córner, y capaz que despedimos con aplausos a quien expulsan.
La inventiva y creatividad han sido características de nuestro pueblo y lo reflejamos en fútbol. Siempre pusimos en la historia muchas cosas como “mojón” sin copiar a nadie. La historia habló de “vuelta olímpica”, “gol olímpico”, “alambrado olímpico”, “el back libero” “el 4-2-4” e infinidad de ejemplos más en donde Uruguay estuvo ligado a esas frases. En una demostración de personalidad inquebrantable y sin que nos importara lo que dijeran o hicieran los demás.
Hoy los cantos de las tribunas son importados, en la TV “los programas de “chismeríos” han invadido, el estilo del lenguaje de la gente común no es autóctono. Todo esto habla de que se va perdiendo la personalidad y como los jugadores salen de la sociedad; es que como reflejo va desapareciendo la misma y hoy necesitan muchos protagonistas que le digan cuanto deben ganar o si no deben hacer esto o aquello.
Si consideramos que un equipo es la sumatoria de voluntades y acciones de los jugadores que salen de la sociedad; desaparece una figura ELEMENTAL y NECESARIA para el armado del fútbol en un equipo. Porque para esa función se necesita personalidad, habilidad, claridad de juego, inventiva, saber llevar adelante a sus compañeros en cuanto a juego e inteligencia. Si le sumamos que los sistemas venidos “de afuera” han ido aniquilando a esa figura, es que llegamos a la conclusión de que si no se trabaja duramente desde mi profesión en “reflotar” esa “llave” insustituible de generación de fútbol, iremos a observar los partidos con “una raza en extinción”.
Es muy evidente en nuestro país. Que Recoba, Canobbio, Pacheco, “Nico” Olivera como algunos ejemplos de “más de 30 años”, son los
representantes de “esa raza” imprescindible de un equipo ante la no aparición de talentos en esa posición, no querer esa responsabilidad o de postergaciones por un sistema a aplicar. Ya que los mismos han prácticamente eliminado ese “10” que en toda figura táctica de Uruguay existía; partiendo desde el “medio” de una cancha y no desde una banda. Imponiendo parte física sobre lo “cerebral”.
En una magistral demostración de humor pero también de profundidad de concepto el famoso conjunto de humoristas argentinos Les Luthiers en uno de sus cuadros llamado “La kermese de los sábados” aparece un entretenimiento llamado “El que piensa pierde”.
Esa función de enganche o enlace ojala no ingrese a la “Kermese de los sábados”.