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Luis Varela, histórico capitán Celeste…




Luis Varela, histórico capitán de 1967, hoy con la imagen que simboliza la ayuda de la Mutual y los Nostálgicos del fútbol.


9 junio, 2017
Pelota al medio

Luis Varela nació el 22 de agosto de 1941. Sobrino del hombre convertido en leyenda –Obdulio-, se inició en Liverpool. Rápidamente sobresalió por sus condiciones técnicas, capacidad para la marcación, buen golpe de cabeza y temperamento. Se inició de “centrojás” con Julio Montero Castillo de “back” izquierdo. En 1964 lo adquirió Peñarol para suplir al zaguero izquierdo Núber Cano que se rompió la clavícula, lesión de la nunca se recuperó. Su debut con la camiseta aurinegra no pudo ser más impactante. En el estadio Olímpico de Roma, ante el club local, después que toda la delegación fue recibida por el Papa Pablo VI. Esa noche empataron 1:1 con Varela de lateral derecho con el dúctil Diablo Edgardo González de No. 3. Posteriormente se ganó la titularidad como zaguero zurdo.

Luis Varela, histórico capitán de 1967, hoy con la ayuda de la Mutual y los Nostálgicos del Fútbol.

Titular indiscutido protagonizó situación llamativas armadas por la mano del destino. El día antes de la final ante River Plate argentino por la Copa Libertadores de 1966 en Montevideo, en una práctica un pelotazo de Pedro Rocha le produjo peritonitis. Lo intervinieron quirúrgicamente en forma inmediata. No sólo se perdió las finales, sino también la Copa del Mundo de Inglaterra. Cuando volvió se consagró campeón mundial con Peñarol ante Real Madrid.

Indiscutido titular de los aurinegros, en enero y febrero de 1967, bajo las órdenes de “Nino” Corazzo, no sólo se consagró campeón de América con la celeste en el pecho ganando la final ante los argentinos. Lució el brazalete de capitán desde el primer partido, herencia recibida de su tío.

Extraño fue su adiós al fútbol muy joven. Cuando Peñarol lo trajo en 1969 al brasileño Osvaldo Brandao como entrenador, con la orden de los dirigentes de borrar a todos los jugadores ídolos de aquel equipo, Varela apareció en la lista. Junto con Néstor Goncálvez, Héctor “Lito” Silva y Mario Méndez, fueron separados del plantel por el Consejo Directivo que presidía el Cr. Gastón Guelfi con la vicepresidencia de Washington Cataldi.

Se incorporó brevemente a Sud América y dejó el fútbol a los 29 años. “Me cansé del ambiente y me retiré. Yo soy medio extraño”, confesó cuando los años se le vinieron encima.

La vida, ese golpear contra la vida y las cosas le fueron achicando la cancha. Demasiado. Cuando desaparecieron “los amigos del campeón”, enfrentado a la necesidad de continuar viviendo, el panorama se le complicó. Hoy, gracias a las gestiones de Nostálgicos del Fútbol que lidera Nelson Marcenaro, con el apoyo de la MUTUAL, Luis Alberto Varela trabaja en el complejo deportivo de la gremial “Enrique Castro” y vive allí desempeñando las tareas de Intendente en la noche.

MARCENARO Y NOSTÁLGICOS DEL FÚTBOL

A los 64 años Nelson Marcenaro lidera –cómo lo hacía en sus tiempos de jugador- un grupo de ex futbolistas con la finalidad de ayudar a sus pares cuya situación humana no es la mejor. Nacido en La Teja –donde sigue viviendo- el 4 de setiembre de 1952, Marcenaro está identificado con una familia tradicional de la zona caracterizada por su vinculación al deporte. Uno de ellos fue Oscar Marcenaro, masajista, luego director técnico condujo a Peñarol en un muy recordado partido. Cuando los aurinegros enfrentaron al Barcelona de España el día en que Luis Cubilla cambió los colores oro y carbón por los azulgranas de los catalanes. En ese equipo barcelonés el Messi de entonces era uruguayo: Ramón Villaverde. Capitán, ídolo y jugador excepcional llegaba ocho años como titular indiscutido del equipo. Y ganaba terreno y popularidad otros jugador compatriota sensacional: Julio Benítez.

