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Tiren la toalla




Stephen Curry, MVP de la temporada y actor de lujo de los playoffs


25 mayo, 2015
Básquetbol

Con su insólito virtuosismo y su irrefrenable manía de brillar en el básquetbol como si se tratara de un juego de niños y no de una competencia feroz, Stephen Curry, el ganador del premio al Jugador Más Valioso de la temporada, sigue deslumbrando en los playoffs. Ahora, Golden State está a un solo paso de llegar a las finales de la NBA y de alcanzar un título que no obtiene desde 1975, cuando su figura más notable era Rick Barry.

Pero Curry no solo no le teme a las instancias difíciles: a cuatro décadas de aquella gloria, tampoco le teme al fantasma de Barry, pues el sábado por la noche Steph robó dos pelotas, dio siete asistencias, acertó siete triples y convirtió 40 puntos en el partido que su equipo le ganó por 115 a 80, y como visitante, a los Houston Rockets.

Sin embargo, los Warriors logaron por un estrecho margen el primer encuentro de la serie y, de no haber sido por la falta de audacia del técnico Kevin McHale y por la obstinación de James Harden en los últimos segundos del segundo, lo hubieran perdido con justicia. Pero los análisis contrafácticos no tienen sentido, y lo único que importa es que Golden State lidera la llave 3 a 0 y que será, con pasmosa facilidad, finalista de la NBA.

Atrás habrá quedado entonces Houston, al que no le alcanzó con haber eliminado en la semifinal de conferencia, y gracias a tres victorias consecutivas, a Los Angeles Clippers, que a su vez habían eliminado al campeón defensor San Antonio Spurs.

Pocos podrán considerar un fracaso absoluto esta temporada de los Rockets, pero si hay algo que es seguro es que, para alcanzar el anillo, la franquicia deberá encarar un abordaje integral y fuertemente autocrítico de cara a 2016. Dicho esto, todavía quedan algunos partidos -ojalá, por el bien del baloncesto que al menos dos- para seguir maravillándose con los Warriors antes de que despidan definitvamente a los Rockets. Ese goce surge de la inhumana capacidad de Curry a la que ya nos referimos en el artículo anterior de esta sección, pero también del privilegiado cerebro del técnico Steve Kerr, quien permite que sus jugadores defiendan a muerte sin dejar de ser espectaculares cuando atacan, roten la pelota con un ritmo y una precisión asombrosos y, algo raro en este tipo de instancias, disfruten. Habrá que ver si, ya en la parte más importante de su joven vida como entrenador, Kerr mantiene la sabiduría para rotar al plantel de tal manera que no se pierda la esencia del “estilo Warrior” y de que ningún talento sea subutilizado, como ocurre ahora con el excelente pívot y ala-pívot David Lee.

LeBron James tiene todo pronto para amargarle la vida a los Warriors

LeBron James tiene todo pronto para amargarle la vida a los Warriors

Si quienes solemos quejarnos del nivel poco competitivo de la Conferencia Este no admitiéramos que el tercer partido de la final de conferencia tuvo un nivel notable, no seríamos honestos. Porque así como, a caballo de siete bombazos desde atrás del perímetro, Stephen Curry se convirtió el sábado en el jugador con más triples de una postemporada en la historia superando a Reggie Miller, LeBron James, una noche después y sin la compañía de Kevin Love, lesionado por lo que queda del año, y de Kyrie Irving, quien no pudo estar en el segundo y en el tercer partido de la final de la Conferencia Este, pasó a Karl Malone y se transformó en el sexto mayor anotador que los playoffs han dado en todos los tiempos.

Este récord, al frente del cual solo tiene a Jordan, a Abdul-Jabbar, a Kobe Bryant, a Shaquille O’Neal y a Tim Duncan, fue establecido a lo largo de 171 partidos en los que James metió 4782 puntos.

El último de ellos, que sirvió para que su plantel, robustecido por el juego exterior de Iman Shumpert, de Matthew Dellavedova y de J.R. Smith, así como por los 37 puntos, 18 rebotes y 13 asistencias del propio James, se impusiera a los Hawks por 114 a 111 puntos, exhausto y en el alargue, le puso punto final de hecho a una serie en la que el brillante sistema de juego asociado de Atlanta no pudo deslumbrar ni siquiera al principio, pues el club de Jeff Teague, de Paul Millsap y del ahora lesionado Kyle Korver perdió sus dos primeros duelos como locatario.

De todas maneras, la campaña de Atlanta, que acabó primero la temporada regular en el Este gracias a aquel sistema concebido por el técnico del año Mike Budenholzer, ha sido extraordinariamente buena. Lo que no quiere decir que, con una desventaja de 0-3, no deba hacer lo mismo que los Houston Rockets: tirar la toalla.

Quienes no la tirarán serán los amantes del buen baloncesto, y para ello hay muchos más atractivos que el que obviamente se encuentra detrás del póster que enfrenta a Curry con LeBron. La mentalidad de uno y otro equipo, alejada, por poner solo dos ejemplos, del bodrio ultradefensivo de Memphis y del esquema clásico y brillante pero poco espectacular de San Antonio, es el principal de ellos. Porque lo que los Golden State Warriors y los Cleveland Cavaliers han venido a decirnos esta vez es que, sin renegar de la seriedad que toda competencia de elite trae aparejada, todos nos podemos divertir.

 


Etiquetas: NBA nota fija Playoffs