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Primer tiempo: Justa igualdad




André Carrillo sufre en primer plano, detrás Carlos Sánchez festeja el gol uruguayo.


28 marzo, 2017
Sin Categoría

André Carrillo sufre en primer plano, detrás Carlos Sánchez festeja el gol uruguayo.

André Carrillo sufre en primer plano, detrás Carlos Sánchez festeja el gol uruguayo.

Escribe Atilio Garrido / Fotografías Fernando González

Salieron los equipos a la cancha, se alinearon para escuchar los himnos de cada país. Apareció en ese instante la primera gran diferencia con relación al partido del jueves ante Brasil. En dicha ocasión nos sorprendió la talla portentosa de todos los futbolistas brasileños,  quienes superaban en amplia forma a la de los uruguayos. Aquí, en Lima, la imagen fue totalmente al revés. Los orientales se parecían a los brasileños del estadio Centenario. Superabann en talla física y musculatura a los peruanos. La constatación, permitía deducir que el liviano conjunto que dirige el argentino Gareca, sería –como lo fue- muy veloz para progresar en el campo de juego.

Al llegar al cuarto de hora el partido se presentaba equilibrado, con Perú presionando en el medio campo de Uruguay, volcando el juego ofensivo por el sector derecho de la defensa oriental. La diferencia entre ambos radicaba en la forma de encarar la progresión atacante. Los incaicos colocando la pelota al piso, hilvanando pases y tocando en corto. Los celestes recurriendo al pelotazo como salida al avance, lanzados generalmente por el zaguero Giménez. En ese lapso del partido, un gran ataque llevado por Cavani por la banda izquierda de la defensa peruana, culminó con perfecto habilitación para Carlos Sánchez que remató al arco de primera, como venía, cuando Suárez reclamaba el pase por el centro del área.

Cuando el reloj comenzó a transcurrir el segundo cuarto de hora, el dominio de Perú se acentuó. Siempre con la pelota a ras del suelo y siempre atacando por la zona izquierda de la defensa oriental, llegaron varios situaciones peligrosas. Paolo Guerrero se tornó incontenible, no sólo como definidor sino también como armador. En una instancia persiguió una pelota sobre la zona derecha del área grande de Uruguay, le ganó la posición a Godín quién debió cortarlo con infracción. En la jugada siguiente, ganándole la espalda a Gimenez, pudo estar el tanto de apertura de Perú. Realizó gran maniobra en el aire ante la salida de Muslera y su toque corto se perdió junto al palo izquierdo del arco oriental.

Abrumado por el juego peruano, la dupla de fenómenos de Uruguay apareció como la única resistencia para contener el aluvión del equipo local. Ante la ausencia de algún elemento que pudiera bajar la pelota en la media cancha celeste, y progresar con ella ensayando alguna jugada atinada, apareció el Suárez cada vez más jugador. En una incidencia, en posición de No. 10 recibió la pelota en la puerta del área, habilitó a Sánchez dejándolo sólo, cara a cara frente al golero Gallese. Sánchez volvió a pegarle a la pelota de primera. Alto, por encima del horizontal, a las nubes. La jugada referida cortó el asedió sostenido que Perú imponía sobre la defensa oriental.

El dueño de casa no se amilanó. Continuó avanzando con en la forma preestablecida, haciendo circular la pelota, buscando en la mayoría de las ocasiones la zona defensiva derecha de Uruguay. En una nueva maniobra, cubriendo la espalda de Giménez, Godín cerró tirando la pelota afuera.

Cuando Perú retomaba su asedio, apareció el Suárez-jugador genial. En un ataque enredado de Uruguay por la izquierda, la pelota derivó nuevamente hacia Suárez, en posición de No. 10, peleando cuerpo a cuerpo con Araujo. El fenomenal jugador oriental ganó la posición y envió un nuevo pase –el segundo- para Sánchez que ingresaba solo por la derecha. Por tercera vez Sánchez le pegó a la pelota como venía, defectuosamente en esta ocasión. El remate picó en el suelo, se elevó sorprendiendo al golero Gallese y se metió en el arco. Gol de Sánchez. Notable acción de Suárez. Corría el minuto treinta y dos.

Casi sin tiempo para degustar la ventaja parcial, cuando parecía lógico que Uruguay no cometiera el mismo error que permitió a Brasil empatar inmediatamente el jueves pasado, el equipo –o quién debió actuar para que ello no ocurriera- se mantuvo en posición ofensiva. Tendido en el ataque, Yotún recogió una pelota sobre la franja derecha del equipo oriental, en zona defensiva, elevando un pase muy largo y aéreo que cayó metros más adelante del círculo central, sobre la zona izquierda de la defensa. Corrieron Godín y Guerrero en su disputa. La potencia física del peruano pudo más que el capitán oriental, le ganó la posición al entrar al área, salió Muslera en un intento por taparlo, sin poder evitar que el remate se convirtiera en el rápido gol de la igualdad.

A partir de ese momento, minuto 35, el partido se niveló en un rápido ida y vuelta. Si bien es cierto que Perú dispuso de algunos remates sin dirección desde las inmediaciones del área, la jugada más clara para desequilibrar el marcador correspondió a Uruguay. En esta ocasión Sánchez en posición de entreala derecho cortó la pelota para el ingreso de Suárez quién –por primera vez- ocupó su posición neta de atacante por esa zona, “su” zona de influencia. Ingresó al área y metió el pase tajante al área chica por donde ingresaba Cavani. El arrojo del golero Galleses generó el amontonamiento de hombres, la pelota quedó boyando, hasta que el juez marcó infracción por la arremetida de Suárez.

El resto de la etapa dejó lugar para la amonestación de Tapia en Perú y la salida del veloz Cueva –lesionada- siendo sustituido por Hurtado.

La igualdad surge como justa al cabo de los cuarenta y cinco minutos iniciales. Si bien es cierto que los peruanos crearon momentos de zozobra y angustia, por nuevas reiteradas debilidades de la defensa oriental –llamativamente volvió a encontrarse nervioso Godín-, tampoco deja de ser verdad que, salvo en la ocasión del gol de Guerrero, no lograron generar jugadas de gol inminente, cuando queda cara a cara el atacante con el portero. En cambio, sin realizar una gran exposición, carente de jugadas hilvanadas, la magnífica construcción ofensiva en poder de Suárez, con el aporte de Cavani, originó cuatro situaciones claras de gol. Tres de ellas donde quedó destapado sólo por la derecha Sánchez y la última, en la arremetida de Suárez, también por la derecha. En este sentido, Uruguay tuvo la virtud –sin duda alguna planteada por el entrenador récord mundial Oscar Tabárez- de aprovechar para definir las jugadas la banda izquierda de la defensa de Perú, donde hizo agua Miguel Trauco, quién continuó jugando como lo hace en el Flamengo. Es decir, yéndose permanentemente al ataque descuidando sus espaldas.

 


Etiquetas: selección