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La cuña en el fútbol; Uruguay




Gustavo Poyet.


28 enero, 2018
Columnistas

Dirigir en Europa no es para cualquiera y sobre todo si sale de estas latitudes y en especial de este pequeño pero gran país.

Por razones de espacio escribiremos solo de los jugadores devenidos en entrenadores que dirigieron en un país campeón del mundo. Como es costumbre de nuestro país, jugadores han sido y serán los grandes embajadores de nuestra tierra.

Hoy le toca a otro joven entrenador uruguayo  pisar suelo francés, un país que ha acogido pocos conductores uruguayos, donde de muchos países  quieren llegar pero pocos son los elegidos.

Es el cuarto (4°) país europeo en que dirige, más un asiático, en su corta carrera como entrenador, y no son países ajenos al fútbol; Inglaterra, Grecia, España y ahora Francia; sumándosele China.

En  el primero dirigió 2 equipos; Brighton&Hove Albion y el Sunderland. Con el primero de ellos ascendió siendo campeón de la Tercera división  a Football Ligue Championship. En un mercado tan competitivo tiene una real valía.

Luego dirige al AEK de Grecia; Real Betis de España y cruza el continente europeo y pasa al asiático para entrenar al Shanghai Shenshua.

Ahora vuelve a Europa, nada menos que a otro gran país futbolístico; Francia; al Girondins de Burdeos, un club tradicional de 137 años (fue fundado en 1881), que ha ganado 6 títulos de Liga francesa, 4 Copas de Francia, 3 Supercopa y 3 Copa de Liga.

No es cualquier equipo, el que se fijó en el uruguayo.

La tradición de entrenadores uruguayos en el país galo data desde 1934, cuando llegó el entrenador uruguayo Conrado Ross  procedente de Suiza (del Urania Geneve) al Sochaux Montbeliard, al que ya al año siguiente lo hizo campeón de Liga en primera división de aquel país, repitiendo el suceso en 1938; siendo los dos únicos títulos que posee el equipo francés en su larga historia, y fue el uruguayo su conductor técnico. Por si fuera poco ese merito, lo hizo campeón de Copa de Francia en 1937. Cuando en 1939 y yendo en primer lugar del campeonato galo; estalla la 2ª. Guerra mundial, entonces el entrenador uruguayo se volvió a nuestro país, recalando en Rampla Juniors, pasando luego  por River Plate y afincarse más tarde en Brasil donde hizo historia dirigiendo a Portuguesa SP, San Pablo SP , Palmeiras SP y otros grandes.

Ramón José Irigaray le siguió los pasos en el mismo club como jugador  y se quedó afincado en Francia como entrenador.

Gustavo Poyet.

Con el paso del tiempo Diego Santiago Bessonart seguiría dejando huella en aquel país, primero como jugador en una larga trayectoria donde involucraría entre otros al Girondins de Bordeaux, FC Metz, Lille OSC, SO Montpelier, RCFC Besancon, AS Beziers y en CA Digne donde cerraría su carrera de jugador y se transformaría allí en su entrenador por 10 años (1967-77) logrando un ascenso de categoría.

Pasaron muchos años para que apareciera Pablo Correa como jugador (1995-2000) del Nancy Lorraine y luego se transformara en su entrenador auxiliar (2000-2002) para pasar a ser record de permanencia en el club y uno de los referentes en Francia (2002-2011), teniendo un paso por el Evian (2012) y volviendo a Nancy (2013-2017) acumulando en ese club nada más ni nada menos que 20 años en el club. Siendo campeón de Ligue 2 por 2 veces (2004-05 y 2015-16) y una Copa de Liga (2006-07). Dejando muy en alto a nuestro país. En la actualidad  se encuentra al frente del AJ Auxerre.

A veces puede interpretarse que es fácil estar al frente de un equipo europeo. Uruguay con su población, calidad de entrenadores y jugadores es reconocido en todas partes, merito este que es poco valorado pero tenido en cuenta desde  el exterior.

Ahora le toca a Gustavo Poyet llevar la bandera del país e intentar reverdecer los laureles de Conrado Ross, un histórico entrenador uruguayo que está en la mejor historia de Francia, como el segundo entrenador de Francia con mejor porcentaje en victorias detrás de Laurent Blanc             (199 partidos-123 victorias y un 61.8%) y donde el uruguayo tiene el 57%, (135 partidos y 77 victorias) nada menos que en la principal Liga de Francia, y que lo convierte en referente de cualquier estadística o valorización de capacidad.

Tanto uno como otro son motivo de orgullo para este pequeño pero gran país que se ha metido como una cuña en el fútbol mundial, y en este caso con otro entrenador que hace las veces de embajador de un país con historia y presente.