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LA VIGENCIA DE TABÁREZ





23 septiembre, 2018
Columnistas

Jorge Crosa: Columnista

Conocimos a Tabárez, en Peñarol, cuando en 1987, se jugaron tres partidos formidables contra el América de Cali y nosotros fuimos como periodistas a cubrir la final de la Copa Libertadores de América, en ese momento, Jefe de deportes de El País.

Fueron momentos inolvidables que nos tocó vivir,  junto al Cr. José Pedro Damiani, un personaje notable, por su versatilidad, inteligencia y capacidad de dirigente, también con Juan Pedro, su hijo, también presidente aurinegro y un grupo notable de deportistas.

Allí conocimos la manera de conducir un grupo, de manejarlos, de indicarles la forma de encarar esos encuentros, de tremenda importancia, puesto que se trataba, nada menos que de la final de la Copa Libertadores de América.

Tabárez siempre sintió la fase de conductor. Lo sabrán y lo dicen los jugadores.

Escuchaba al Cr. Damiani, pero después, ejecutaba su plan de acuerdo a cómo venía el tema. Algunas veces coincidían.

Nunca dio por perdido aquella instancia, en la que perdió en el primer encuentro, donde cayó Peñarol por 2 a 0. Battaglia y Cabañas, los autores.

 

“SE PUEDE … COMO NO SE VA A PODER”

 

Desazón, tristeza, pero fe en que se podía, así nos contó Tabárez en la vuelta al país. “Se puede … como no se va a poder”, remarcó.

Crónica que me encargué de destacar, naturalmente.

Era bravo el América de Cali, de los hermanos Rodríguez Orejuela, dedicados a temas bravos.

Cuadro fuerte el colombiano. Duro de pelar.

En la revancha ganó Peñarol, costándole “la vida”, pero se impuso 2-1 aún cuando iba atrás en el Centenario 0-1, Cabañas el de ellos, Aguirre y Jorge Villar metieron los dos con los que ganó Peñarol y nos fuimos a Santiago de Chile.

Durísimo partido. Expulsaron a José Herrera y Cabañas.

Hace 31 años, recuerdo que entré con carné de fotógrafo porque no nos habían designado cabina ni lugar y me fui, junto al Pepe Mansilla, detrás del arco de Falcioni …

No necesité reportaje de Tabárez. Lo conocía bien y el a mí.

¿De qué íbamos a hablar? ¿Qué distinto me podía decir a 90 minutos de ser Campeón de América o nada …?

 

12 … 11…10 …9 …

 

Lo comprendí y seguimos trabajando, dando panoramas y opiniones personales.

Dijimos que era posible, porque todo es posible y porque teníamos la ilusión de cualquier uruguayo.

Y ganó Peñarol cuando las tribunas, llenas de colombianos gritaban: 12, 11, 10, 9 … (eran los segundos que faltaban para que terminara el alargue, antes fue un 0-0) Diego Aguirre en una última inspiración le pegó a la pelota para que entrara en la historia. Falcioni destruído, el silencio colombiano le pegó duro al grito de los peñarolenses.

Comprenderán la alegría de Tabárez, de los uruguayos, de los hinchas de Peñarol, ni hablemos, de los Damiani, en este caso con Juan Pedro, con quien nos abrazamos y fuimos al centro del campo como homenaje al bravo equipo uruguayo.

Tabárez tranquilo, feliz obvio, pero sereno.

Siempre fue igual. El que no lo conoce, no entiende cómo se puede ser así.

Yo sí. Lo digo con propiedad. El técnico debe limitar sus emociones y cuando explota es por algo serio, pero por las victorias, la sonrisas, los abrazos y la alegría, alcanzan.

Lo digo, acaso, hasta como amigo, que podría serlo, claro está.

 

CONTINUA LA CLASE

Tabárez designado para Qatar, en momentos duros del fútbol uruguayo a consecuencia de los nuevos estatutos de la FIFA.

Tabárez renunció a su cargo de asesor en la FIFA,  cuando echaron a Suárez en el Mundial de Brasil 2014.

Eso es dignidad y respeto por el deportista.

Y hay gente que discute su edad, su enfermedad y otras cosas que ni vale la pena mencionar.

La telaraña de las redes sociales que todo lo ensucian, en donde se dice cualquier disparate anónimamente, o no, pero con “libertades” vergonzosas, están en contra, dicendo dislates uno  tras otro, como si supieran algo de quién están hablando.

Critican su fútbol de respuesta, su designación de jugadores, el equipo, todo.

Sin embargo, “el criticado” puso a Uruguay quinto en el mundial de Francia y sólo perdió con el Campeón Mundial …

Ganador en Buenos Aires de la Copa América 2011,

Además de otros títulos que ya conocemos y que no vamos a reiterar, dignos de aplausos y respetos.

Tabárez es una imagen de Uruguay deportivo. Es veterano, sí ¿ y qué?

Cuando el tiempo te convierte en “hombre de edad” las prioridades se transforman.

El que sabe, sabe más y el que no, nunca supo. Ni de joven, ni de veterano.

Ganador, consecuente, respetuoso, inteligente.

Lejos de ser un amanuense del técnico, soy periodista y digo lo que siento, le guste o no a quien corresponda.

Aporta sabiduría y algo más a éste grupo de deportistas de élite.

No es fácil. Hay que saber conducir y lo hace.

Si no le gusta Tabárez, olvídese de él.

Crea en usted, que de repente sabe más y es mucho más capaz para el cargo.

Despotrique, diga obscenidades en la “telaraña”, la que se le ocurra, así se descarga bien.

Mientras tanto, a Uruguay no lo van a quitar la notable actuación del mundial de Rusia, ni lo bajan, por ahora del 5o. puesto mundial.

¿Se preguntará si soy partidario o amigo del técnico?

Sí, nos conocemos hace 33 años y no nos hablamos hace 10, más o menos. Por no coincidir en entrevistas, viajes o bien visitas al Complejo Celeste, que lo creó, en conocimiento de las necesidades de estos jugadores distintos a los de aquellas épocas, que llegaban en ómnibus.

Y que también ganaban, claro está y orgullosos que estamos de esas conquistas magníficas de la celeste.

Eso no tiene nada que ver con la continuidad del orientador.

Sigue Tabárez.

Enójese.

Alégrese.

¿ A quién le importa? ¿ Al de las redes, verdaderas  “telarañas sociales” que todo lo saben, que todo lo critican, que son los “inteligentes del planeta”?

Sigue Tabárez.

Continúa la clase …