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“Tito” Goncálvez, comienza la leyenda …




Esta imagen fue captada por Fernando González, con quién Néstor Gonçalvez trabó una intensa amistad en las décadas finales de su vida. Era la fotografía predilecta del Tito. Le pidió copia para regalarle a sus hijos y a sus nietos. Aparece en capitán y caudillo, con su rostro curtido por las mil batallas que libró en la cancha. Luce en su dedo anular un anillo con el escudo de Peñarol, su gran y eterno amor, que le obsequió en un momento de su actuación en el club. En sus ojos y en la actitud, la vejez no le había borrado ese gesto fiero de los que nacieron para ser caudillos.


29 diciembre, 2016
Columnistas

“Estábamos en el horno en Chile, 0-2 y esa garra, que se yo, esa fuerza interior que le dicen garra, que es vergüenza, coraje, valentía y demás nos puso en el camino de la gloria”

Eso nos contaba el Tito Grande, hace ya siete años, en Paraguay, en el 2009, cuando la Conmebol le entregó un reconocimiento por aquella primera Copa Libertadores de América, tema que ya abordamos en su momento.

Pero ahora, aquella hazaña de Peñarol, va quedando en la memoria colectiva y personal como algo más grande aún, porque el Tito, ya no nos podrá contar cómo fue que Carrizo la paró con el pecho y …GONCALVEZ-CAMPEON-DEL-SIGLO

“Sí, nos calentó poquito, para que te voy a mentir, nos dolió y salimos a gritarle a Alberto (Spencer) ¡dale Alberto, siga metiendo que no pasa nada!”

Temperamento, fuerza, clase …

“Sí, esa fue la mejor final de todas, nos jugamos la vida y algo más, es la rebeldía, es todo eso que te sale y hay que tener un poquito de suerte también porque la moza no viene sola, hay que ayudarla y traerla al equipo” …

Así nos contaba el Tito Grande, aquella final del 1966 … hace casi 50 años, nada menos

“Muchas cosas del fútbol las tenés que aplicar a la vida y marchas notable”.

“Nunca todo está perdido, nunca.”

Esta sentencia final de Néstor, Tito, Goncálvez, nos hace reflexionar en el cierre de su tiempo, de su vida …

Estuvimos hace unas horas con él, entramos a la sala 219, junto a nosotros, su querida señora esposa …”está delicado, esa es la verdad … pero …”

La esperanza, claro, la perdemos al cierre y nada más.

Gervasio Gedanke también con nosotros en la sala, nos miramos, simplemente …

– Es fuerte, dijimos casi simultáneamente, eso, es fuerte …

– Es bravo el partido, fue la expresión cuando nos abrazamos con Jorge, su hijo, el Tito chico … “sí, es bravo …”

Sé que las crónicas se llenarán de datos históricos sobre su carrera, pero yo escribo del Tito Grande, ahora, acaso argumentando aquella gran final del 1966, cuando los recibimos en el móvil Celeste y Blanco de la Pantera Radio Sport (así le habíamos bautizado,) y gritábamos por todo el recorrido montevideano ¡Peñarol Campeón de América, Peñarol nomás!, ¡Uruguay que no ni no!!!!

Hace 50 años … toda la historia se nos viene a la mente y recordamos aquel relato del único, del genio de Don Carlos Solé:

” Prepárense los afionados uruguayos y peñarolenses allá en Montevideo, porque este partido está ganado y si permiten la expresión, que no es académica, pero bien gráfica, está ganado … ¡a lo macho!

Los historiadores dirán lo suyo.

Me quedo con su mano y la mía apretada en ese saludo … que sería final …

“Está delicado sí, pero …”, repetía su señora …

El abrazo a Jorge chico, la fuerza interior que me contó el Tito hay que tenerla ahora porque marcó una historia fantástica, de las que no habrá repetición …

Los grandes son así, irrepetibles.

Un campeonazo, amigo, guapo, sí ….

“Muchas cosas del fútbol las tenés que aplicar a la vida …” me dijo.

En eso estoy …

Se fue un grande, un enorme y ¿ sabe que, mi amigo ? …

Seguirá siendo grande porque no lo vamos a olvidar nunca …

Se fue al vestuario final, sin hacer mucho ruido, ni lesionado, ni nada …

No quiso jugar más, se fue el campeón …

¡Salú Tito grande, capitanazo de capitanes, gloria contigo en donde te toque jugar!

¡Y ganarás “a lo macho”!, como toda la vida …

Y como vos dijiste:” Nunca está todo perdido. Nunca”

 


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