Home   »   Pelota al medio

Nacional Campeón Uruguayo 1966 con el técnico multilaureado con Peñarol en 1959/60/61




Contratapa de "El Diario" del domingo de 1966 cuando Nacional obtuvo el título de Campeón Uruguayo. El equipo posaba como Independiente de Avellaneda. De pie y en fila. Desde la izquierda: Manicera, Calleros, Hugo Fernández, Emilio Alvarez, Mujica, Montero Castillo, Viera, Ramos, Oyarbide, Curia y Urruzmendi.


17 diciembre, 2012
Pelota al medio

Roberto Scarone, multilaureado con Peñarol en la Copa Uruguaya, la Libertadores y la Intercontinental (1959, 1960 y 1961), fue contratado por Nacional para procurar similares conquistas. Le primera valla –la Copa Uruguaya de 1966–, la superó con éxito. ¿Podrá repetir en 1967 lo que había logrado con los aurinegros?

Contratapa de “El Diario” del domingo de 1966 cuando Nacional obtuvo el título de Campeón Uruguayo. El equipo posaba como Independiente de Avellaneda. De pie y en fila. Desde la izquierda: Manicera, Calleros, Hugo Fernández, Emilio Alvarez, Mujica, Montero Castillo, Viera, Ramos, Oyarbide, Curia y Urruzmendi.

Al retornar de la Copa del Mundo de 1966 el fútbol uruguayo se enfrascó en la disputa de su máximo torneo local –la Copa Uruguaya–, que por entonces se llevaba a cabo desde agosto a diciembre. Peñarol, en cambio, también tenía otra meta. Apuntó sus baterías a la conquista de la segunda Copa Intercontinental que obtendría de manera brillante: le ganó aquí y allá al Real Madrid, Campeón de Europa, por 2:0 en las dos ocasiones.

NACIONAL CAMPEÓN URUGUAYO DE 1966

Nacional encaró la segunda mitad del año con un nuevo director técnico. Concluida la breve estancia del chileno Riera, asumió la conducción del plantel el experimentado Roberto Scarone. La decisión no resultó fácil. El entrenador estaba totalmente identificado con Peñarol, club con el que había obtenido la Copa Uruguaya de 1959, 1960 y 1961, así como las dos Copas Libertadores y la Copa Intercontinental conquistada ante el Benfica de Portugal, en ese período.

En el arranque de la Copa Uruguaya el técnico Scarone varió la integración de la pareja de zagueros. Colocó al potente Edgard Baeza en la derecha y retrasó a la posición de back izquierdo a Montero Castillo, quien en Liverpool había actuado en esa plaza. Cumplida la cuarta fecha de la primera rueda, luego del empate ante Wanderers en un tanto, Roberto Scarone concluyó esa experiencia defensiva. Nuevamente Roberto Sosa con Jorge Manicera y Emilio “Cococho” Álvarez se adueñaron del triángulo final.

Dos empates en los clásicos del torneo, el primero sin goles y el segundo 1:1 con gol de Juan Martín Mujica de penal que abrió el score, determinaron que Nacional se consagrara Campeón Uruguayo de 1966. Otra vez, como había ocurrido en 1963 con el brasileño Zezé Moreira en la conducción del plantel, la diferencia de puntos a favor que permitieron la conquista de Nacional, se consiguió en los partidos ante los clubes “chicos”.

“El Diario” y la crónica del triunfo de Nacional ante la selección Argentina a fines de 1966.

En este año1966 –principalmente en el final del mismo–, se produjo un episodio entonces común, que el paso del tiempo sepultó para siempre. Era normal que las selecciones de los países de América del Sur, que se preparaban para alguna competencia, realizaran partidos amistosos frente a clubes. En este caso y en dos ocasiones (habían jugado anteriormente durante el año otro partido), Nacional enfrentó y le ganó a la selección Argentina que se preparaba para el Campeonato Sudamericano de 1967 a disputarse en Montevideo. El 29 de diciembre de 1966, en el último partido del año, Nacional festejó su título de Campeón Uruguayo venciendo a la Argentina 2:0. Allí estaba Manicera, suplantado por Baeza a los 80 minutos.

Y vale la pena, recordar aquella integración de los albicelestes para tomar consciencia del poder y el valor del fútbol uruguayo de aquel tiempo que se daba el lujo de enfrentar y ganarle a la selección Argentina. En el arco Roma, Obejero y Albrecht; Martín (55’ Acevedo), Viberti (45’ Rattín) y Rosl; Bernao, Mura, Willington, Sarnari (55’ Veira) y Oscar Más.

