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Borges debutó en Peñarol con 18 años cuando los titulares estaban en Maracaná




En el Miuseo de Peñarol fue captada esta imágen. Carlos Borges junto a la réplica de la Copa LIbertadores y en la fotografía aparece en el equipo en sus tiempos de juventud como puntero izquierdo junto a Hohberg y Spencer en la línea delantera.


6 febrero, 2014
Pelota al medio

Primera entrega de la biografía de Carlos Borges, un grande de verdad del fútbol uruguayo que no tuvo en vida el reconocimiento que su trayectoria exitosa mereció. Recordamos su infancia en el Buceo, su llegada a Peñarol con 16 años y su debut en el plantel principal cuando las grandes estrellas de “La Máquina de 1949” se vestían de celeste en la Copa del Mundo de 1950. Y dejamos en evidencia los errores de Wikipedia, que en la ficha de Borges indica que fue Campeón Uruguayo de 1949 y 1951. En esos años el “Lucho” estaba en la 3a. división, no jugó partido en el primer equipo en la Copa Uruguaya y por lo tanto no pueden incluirse esos títulos en su gloriosa trayectoria. La FIFA es muy clara en este aspecto. Solo son Campeones los que pisan la cancha durante partidos de la competencia en disputa. Si no ingresan “a jugar”, aunque integren hoy la lista de suplentes -en aquel tiempo no existían los cambios-, no adquieren el título. Vamos a la primera entrega de la historia gloriosa del “Lucho”.

En el Miuseo de Peñarol fue captada esta imágen. Carlos Borges junto a la réplica de la Copa LIbertadores y en la fotografía aparece en el equipo en sus tiempos de juventud como puntero izquierdo junto a Hohberg y Spencer en la línea delantera.

En el Museo de Peñarol fue captada esta imagen. Carlos Borges junto a la réplica de la Copa LIbertadores y en la fotografía aparece en el equipo en sus tiempos de juventud como puntero izquierdo junto a Hohberg y Spencer en la línea delantera.

PRIMERA NOTA: Escribe Atilio Garrido

Aquellas familias de comienzos de la década del treinta se caracterizaban por tener muchos hijos. Tiempos sin píldoras anticonceptivas y otras yerbas, los matrimonios procreaban. Un salteño fanático de Peñarol, empleado público, que trabajaba en la UTE, tuvo cinco hijos con su esposa, una argentina a la que conoció en Montevideo. Se afincaron en el Buceo, cuando la zona era un descampado de casitas bajas, habitada por familias cuyos integrantes se ganaban el pan con el sudor de su frente. Carlos Borges nació en ese ámbito en 14 de enero de 1932.

Su infancia fue una pelota de trapo. Confesaba siempre que era un maestro para construir aquellos adminículos que se usaban en todos los picados de los barrios montevideanos, cuando conseguir una pelota de goma era un gran lujo que obligaba a romper la “chanchita” de los ahorros. Las pelotas de trapo se confeccionaban con viejas medias de nylon de las madres o, a vedes, con calcetines de los hombres. Pero las mejores eran con medias de mujer. En la Quinta del “Turco” Elías o en la rambla del Buceo, aquel botija que fue “Lucho” desde siempre, empezó su eterno romance con el fútbol.

 CON 16 AÑOS EN LAS INFERIORES DE PEÑAROL

La escuela fue un recuerdo que quedó en cuarto año. Cómo había que aportar a la olla para alimentar una familia de siete integrantes, empezó a trabajar en la gomería de un tío. “Lucho” ya era figura del Edison, uno de los cuadros fuertes del Buceo, donde se mezclaban hombres con gurises como “Lucho”, que sobresalían por sus condiciones. El padre, amante del fútbol, con asistencia dominguera al Estadio Centenario para hinchar por Peñarol, advirtió que “Lucho”, su hijo, jugaba muy bien a pesar de su corta edad. Resultaba imparable para los mayores que no podían controlar su velocidad y su increíble dominio de las dos piernas para manejar y pegarle a la pelota.