Con esas fuertes vinculaciones familiares desde la niñez, Nelson Marcenaro se inició en el cuadro del barrio, el Progreso a quién le cantó el Gato Morgade con la Reina. En 1971 el veinteañero zaguero izquierdo emigró a Venezuela para jugar en Portuguesa durante siete temporadas. Varios equipos uruguayos que realizaban girar por Venezuela –Defensor, Rampla Jrs. Liverpool- lo enfrentaban en sus presentaciones y retornaban con una información en aquel tiempo desglobalizado: “en Caracas hay un back uruguayo que juega un montón”.

Luis Varela en el Complejo de la Mutual.

Peñarol se animó a traerlo en 1979. Era como una transferencia exótica en tiempos en que nadie pensaba que el fútbol uruguayo años más tarde se llenaría de hondureños, panameños, costarricenses y de otras naciones centroamericanas de precario desarrollo futbolístico. Integrante del plantel que dirigió Hugo Bagnulo para llevarlo a la consagración de Campeón de América y del Mundo en Tokio, Marcenaro también formó parte del grupo celeste que conquista con la selección la Copa de Oro de campeones mundiales. En 1985 cuando corrió el telón a su actividad futbolística jugando en Cerro, comenzó a sentir nostalgias por aquel tiempo transcurrido. Y…

…hace algo más de tres años –recuerda hoy Marcenaro en su domicilio-, en el 2014 me empecé a juntar con un grupo de ex jugadores como cualquier otro grupo que se forma para charlar de fútbol, hablar del tiempo de antes, recordar a los muchachos que habían jugado.

-¿Así nace Nostálgicos del Fútbol Uruguayo?

-Sin que nosotros lo propusiéramos, ni que estuviera en la mente mía y de los demás muchachos, se dio la idea de armarlo. Surgió en las comidas cuando empezamos a charlar y a tomar conocimiento a través de los compañeros, de situaciones complicadas por la que estaban atravesando muchachos que jugaron en aquel tiempo en que nosotros lo hicimos.

-¿Qué situación fue la que impulsó las primeras acciones?

-La primera fue una de solidaridad. Cerca de fin de año de 2014 llegó al grupo un pedido de un niño con cáncer en el Cerro, que necesitaba una ampliación de la casa. Nos pusimos a trabajar en ese tema. Fuimos a hablar con el Sunca, nos mandaron tres obreros gratis y durante dos meses el municipio de la Teja no dio las chapas, los materiales y le construimos la ampliación a la familia.

-¿Recaudaban dinero en las reuniones entre ustedes?

-Al principio nos juntábamos todos los meses. La idea fue creciendo y llegamos a hacer comidas de hasta 200 personas. No lo hicimos con intención de ganar dinero. Las bancábamos entre algunos y ahí la cosa se empezó a complicar. Por eso ahora las hacemos un poco más espaciado. De todos modos, en esas comidas empezamos a tomar consciencia de la situación en que se encuentran muchos de aquellos compañeros de antaño.

-¿Cuál fue la primera situación complicada de un ex jugador que atendieron?

-Nos habíamos dejado de reunir por el tema económico, porque venía mucha gente. Hasta que sale el tema de Juan Vicente Morales. En una radio dicen que estaba en la calle, que dormía en un cartón en la puerta del BPS. Lo empezamos a buscar y vimos que la noticia no era verdad. No estaba bien –eso sí-, vivía con el hermano en un galpón que cuidaba donde estacionan ómnibus de CITA, creo y lo llevamos a atender a la Asociación Española con la que hicimos un convenio. Lo curamos y ahí empezó la ayuda a los jugadores que no están bien.

-¿En qué categoría figura Nostálgicos del Fútbol del Uruguay que es lo que han creado para vehiculizar la ayuda?

-Es una asociación civil, con una personería jurídica que la tenemos desde hace un año y una directiva de doce personas que la conduce, varios de ellos ex jugadores de fútbol como el Bomba Cáceres, Pocho Brunel, el Pelado Santelli y otra gente que no son jugadores y quieren ayudar, como por ejemplo Roberto Namús el padre de Cris.

-¿Tienen sede?

-La dirección de la personería jurídica y en consecuencia la sede es mi casa. Hasta ahora. Estamos trabajando para avanzar y poder disponer de un sede propia donde podamos alojar a los ex futbolistas con problemas.

-¿Cómo es el contacto con los ex futbolistas que necesitan el apoyo?

