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Siviero en el palco de prensa




Jorge Siviero en el palco de la prensa.


15 noviembre, 2016
Sin Categoría

Jorge Siviero en el palco de la prensa.

Jorge Siviero en el palco de la prensa.

Escribe Atilio Garrido / Fotografías Fernando González (enviados especiales)

JORGE SIVIERO: Este viaje a Chile se ha convertido un poco en algo así como la noche de la nostalgia propia. Señalé en crónica anterior el reencuentro con Rubén Morales, el famoso Copa, puntero derecho de los de antes, pegado a la raya, esperando el pase para accionar su gran técnica y velocidad. Ese encuentro fue en el hotel. Aquí, en la tribuna de prensa del Estadio Nacional, se sentó a mi lado para charlar un rato largo, Jorge Siviero. Está igual físicamente, con cara tallada por el paso de los años que van dejando su marca, aunque mantiene el abundante pelo de antaño, con el jopo grande teñido por las nieves del paso del tiempo. Siviero era un centrodelantero de área, incisivo y goleador. Hijo de un bodeguero de Canelones, con un nivel cultural superior al de la media de aquel entonces, empezó en Racing. Pronto logró destaque a fuerza de goles. Un año en Sud América lo llevó a ocupar un lugar en el plantel de Uruguay que conquistó la Copa de Oro de campeones mundiales en enero de 1981. Pero, claro, era el suplente de Waldemar Victorino, que por aquel entonces estaba fatal. Se lo llevó Cobreloa de Chile y acá, en esta tierra, desarrolló una tan extensa como exitosa carrera que le reportó un amplio bienestar. Buen administrador de sus ingresos, cultivó sus amigos en las tradicionales ruedas del club Naútico, allá en la costa, donde la brisa suave que llega del mar anima –aún hoy- las tertulias de los viejos futbolistas que allí se juntan. Siviero vive en Viña del Mar e inició su tarea de periodista radial, que apoya con su léxico cuidado, sus expresiones siempre correctas y el atinado manejo del idioma. Le comenté el encuentro con Copa Morales, a quién ve todo los días para curtir la “uruguayés” y la nostalgia por el pago lejano.

CALENTAMIENTO: Reiterando lo acontecido en Barranquilla, los jugadores de la selección oriental no salieron al campo de juego a realizar el precalentamiento físico. Sólo los tres goleros. Una vez más por disposición del Prof. Herrera, se movilizaron en los espacios interiores de la tribuna contigua al vestuario.

REPLETO: El sector destinado a los uruguayos que –insisto- los televidentes verán en lado izquierdo de su pantalla, como una franja celeste y blanca que cae desde lo alto de la tribuna casi hasta el córner de ese sector de la cancha, está repleto. Son 1.500 compatriotas que están allí ubicados. De toda la presente eliminatoria, creo que después de la cantidad de uruguayos que viajaron a Mendoza para asistir al cotejo ante Argentina, esta es la que sigue en adhesión de viajeros detrás del equipo compatriota.

CREO EN LA ROJA: Cuando salieron a la cancha los equipos encabezados por los árbitros, en la tribuna frente a la oficial –la Olímpica en el Estadio Centenario- todos los aficionados que ocupaban la misma tenían en sus manos carteles de colores blanco y rojo. Con los blancos, en toda la extensión de la tribuna, construyeron la frase CREO EN LA ROJA, sobre un fondo totalmente rojo. Se los cuento porque esto no lo deben haber observado por la televisión, ya que esa tribuna la enfocaba la televisación de la señal local para Chile.

Fernando Muslera se ejercita en la cancha, observado por Celso Otero.

Fernando Muslera se ejercita en la cancha, observado por Celso Otero.