Una tarde leyó en “El Diario” que Peñarol convocaba a aspirantes al comienzo de la temporada de fútbol de 1948, muy diferente a la de ahora, ya que la misma respetaba el año calendario. No dudó, ni lo pensó dos veces. Agarró de un brazo a su hijo, cruzaron toda la ciudad en ómnibus y se hizo presente en “Las Acacias”. El botija tenía 16 años. Así, con la velocidad del rayo, comenzó la que sería una extensa, exitosa, gloriosa e inolvidable trayectoria de Carlos Borges en el fútbol de Uruguay y el mundo.

 DEBUTÓ EN EL PRIMER EQUIPO DE PEÑAROL CON 18 AÑOS

Aquel gurí que se hizo famoso en todos los campitos del Buceo y al que conocían tan sólo por el apodo de “Lucho”, estaba adornado de estimables condiciones. De talla pequeña, lejos de exhibir debilidad, su físico tenía musculatura y complexión de pequeño luchador. Un amplio torso y enormes “morras” –como se expresaba entonces para resaltar a los jugadores de gran musculatura en la parte alta de las extremidades-, además de velocidad y un increíble dominio de ambas piernas, lo llevaron a que rápidamente integrara el plantel de la 3era. División Especial, antesala de la “Reserva” y el “primer equipo”, según las definiciones de la prensa de entonces. Justamente, en ese 1948, Peñarol disponía en el nivel superior, de una cantidad de jugadores jóvenes algo mayores que el “Lucho”, que hoy resultarían estrellas de nivel mundial y que en aquel tiempo aún no lograban explotar y trascender con grandes titulares en la prensa. Eran Oscar Omar Míguez, Alcides Edgardo Ghiggia, Antonio Sacco, Hugo Villamide y Julio César Abbadie. El adelantado de esa generación, siete años mayor que “Lucho”, era Juan Alberto Schiaffino quién ya ganaba las marquesinas después de su insólito debut con la celeste en diciembre de 1945 sin haber debutado con la camiseta aurinegra en el primer equipo. De la 3a. división al combinado de Uruguay. Completaban la nómina de atacantes titulares, figuras de renombre como el hermano de Schiaffino, Raúl, al que llamaban “El pequeño Maestro” por Piendibene, Julio César “Poroto” Britos, Juan Pedro Riephof, José María “Solito” Ortíz, Ernesto “Patrullero” Vidal, José Antonio “Carajito” o “Toto” Vázquez, Nicolás Falero, Lorenzo Pino. Y de “yapa” un entrenador británico: Mr. Randholf Galloway, el técnico que descubrió a Míguez y lo llevó al primer equipo entregándole la titularidad absoluta en el puesto de centre forward.

Después de la huelga de la MUTUAL (octubre de 1948-mayo de 1949), surgió el conflicto, la lucha tremenda entre Nacional y Peñarol por la designación del Director Técnico de Uruguay (quién quiera profundizar en el tema, sugiero la lectura de “Maracaná – La Historia Secreta”, de mi autoría). Después de un año de conflictos, apenas 30 días antes del comienzo de la Copa del Mundo de 1950, se solucionó el tema con la designación de Juan López. Mientras la selección uruguaya integrada con 9 jugadores del plantel principal de Peñarol viajó a construir el inolvidable “Maracanazo”, aquí en Montevideo se puso en marcha la Copa Competencia, disputada entre los 10 clubes de la Primera División. Tiempos sin televisión, mientras se llevaba a cabo el mundial, la actividad local no se detenía. La situación permitió el surgimiento de varias figuras nuevas que hicieron su debut con la camiseta aurinegra en el primer equipo.

Ante la ausencia de los dos punteros derechos (titular y suplente, Ghiggia y Britos), el “Pollo” Tejada -que ocupó el lugar del húngaro Hirschl que viajó a Brasil para observar los primeros partidos del mundial-, fue el encargado del debut del “Lucho” en el primer equipo de Peñarol.