¿Estaría capacitado en la actualidad el equipo de Nacional para ganarle con comodidad a la selección Argentina de Lionel Messi y compañía? Parece difícil que esto pueda ocurrir. Y no solamente porque es imposible concretar ese partido…

ROGELIO DOMÍNGUEZ Y RUBEN “EL MARQUÉS” SOSA DE… ¡CERRO! A NACIONAL

El triunfo local de Nacional no pudo opacar el doblete internacional de Peñarol Campeón de América y del Mundo. Con aquella paciencia que caracterizaba al Dr. Eduardo Pons Etcheverry, al entrar en el último año de su mandato, apostó nuevamente al sueño que parecía imposible para las ilusiones de los albos. ¡Conquistar por primera vez la Copa Libertadores de América!

El plantel tenía una base sólida, con notables jugadores que desde varios atrás años venían actuando en la entidad, afirmando su personalidad futbolística. A ellos se sumaron tres incorporaciones internacionales. Dos argentinos de extraordinaria trayectoria que en 1966 habían jugado a gran nivel en Cerro de Montevideo. El golero Rogelio Domínguez y el entreala izquierdo Ruben Sosa. El primero, golero, había actuado en Racing de Avellaneda y en la selección argentina, emigrando en 1957 nada menos que al Real Madrid donde integró el triángulo final con el uruguayo José Emilio Santamaría. En 1964 volvió a Buenos Aires para jugar en Veléz y en 1966, con 35 años, se incorporó a los albicelestes de Cerro. A ese equipo, un año antes, en 1965, pasó a jugar Sosa, apodado “El Marqués” por la calidad de su fútbol. Surgido en Platense, también había jugado en Racing de Avellaneda entre 1958 y 1964, consagrándose dos veces campeón argentino. En una de ellas formando una delantera que hizo historia: Corbatta, Pizzutti, Mansilla, Sosa y el uruguayo Borges. Después de dos temporadas en buen nivel y con 31 años cumplidos, pasó a Nacional.

En estas notas siempre trato de hacer reflexionar a los jóvenes que se arriman a ellas, en la búsqueda del pasado de nuestro fútbol. Y siempre, también, los induzco a pensar. ¡Lo que era aquel fútbol uruguayos, que un equipo como Cerro, presidido por Luis Tróccoli, apuntando a convertirse en el tercer grande, se daba lujos como éste! Nada menos que Domínguez y Sosa, dos figuras de nivel mundial, fueron contratadas por los albicelestes. Y vale, también, la mención de aquel equipo de Cerro de 1966 repleto de figuras de excepción que dirigió Ondino Viera. Domínguez en el arco, Troche y Másnik; Luis Benítez, Ruben González (de pié señores) y Rótulo; Silva Araujo, Martirena, el brasileño Marinho Da Silva, Ruben Sosa y Juan Pintos.

EL BRASILEÑO CELIO TAVEIRA Y EL COMIENZO DE LA LIBERTADORES 1967

El tercer jugador extranjero que adquirió Nacional presidido por el Dr. Pons Etcheverry, fue el brasiñeo Celio Taveira. Debutó el 8 de febrero con triunfo ante San Lorenzo de Almagro. Era un centrodelantero que en su adolescencia había compartido con Pelé el servicio militar, integrando ambos el seleccionado del ejército en San Pablo donde había nacido. Siempre en su tierra paulista jugó en Portuguesa, Ponte Preta y Jabacuara de Santos, pasando en 1963 a Vasco da Gama de Río. Con algunas apariciones en la selección de Brasil, se dijo entonces que desconforme porque no quedó en el plantel que compitió en la Copa del Mundo de 1966, buscó salir de su país, llegando a Nacional con 26 años. Era un centrodelantero de físico bien construido, con potente remate de pierna derecha y olfato para llegar al gol.

Con la continuidad de Roberto Scarone en el cargo de entrenador, Nacional inició la temporada de 1967 apostando a la conquista de la tan anhelada Copa Libertadores. No era fácil el desafío. Por su condición de Campeón de la edición anterior y de acuerdo a la ventaja que confería el reglamento, Peñarol ingresaba en la instancia semifinal, lo que determinaba un nuevo enfrentamiento con Nacional para el caso que los albos resultaran uno de los dos clasificados en su grupo.

Las disposiciones que regían el desarrollo de la Copa determinaban que el campeón y el vice de cada país participaban del torneo. Aún no se había concedido el beneficio adicional de que, si el campeón de la edición anterior de la Libertadores ocupaba uno de esos dos lugares, dejaba vacante la plaza para un tercer equipo del país.

Peñarol ingresó directamente a semifinales, en tanto Nacional debió participar del grupo 3 enfrentando a Colo Colo y Universidad Católica de Chile; Guaraní y Cerro Porteño de Paraguay y Emelec y Barcelona de Ecuador.