-Nostálgicos del fútbol tiene una página en la web, es en facebook, con más de once mil seguidores y cada tanto la misma gente de la página avisa por ese medio. Mirá Nelson que tal persona está mal, vive en tal lado, de paso el teléfono, hablá con él. Y así empezamos a enterarnos de los muchachos que están mal y ya son casi cincuenta los que ayudamos.

-¿De qué forma? ¿Cómo se canaliza? ¿Cómo se obtienen las cosas?

-Al principio hicimos un convenio con la Española que nos dio diez o doce afiliaciones gratis. Son tipo amnistía que no se paga nada, ni medicamentos, ni nada. Eso sirvió de mucho cuando comenzamos a curar a Juan Vicente Morales. Después seguimos entregándola. Todos los meses, los últimos días salimos –ya somos varios- a repartir surtidos y no sólo eso. Hemos entregado sillas de ruedas, muletas, pañales, medicamentos.

Marcenaro,  corazón y Nostálgicos del Fútbol.

-¿Quiénes están apoyando hoy a Nostálgicos con sus donaciones?

-El año pasado, en el mes de agosto nos llamaron de Tenfield, nos preguntaron qué estábamos precisando y desde entonces recibimos el apoyo mensual de la empresa a través de alimentos con un camión de comida por mes, más pañales y medicamentos. La MUTUAL desde hace unos meses también nos está apoyando a través de todos los servicios que tiene –odontología, oftalmología, fisiatría, aparatos, doctores- y que antes eran sólo para los jugadores activos y ahora los ha ampliado para todos. Lo último positivo de la MUTUAL fue encontrar una solución para Luis Varela que estaba en dificultades. Ahora la MUTUAL lo designó a trabajar en el Complejo Deportivo  Enrique Castro que tiene, donde también vive y realiza de noche las tareas de Intendente y de tarde está en lo suyo, en lo que ama, que es el fútbol, a través del contacto con los jugadores que están libres y van al complejo a entrenarse y mantenerse en forma mientras consiguen equipo. Ha sido una suerte para Luis. Le cambió la vida.

-¿Quiénes más apoyan?

-Como ya mencioné primero fue la Asociación Española, después Tenfield, la MUTUAL se sumó desde abril la Fundación Celeste. Me llamaron y comenzaron con su aporte. Lo importante es que más allá de las peleas el fútbol se está juntando para ayudar no sólo a los ex jugadores, al que terminó ya de jugar, sino que estamos construyendo un futuro para los actuales futbolistas que dejan de actuar. Conseguimos una casa que nos entregó un señor del Cerro, se llama Santos Pintos es un ex boxeador que tiene una ONG y que en determinado momento se la entregaron a gente carenciada que, lamentablemente, la rompió toda. Es una lástima porque la casa tiene una extensión de casi una manzana. Ahora la vamos a arreglar, Santos Pintos la cedió para el grupo. Estamos en la primera etapa de arreglar los papeles para que todo quede claro a los efectos de que en el futuro no existan problemas, para comenzar a arreglarla y ponerla en funcionamiento que es lo más complicado. Vamos a necesitar cocinero, cuidador, limpieza. Eso lo pueden hacer los mismos muchachos que la habiten a través de un reglamento donde se establezcan las condiciones que ellos mismos tienen que cumplir, inclusive para determinar claramente la admisión de los muchachos que puedan ir a vivir allí. Son obras que estamos tratando de hacer.

-¿Qué otras ideas están desarrollando?

-Queremos crear una bolsa de trabajo. Ya hemos hablado con los político y gente de la Secretaría de Deportes, para que ex jugadores puedan tener un trabajo. Que cuiden plazas y parques. También estamos hablando con la AUF y CAFO para explorar las posibilidades que le den trabajo a los muchachos que lo están necesitando. Es el comienzo, pero hay que empezar a hacerlo.

-¿Quiénes lean esta nota y se muestren proclives a ayudarlos y conversar con ustedes, cómo se comunican para ello?

-A través de la página en facebook que es Nostálgicos del Fútbol Uruguayo o llamando al teléfono 091 900287 si quieren conocernos, saber de nuestra actuación y donar cualquier cosa que tengan. Comida, ropa, pañales, nos llaman y las pasamos a buscar.

Luis Varela de la historia al presente en el Complejo de la Mutual, Enrique Castro.


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