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Irrazábal, figura de la etapa




Una fortaleza en el arco de La Fortaleza


18 noviembre, 2016
Fútbol Uruguayo Primera

Una fortaleza en el arco de La Fortaleza

Yonatan Irrazábal: una fortaleza en el arco de La Fortaleza

Fue el mejor jugador de la etapa, la fortaleza en el arco albiceleste, decisivo en el empate que con diez jugadores Cerro obtuvo ante Nacional manteniendo su arco en cero. Yonatan Irrazábal volvió por sus fueros, luego de quedar libre tras ocho años en el Primero de Defensor Sporting y un intento fallido en Argentina.

El periplo argentino

Estuvo en agosto un par de semanas en Argentina.

“Llegué a Guaraní Antonio Franco (Misiones, Argentina), firmé contrato con el club, después hicimos partidos amistosos, empecé a jugar con el equipo suplente y me empezaron a meter excusas de temas económicos y temas deportivos y salió todo mal. No me iban a dar lo que yo había pedido. Después vi que el club por muchos lados debía plata, a otros jugadores, entonces  me vine porque dije “para pasar mal allá vengo para acá a buscar un equipo en Uruguay para estar cerca de mi familia”.

La fortaleza del Cerro

"Apoyás la cabeza en la almohada con el sueño de estar en la Selección"

“Apoyás la cabeza con el sueño de  Selección”

“El 3 de setiembre fue mi primer entrenamiento en Cerro y pronto me adapté. Por suerte se dio un partido lindo el otro día contra Nacional, que pudimos rescatar ese punto, jugando la mayor parte del tiempo con un hombre de menos y la verdad se dobló el esfuerzo de todos mis compañeros. Corrieron muchísimo, se marcó muchísimo y lamentablemente no pudimos llevarnos la victoria por poco. Ahora viene otro equipo grande que está necesitando puntos para salir de ahí abajo y nosotros también necesitamos puntos para ir peleando por la Copa”.

Una vida en Defensor

“El baby fútbol lo hice en el Niágara y después en el Ciclón del Cerrito, aunque soy de Jardines del Hipódromo, pero un compañero del Ciclón del Cerrito me dijo para ir a Defensor. Fui, me probé, me gustó. Me acuerdo que estaba el Profe Santos, excelente. Tenías que llevarle el carné del liceo y si tenías más de tres bajas no te dejaba entrenar. Arranqué en las formativas de Defensor en el 2000 y en el 2008 me subió el Polilla (Jorge Da Silva) a Primera”.

Cuando dejó Defensor, ocho años después, fue un momento muy duro en su carrera, pero se encontró con la fortaleza.

“Cerro es como un grande”

“Cerro es un club donde me abrieron las puertas, donde llegué la primera vez que me pasa esto de quedar libre después de haber estado toda mi vida en Defensor y tengo que agradecerle a Cerro porque me abrió las puertas y porque me dio la oportunidad.

Me sentí espectacular, por el grupo humano, los dirigentes también se portaron bien conmigo, el técnico (José Puente) también aunque no me conocía pero me dio la confianza porque me vio muy bien en los entrenamientos.

Más que nada eso y la gente también. Cerro es como un equipo grande, la verdad. La gente, anímicamente, te levanta”.

La Selección: el sueño eterno

"Aprendí que uno a veces se descansa pero no hay que bajar los brazos"

“A veces se descansa,  no hay que bajar los brazos”

“Yo estuve en la Selección en Sub-17 y en Sub-20. Conozco más o menos la ideología del Maestro. La verdad, yo sabía que iba a tener varios éxitos por la forma de trabajar de él, la verdad que es excelente y a la mayoría de los que están hoy en la mayor, los tuve también de compañeros y sé cómo trabajan, cómo dejan todo por la Selección. O sea, eso a uno lo llena de alegría, hace que la siga más.

Uno siempre sueña estar en la Selección mayor, sin duda, Ese sueño nunca se borra. Apoyás la cabeza en la almohada con ese sueño, porque trabajás todos los días para llegar a la Selección de tu país y representarlo.

La fe en Dios

“Lo que aprendí de todo esto es que en Defensor la verdad yo tenía todo en la mano, y uno a veces se descansa en las situaciones esas.

Después que me pasó esto de quedar libre, de empezar a buscar equipo por todos lados, me aferré a la fe en Dios, soy bastante creyente y puse toda la fe en Dios y también en no bajar los brazos.

Mi familia y mis amigos me dieron todos fuerza para estuviera convencido de que yo en cualquier momento iba a encontrar un equipo e iba a demostrar cómo soy como golero y cómo persona.

En síntesis, no bajar los brazos nunca. Seguir trabajando siempre”.

Una fortaleza en el Cerro de La Fortaleza, Yonatan Irrazábal.

Yonatan Irrazábal: otra fortaleza del Cerro

Yonatan Irrazábal: otra fortaleza del Cerro


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