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Uruguay debe impedir remates desde fuera del área




Si Uruguay deja patear de lejos, Muslera tendrà tremendo trabajo. Aquí captado durante el viaje a La Paz.


16 octubre, 2012
Selección

El técnico de Bolivia, Xavier Azcargorta, ha ordenado a sus jugadores que rematen permanentemente desde fuera del área. Los celestes tienen que poner atención a este problema que adquiere vital importancia.

Si Uruguay deja patear de lejos, Muslera tendrà tremendo trabajo. Aquí captado durante el viaje a La Paz.

Escribe: Atilio Garrido / Foto. Fernando González (enviados a La Paz)

En el partido que dentro de instantes van a disputar Uruguay y Bolivia se va a generar una situación que se repite en cada ocasión que el dueño de casa actúa en el estadio “Hernando Siles”. Me refiero a los remates permanentes y constantes que ensayan desde fuera del área.

En ese sentido, el actual técnico español de Bolivia, Xavier Azcargorta, conocedor de esta situación, ha inculcado a sus hombres de ataque y medio campo para que rematen al arco constantemente una vez que pisan las inmediaciones del área grande. ¡Así llegó el gol del empate ante Perú! ¡Así buscarán esta tarde convertir en el arco de Muslera!

Para la estrategia planteada por Bolivia existe el antídoto que debería ensayar el técnico Tabárez. ¿Cuál es?

Colocar la línea de cuatro final y mantenerla sin desarmarse, en tanto un jugador del medio campo, debe pararse en el centro de la media luna. Desde allí, desde esta posición estratégica, tiene que atender especialmente a los adversarios que llegan con la pelota a esa zona, para impedirle el remate. Es decir, evitar dejar el hueco para que ensaye el shot a la portería. Ese lugar que el jugador indicado para cubrir la función debe cumplir, antiguamente se llamaba “volante tapón”, en tanto el fútbol de Brasil lo denominaban “cabeza de área”.

Esto que parece una simple tontería, no es tan fácil de llevar a la práctica con el sistema que utiliza el “doble cinco”. ¿Por qué? Porque, justamente, el “doble cinco” elimina la presencia del centre half como patrón del campo, plantado en la mitad de la cancha y retrocediendo, también por el centro para replegarse delante de su línea final.

El “doble cinco”, divide la mitad de la cancha en dos, quedando encargado cada uno de un sector –derecho o izquierdo–, pero nadie se ocupa del centro. Dudan entre “si me toca a mí o te toca a ti” y así se abren los boquetes que culminan con el remate franco al área, desde mucha distancia, amparados porque en la altura “la pelota dobla”. ¡Se mete en el arco!

¡Ojalá el entrenador Tabárez, conocedor del tema como pocos, haya adoptado las debidas precauciones para solucionar este problema que se va a plantear, continuamente, durante el juego de hoy!