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Pare de sufrir




Suárez, Scotti y Arévalo son pura desazón.


28 abril, 2013
Columnistas

Lo que relataré no es un invento……..sucedió…….y…….sucede.

Cuando las dos gestas olímpicas de 1924 y 1928 de los seleccionados uruguayos estando en la cúspide del mundo abrían el camino a organizar el primer mundial de futbol FIFA en 1930; nadie podía imaginar que los caminos hacia la gloria uruguaya se llenaban de piedras en las rutas a recorrer a lo largo de la historia.

Con el antecedente avasallante de las medallas de oro olímpicas; se comenzaba siendo local el camino del primer mundial en un debut con Perú donde Uruguay sufrió de más en ese triunfo por 1-0 (gol de Héctor “Manco” Castro).

Sorteado ese escollo inicial y recorriendo el camino del éxito se llega a la final donde el “score” al finalizar el primer tiempo con Argentina era favorable a los vecinos del plata por 2-1. Se comenzaba a acostumbrar “la celeste” a una tradición de la “angustia que llevaba al éxito”. Hubo que esperar al final del partido para tocar la gloria de ser el primer campeón del mundo al vencer 4-2 en un final que liberó  la presión del partido.

Pasaron 20 años de ausencias en los mundiales siguientes (1934 y 1938)  por decisión propia al “devolver” el boicot que hicieron  algunos países europeos a nuestro primer mundial, mas el receso al evento que origino la segunda guerra mundial.

En la reaparición con Brasil organizando en 1950  su mundial; salvo el debut con Bolivia donde se goleó; los demás partidos fueron “un parto” (España 2-2 y Suecia 3-2) mientras Brasil llegaba goleando a quien se le pusiera adelante. Y ya en la final con 210 mil espectadores (cifra irrepetible), con un reglamento que favorecía a Brasil con el empate (situación irrepetible), nos ponemos 0-1 a los 6 minutos del segundo tiempo. Es decir que el  “parto” aparece nuevamente para vencer esa situación y coronarnos como los mejores.

En las primeras eliminatorias que debemos transitar una apabullante goleada recibida por Paraguay nos deja fuera del mundial de Suecia (1958).

Una infamia de cruce de árbitros en el mundial de la “pura” Inglaterra  en 1966 (un país que esclavizo a la India durante siglos, a  Sudáfrica (1948-1994), a Hong Kong (que la liberó en 1997) y tiene “presa” a Las Malvinas, confirmando sus nefastos antecedentes de opresión de toda índole); nos deja afuera del mismo.

En el mundial del 70 sufrimos el cambio de sede para enfrentar a Brasil y llevarnos a la eliminación.

A nivel de clubes Peñarol de 1966 “sufrió” para encontrar fuera de la cancha un triunfo con Deportivo Galicia de Venezuela por inhabilitación del compatriota Leopardi; sino no sabemos si hubiera  llegado a ser campeón de América y del mundo como lo fue.

Nacional llegó  a lo máximo en 1988 como campeón  del mundo forzando con un empate (2-2) a los “sufridos” penales donde el convertido por “Tony” Gómez les haría besar la Copa.

Nuestra selección para ir al mundial de Sudáfrica volvió a otro “parto sufrido” con Costa Rica; y no me digan que con el penal de Sebastián Abreu en ese mundial 2010, alguien no sufrió.

Entonces cuando vemos una selección uruguaya juvenil o mayor buscando su camino a un mundial, les pido a los compatriotas que “Paren de sufrir” porque así es nuestra característica histórica en el futbol con nuestros éxitos o fracasos. Muchísimas glorias vinieron luego de sufrir. El camino jamás fue fácil.