La piedra en el zapato
Antes era todo más rápido y sin miramientos. Te echaban y chau….
Es cierto que la coincidencia, de antes y de ahora, es que cuando un entrenador esta “para caer”, te dan un partido más o te ratifican la confianza. Un partido más, ¿qué significa? ……. ¡que tienes que ganar!. Entonces si te dan un partido más es que ya no hay confianza, ¿o un partido te da el crédito para el resto?
O si te ratifican la confianza, y si pierdes al partido siguiente; hacen de cuenta que era una ratificación fallida, o que el día de la ratificación era como “el día de los inocentes”.
El Profesor Jose Ricardo de Leon con Ariel Longo.
Te echaban y encima no te pagaban, antes de 1995.
El que la sufría era el entrenador y su entorno familiar. Porque hay familias detrás de los entrenadores. Hay carne y hueso como cualquiera. Con los mismos derechos que cualquier trabajador.
En TV Cuidad de hace años en el programa “Los bueyes perdidos” de Gerardo Bleier, fue como invitado, el Maestro Profesor José Ricardo de León; y ante una pregunta el inolvidable Profe responde: “El fútbol no es un deporte, no es un juego, no es un arte; es un trabajo, porque se gana dinero y se compite. Puede ser un arte en algunos aspectos de arte, pero no analizarlo como arte”.
Basado en estos argumentos, está implícito el derecho de los actores. En este caso, el de los entrenadores.
Y en 1995 la Asociación uruguaya de entrenadores de fútbol (A.U.D.E.F) llegó casi a la huelga de no mediar la aprobación de la Asamblea de clubes, aceptando la petición de la gremial. Era aprobado el reclamo del derecho de los entrenadores exigido en esos momentos, de 3 meses de indemnización ante una cesantía.
Aunque hoy, parezca, que es una gran cantidad de entrenadores los cesados, lo actual es una mínima exposición de lo que era antes.
Esos 3 meses han sido “una piedra en el zapato”, que hace pensar antes de la decisión de………”¡te echo y ya está!”. Ahora hay que pagar para quedarse sin el entrenador que se eligió un tiempo antes.
La gente puede pedir, la prensa puede o algunos periodistas pueden transformarse en Torquemada, y exigir a los clubes que cesen al conductor. Pero los que contrataron y se sacaron fotos en el momento de la contratación, y hoy quieren, como cuando nos peleábamos con la novia y aparecía una foto de la pareja que se transformaba en foto de una o uno solo, por “magia” de una tijera; salir de la foto.
Pero hay que pagar para cortar la instantánea.
Y eso, creo, se ha transformado en un obstáculo grande, que castiga la elección y el festejo de tiempo atrás, cuando se lo eligió.
