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¡¡¡Maracanazo eterno!!!, hoy se cumplen 65 años de la mayor hazaña de la historia, orgullo de los uruguayos




Alcides Edgardo Ghiggia, el héroe del Maracanazo, en la imagen eterna del gol para la historia que luce en el Museo del fútbol.


16 julio, 2015
Fútbol Uruguayo Selección

Hoy 16 de julio, es la fecha patria del fútbol. A 65 años del Maracanazo de 1950, el recuerdo a la mayor hazaña del fútbol uruguayo. !!!Uruguay campeón del mundo!!!. La imagen de Alcides Edgardo Ghiggia, héroe del gol del siglo, en el 2:1 a Brasil. La gesta más grande e imposible de igualar que no detiene la emoción y engrandece a los artífices del orgullo de todos.

Alcides Edgardo Ghiggia, el héroe del Maracanazo, en la imagen eterna del gol para la historia, hoy a 65 años de la hazaña más grande del fútbol mundial.

Alcides Edgardo Ghiggia, el héroe del Maracanazo, en la imagen eterna del gol para la historia, hoy a 65 años de la hazaña más grande del fútbol mundial.

 

MARACANAZO!!! Se esforzaron por emularlo. No hubo posibilidades. Es que hay cosas en la historia del mundo que pasaron una sola vez. Aquel 2:1 -remontado desde el 1:0 en contra- estampado ante Brasil tiene el exclusivo escudo color CELESTE.

Historia viva, que disfrutamos algo más de tres millones de uruguayos, que lo siguen sufriendo doscientos millones de brasileños y que admira el resto del orbe. Es que héroes del campito, tan orientales como ilustrados en la pasión que no mide consecuencias, dieron el paso largo hacia la gloria, para perpetrarse en la historia del fútbol. Pusieron en el mapa a URUGUAY una vez más.

¿Cómo puede un país tan chiquito..? Respuesta que el uruguayo conoce, porque la aprende en la calle, en lo cotidiano, en la necesidad, en la lucha, en las decisiones. No es una simple ecuación demográfica la que hay que interpretar, sino el poder intrínseco que nace desde las entrañas, que desde la pequeñez nos impulsa hacia la grandilocuencia sin bullicios.

Fecha patria del alma. Respeto sublime a esos Próceres que, desde su humildad permanente, supieron instalarse a la diestra de nuestros homenajes, que nacen y se proyectan desde el más puro sentimiento. Nacieron, vivieron y la mayoría partió de este mundo con la sencillez del uruguayo, del hombre de barrio, del que atravesó necesidades, del individuo que hasta pudo pasar desapercibido en la calle, porque acá la gloria no paga dividendos fijos.

Recién ahora, cuando tenemos la dicha de disfrutar a Alcides Edgardo Ghiggia, como último abanderado de la epopeya, nos damos cuenta que quizás fuimos injustos con el olvido individual, quedándonos nada más que con la magia de la conquista.

La enorme figura de Obdulio cobija por siempre la imagen más noble de la identidad de un pueblo. Es el referente más hidalgo de un sentimiento común, de una forma de ser, que tiene el título de nobleza más importante: URUGUAYO.

Hace sesenta y cuatro años movieron los cimientos del mundo. Un sismo que todavía se sigue midiendo sin poder establecer la escala de su potencialidad. Un hito que asombra. Una meta a la que nadie puede llegar. Los que hace unos días lo intentaron, quedaron sentados en un imaginario purgatorio, sin atravesar el umbral del paraíso.

En el evento mágico del fútbol, donde el Arco Iris de un Mundial  impone la sensación de un óleo donde se entremezclan los colores… el cielo sigue siendo CELESTE!!!