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Nacional, Abreu y Botafogo, siguen negociando




Sebastián Abreu y su primer gol desde que se incorporó a Rosario Central.


5 enero, 2013
Fútbol Uruguayo Primera

El martes 8 vence el plazo para dibujar el triángulo preciso.

Anoche, en el chalet Canela de la parada 13 de la playa Mansa de Punta del Este, propiedad del ingeniero Claudio Puig, integrante de  Comisión Directiva del Club Nacional de Football, finalizó la reunión de ocho horas de la la directiva tricolor, donde quedó formulada la difícil ecuación para que Sebastián Abreu vuelva a Nacional.

Los números son éstos:  Abreu gana en el Botafogo 130.000 dólares por mes, son 2 millones seiscientos mil dólares por lo que le queda de contrato. Como explicó el futbolista a Tenfiel.com, “por un tema meramente táctico, el técnico no me tiene en cuenta. Yo puedo ir a tomar mate, cumplir con los entrenamientos y tienen que pargarme los veinte meses”. Nosotros evaluamos que además, tratándose de el “Loco” Abreu, la decisión técnica puede ser muy probablemente efímera. Para quien es ídolo de la hinchada por lo que ya significa para el club, incluso por su amistad con el presidente del mismo… dos partidos perdidos y el hincha empieza a protestar y a pedir a coro la entrada del “Loco”. Para Abreu está siempre latente la posibilidad de jugar.

Sebastián aseguró a Tenfield.com que a Nacional a préstamo no viene. Por eso pide tres años de contrato, aceptando los 50.000 dólares por mes que el club le ofrece. Lo que suma un millón ochocientos mil dólares por los tres años. En ese caso estarían faltando ochocientos mil dólares, que se gestionarían en Río, para que Botafogo pague por la rescisión, ahorrándose así un millón ochocientos mil, pero Nacional ofrece únicamente un año y medio de contrato, que sumaría un millón cincuenta mil dólares y en este caso lo que Botafogo tendría que amortizar por la rescisión sería más difícil de conseguir. En este punto están las negociaciones.

La intención del futbolista de lograr un contrato largo, se sustenta, aparte de lo económico (que de todos modos podría resolver bastante mejor), en lo personal. Como explicó abreu en nota de Atilio Garrido para este portal: “En lo personal, primero, quiero poder disfrutar en el club donde esté, de lo más lindo y lo que más me gusta hacer que es jugar al fútbol. Ser feliz jugando al fútbol y que eso pueda lograrlo en el club donde éste, para que podamos seguir logrando títulos. Uno se prepara desde comienzos de la temporada para lograr los objetivos que son los de salir campeón y clasificar a la Libertadores, sin descartar el tramo final de la Eliminatoria para la Copa del 2014 que es fundamental para nosotros y todos los uruguayos. Esto es fundamental porque hay gente que, así en la corta, te dice ‘bueno, si no vamos, ustedes ya fueron, hicieron una campaña bárbara’. Y eso no es así, ni es nuestra mentalidad. Nosotros queremos mejorar lo que se consiguió y para eso hay que volver al Mundial para que la gente y nosotros también, disfrutemos nuevamente del Mundial. Y la realidad es que este 2013 será decisivo para alcanzar ese objetivo. Tampoco queremos dejar de lado un torneo importante que Uruguay no tiene costumbre de jugarlo, como es la Copa de las Confederaciones y al que le daremos importancia. Pero la prioridad son las eliminatorias, porque de nada te sirve salir Campeón de la Copa de las Confederaciones si no clasificás para el mundial. Entonces, le vamos a dar importancia pero vamos a apuntar a clasificar. Estamos en la pelea, estamos entreverados y gracias a Dios en la última fecha FIFA la memoria futbolística volvió y ese es un aliciente importante”. En cuanto a Nacional: “hay dos cosas, dos realidades que se enfrentan. Por un lado la parte sentimental y por el otro la parte contractual que todos conocen y que indica que el martes 8 de enero de 2013 tengo que presentarme en el Botafogo de Río donde tengo contrato hasta diciembre de 2014. En el plano sentimental está la ilusión que me genera un sueño que quiero que se haga realidad. Mis hijos gemelos nunca entraron como mascotas de Nacional y en cambio los grandes sí lo hicieron. De pronto, alguno puede decir que esto son boludeces, pero para uno que tiene un sentimiento muy grande por Nacional, por la selección, el hecho de que mis mellizos puedan compartir conmigo ese sentimiento, es algo importante, trascendente. Mis dos hijos grandes por vivir esa etapa en Nacional –la de ser mascotas–, hoy son barras bravas porque tienen un amor impresionante por el club. Ahora tengo los gemelos y me gustaría que se encaminaran de la misma manera. Después está lo que uno siente al ponerse esa camiseta; entrar al Parque Central; disfrutar de lo que es esa fiesta dentro del Parque… Después de esas ilusiones la realidad te da un cachetazo. ¿Cuál es esa realidad? Que cumplir esos sueños no depende de mí. Cuando dependió de mí siempre logré cumplir ese anhelo. En el 2001, obviamente con el esfuerzo del club se llegó a un arreglo. Percibí mucho menos, económicamente, de lo que tenía que recibir en La Coruña, pero se hizo el esfuerzo de los dos lados. En el 2003 fue Nacional el que me abrió las puertas y yo, en forma de agradecimiento al club, en esos tres meses que estuve en el Apertura, no quise cobrar. Y en el 2004/2005 el Presidente Ache hizo una gran gestión con Lendoiro logrando que La Coruña pagara un 70% del sueldo y el otro 30% lo pagó Nacional y tuve la oportunidad para venir al club”.

Hoy esas gestiones se están haciendo ante Botafogo. La pelota está en Río.