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POCA CHISPA …GRAN LLAMA




Oscar Tabárez, director técnico de la selección uruguaya.


22 octubre, 2018
Columnistas

Jorge Crosa: Columnista

Alejándonos de la tristeza que nos causa a todos, ese tema de los inflables con los nombres de aquellos que murieron por ser partidario de un club, por ir al fútbol y nada más que eso, porque la amargura, ese síndrome de asco que nos queda de ésta circunstancia no da para más.

Además el perdón pedido por el responsable de la acción, acaso minimice la angustia de una familia.

Eso ya pasó, hay que alejarlo de nuestras mentes y como no tiene una explicación lógica, sí una disculpa, no hay que pegarle más al yunque, aunque haya dolido y sea ya un triste episodio, uno más de un deporte que no merece que estas cosas sucedan.

No es a modo de comparación, pero el mundo está convulsionado y suceden casos más graves y nadie pide perdón disculpas por hechos anormales y sin razonamiento.

La autoridades legislarán en la materia y se verá. El mal momento de una familia y amigos quedará con su amargura y tristeza y lo lamentamos todos.

 

DERROTA Y TODO MAL

 

Vayamos a otro tema que nos ocupa en la jornada y tiene que ver con el alzamiento de voces en contra de la actuación de los uruguayos en su gira y sus dos partidos perdidos contra República de Corea y Japón.

Sí, es cierto, nos dolió caer, como es normal, pero nadie quedó conforme, ni tiene un justificativo sustantivo.

No voy a hablar ni de técnica, ni de apellidos, ni de cambios, ni de estrategia.

Pero, por ejemplo, en el mundial de Rusia hicieron siete goles, venciendo a Egipto, Arabia Saudita, Rusia, el local y Portugal.

Recibieron tres goles, uno de Portugal y dos de Francia.

Quedamos quintos en el mundo y recuerden que faltó Cavani en partido decisivo contra Francia.

Se dedicaron a cerrarle la puerta a Suárez y lo marcaron tres franceses. Listo.

El detractor ve todo mal. Y también lo respetamos.

El orgullo de hacer un buen trabajo, también hay que considerarlo, terminamos quintos, por encima de varias potencias mundiales y es, para el “contra”, como si no hubiese pasado nada. Como que es normal.

Y eso está pésimo. No es de buen deportista no reconocer la gestión positiva, cuando ésta aparece y sí siempre destacar lo negativo.

Digamos que es propio de ciertos uruguayos, no la mayoría, felizmente.

Para muchísima gente, gran actuación celeste, para otros, no.

Nosotros opinamos que fue una actuación digna y que nos fortaleció en el mundo.

Pero …

Llegaron los amistosos contra México, se le ganó 4 a 1 y con buen juego.

No se escucharon las “malas voces”. Bueno fuera …

Y después nos ganó República de Corea 2 a 1 y Japón 4 a 3, en los dos faltó Suárez, pieza como un alfil en el ajedrez, una torre de ventaja, o un  caballo, esto en el juego arte.

Y se sintió, claro. Argentina juega distinto sin Messi, por más que digan que no rinde, como en el Barcelona, Brasil sin Neymar en condiciones es otro y no le perdonaron la derrota ante los belgas.

 

TODOS SABEN, TODOS CRITICAN

 

Pero, es el fútbol, opinable, controvertido, todos saben, todos “no” saben …

Entonces, decíamos, pierde Uruguay y ya Tabárez no sirve, el equipo está pésimo presentado, no se repara en la ausencia de Suárez y la dejan pasar, todo está mal para el aficionado voraz, ése que no le importa nada y quiere que ganemos todos los partidos por 3 a 0 …

Nosotros también queremos eso, pero la realidad es que el fútbol de los asiáticos cambió para bien y a nosotros nos faltó una figura trascendente.

No es por eso, exclusivamente, que se perdió, pero el negativismo vence en estos casos.

Todo está mal.

Desde el cuerpo técnico hasta el último celeste.

 

EL EXITISMO NOS AGOBIA

 

“Poca chispa, gran llama provoca”, alguna vez citó Dante Alighieri, el poeta italiano, creador de la Divina Comedia, esto es, Infierno, Purgatorio y Paraíso …

Por ahí transita el fútbol uruguayo.

Sin término medio, un infierno cuando perdemos, soportamos el purgatorio cuando ganamos o tenemos una correcta actuación y el Paraíso en victoria,como Dante cuando ve la luz de Dios en la obra de Alighieri.

Somos eso. Y no vamos a cambiar nunca, eso es seguro, porque si Uruguay no es Campeón del Mundo, siempre habrá jugado regular, mal y hasta peor.

El exitismo nos agobia.

También atrofia.

Ahora viene la Copa América.

Y recordamos una frase del gran poeta  para el colofón de nuestra visión singular del fútbol uruguayo …

” Las cosas más perfectas son también las más susceptibles de recibir tanto aprecio como maltrato”.