El hecho trascendente para aquel muchacho de 18 años recién cumplidos, ocurrió en el Estadio Centenario, el sábado 1º. de julio de 1950, ante 2.511 espectadores que pagaron entrada, por la Copa Competencia. Esa tarde Peñarol le ganó a Liverpool 5:2 con Carlos Borges ocupando la plaza de wing derecho en lugar de Alcides Edgardo Ghiggia que al día siguiente estrenaba con Uruguay en la Copa del Mundo enfrentando a Bolivia en Belo Horizonte. Aquel sábado irrepetible para “Lucho”, Peñarol formó con Pereyra Nattero, Bedeu y Possamai; Manuel Verdes, César Rodríguez y el “Pepe” Etchegoyen; Borges, Hohberg, Abbadie, Riepphoff  y Galván.

Cómo ocurrirá a lo largo de su carrera, demostrando que mentalmente también estaba adornado de particulares condiciones anímicas que eliminaban cualquier posibilidad de “apichonarse” ante los severos compromisos, Carlos Borges convirtió un gol –el quinto a los 78 minutos-, el día de su debut.

 DESPUÉS… DOS AÑOS Y MEDIO EN LA 3ª. DIVISIÓN

El estreno de Borges fue elogiado por la prensa. Su actuación le permitió adueñarse de la titularidad en el puesto de puntero derecho, mientras Uruguay continuaba su actuación en la Copa del Mundo de Brasil, camino a la hazaña imborrable. “Lucho” fue titular en los partidos siguientes del Torneo Competencia, con triunfos  por 5:1 y 4:2 ante Racing y Central, respectivamente.

La celeste retornó de Brasil con el título de Campeón del Mundo. Los festejos se apagaron. La realidad local retomó el cansino andar del tiempo. El último día de ese mes de julio en el que se produjo el debut de “Lucho” en el primer equipo de Peñarol, jugando tres partidos consecutivos, retornaron los titulares consagrados en Maracaná. Con Ghiggia y Britos para cubir la plaza de wing derecho y Ernesto Vidal, Hugo Villamide y Natalio Galván en la punta izquierda, no quedaba lugar para Carlos Borges quién en ese tiempo se movía exclusivamente como extremo derecho.

Retornó al plantel de 3ª. división donde actuó durante dos años y medio sin registrar ninguna aparición en el equipo principal de los aurinegros. Volverá fugazmente  al primer equipo en abril de 1952, en el marco de una gira que Peñarol realizó por el litoral uruguayo. Actuó en el equipo que jugó en Mercedes ante Sandú de Soriano. Al retornar, otra vez a la 3ª. división.

Esta es la absoluta “verdad histórica” que surge de los documentos que poseo y que están a disposición de quien quera comprobarlos. El hecho merece una precisión para demostrar la realidad de una vieja frase que se puso de moda cuando aparecieron las computadoras: “si se las alimenta con basura, devolverá basura”. Los jóvenes de hoy, tan afectos a las consultas de google, si buscan a Carlos Borges encontrarán como primera devolución, la famosa Wikipedia conocida y publicitada como “la enciclopedia libre”. Es decir, su información no es confiable porque la alimenta la gente que puede introducir lo que se le antoje en los artículos que contiene. En la ficha de Borges que aparece en Wikipedia se indica que fue Campeón Uruguayo de 1949 y 1951.

En el diálogo que mantuve en Radio Sport 890 con Sergio Gorzy, al brindar la infausta noticia, Sergio mencionó esa información. Señalé inmediatamente que Borges no integró “La Máquina” de 1949. No jugó ningún partido. Lo mismo ocurrió en 1951 y 1952, donde no figuró en el plantel principal aurinegro. Por ese motivo –porque no actuó en ningún encuentro-, Borge no fue Campeón Uruguayo de 1949 y 1951. Vale la aclaración sobre la “desinformación” de Wikipedia que lleva a crear falsas verdades que se repiten sin confirmación y se construyen así “mentiras verdaderas”. En 1949 el “Lucho” integraba el plantel de la 3ª. división de Peñarol. Luego de su debut a nivel superior, desde agosto de 1950 hasta el final de 1952 actuó en la Tercera. Recién en 1953 volverá al primer equipo aurinegro para afianzarse definitivamente como titular.

 Mañana segunda nota: después de su debut, pasaron tres años y medio sin jugar en el primer equipo. Ghiggia, Britos y después Abbadie, lo “taponeaban” en el plantel.

 


Etiquetas: Carlos Borges