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Diego Alonso un DT “marcado” por Ribas, Gregorio, “Rafa” Benítez y Aragonés




El martes se estará produciendo el acuerdo con Diego Alonso como nuevo entrenador aurinegro.


29 enero, 2013
Uruguayos

Le gusta ganar hasta en el play station enfrentando a su hijo. Un año como entrenador y su actitud ya despierta un futuro más que alentador.

En 1997, el entrenador Aníbal Montero –apareció en Sud América con 16 años, estuvo en los juveniles de Boca Jrs. y realizó una extensa y exitosa carrera en Elche de España donde ingresó como oriundo con pasaporte paraguayo–, ascendió a la primera división de Bella Vista a un juvenil para reforzar la delantera del plantel. Ese juvenil era Diego “Tornado” Alonso. Ese mismo año Bella Vista se consagró Campeón de Segunda División y consiguó el ascenso a Primera.

El “Tornado” formó parte de la recordada generación papal que dirigió Julio Ribas. Junto a él estaban Leonel Pilipauskas, Adrián Berbia, Darío Rodríguez y Guillermo Giacomazzi. En 1998 Bella Vista ganó la Liguilla Pre-Libertadores y llegó hasta Cuartos de Final en la Copa. Diego fue uno de los jugadores más destacados ese año tras salir goleador del Clausura y de la Liguilla.

EL PASE AL EXTERIOR Y EL RETORNO A URUGUAY

En el exterior jugó en Gimnasia y Esgrima La Plata de Argentina, Valencia, Atlético Madrid, Racing de Santander, Málaga y Real Murcia de España, Pumas de la UNAM de México, donde se consagró campeón, y Shangai United de China.

En el medio local, además de Bella Vista, vistió la camiseta de los dos grandes. En Nacional es recordado por el gol que le anotó a Boca en el Centenario por la Copa Sudamericana y en Peñarol por el Campeonato Uruguayo obtenido en la temporada 2009/10 y la participación en la Libertadores 2011, donde Peñarol llegó a la Final. En el carbonero jugó 46 partidos y anotó 17 goles.

Allí se retiró para cumplir con su gran deseo. Fue entonces cuando volvió a debutar en Bella Vista, pero esta vez como entrenador. Hoy es el técnico de Guaraní de Paraguay. Donde en su primer campeonato estuvo muy cerca de ser Campeón. El “Tornado” habla de su presente, de sus pasiónes, sus metas y sus exigencias.

LA NUEVA ETAPA DE ENTRENADOR

Una voz de mando desde fuera del campo, un grito oportuno en el momento justo. Diego Alonso vive el partido desde la raya como en sus tiempos de jugador.

Guaraní se hospedó en el Hotel Palladium. En el hall había varios jugadores, y entre ellos, en las mismas condiciones físicas y con los mismos equipos deportivas, estaba el cuerpo técnico. Diego Alonso y Fernando Correa, disfrutando de su nuevo emprendimiento. Así lo dijo el “Tornado”. “Estoy viviendo esta nueva etapa como entrenador con mucha felicidad, Es algo que esperé y desee por mucho tiempo. Cuando jugaba sabía que éste iba a ser mi futuro, es algo que me apasionó siempre, desde los veintiún años sabía que iba a ser entrenador. Por eso me preparé a conciencia para poder disfrutarlo, como lo estoy haciendo ahora.”

Alonso cumple un sueño en su nuevo rol. Alcanzó esa meta que se puso cuando recién comenzaba su carrera futbolística. Por eso está tranquilo y no le cuesta adaptarse a ya no ser jugador. “La verdad que no se extraña nada. Hay cosas que a uno le gustaba hacer cuando jugaba, como sentir pasión por lo que hacía. Yo tenía la posibilidad de seguir jugando al fútbol, y decidí dejarlo por la pasión tan grande que tenía por ser entrenador. No extraño nada, disfruto de lo que hago y disfruté al máximo de todo lo que hice mientras jugué. No me quedé con nada, al contrario, vivo muy intensamente lo que hago, y también viví muy intensamente cuando fui futbolista, disfruté de un vestuario, de compartir, de la adrenalina de tener que ganar y ahora disfruto de la adrenalina de tener que preparar jugadores para ganar.”

EL CONVENCIMIENTO DE SABER QUE IBA A SER DIRECTOR TÉCNICO

Esa adrenalina y ese vivir intensamente lo llevaron a conocer muchos lugares del mundo en su carrera. Vivió muchos años en Europa y lo aprovechó para enriquecer su vida personal y profesional. Siempre con la meta de ser entrenador. “Como desde los veintiún años sabía que iba a ser entrenador, tuve una mirada diferente hacia los entrenadores sabiendo que necesitaba aprender y conocer la metodología en formas de conducción. De todos he sacado cosas, Julio Ribas y Gregorio Pérez me han marcado en Uruguay, en Europa Rafael Benítez y Luis Aragonés. Son personas que han tenido la posibilidad de dirigir en alto nivel y uno tuvo la suerte de ser dirigidos por ellos e ir sacando cosas de cada uno.”

Con su meta cumplida, sigue conociendo el mundo como entrenador. Llegó a Paraguay para dirigir Guaraní, y en su primer campeonato estuvo muy cerca de la gloria. “El fútbol paraguayo me lleva muy bien, estoy muy cómodo, muy feliz, disfrutando de la primera experiencia en el exterior como entrenador. Estamos en un club que lo maneja una familia maravillosa, de gente muy sencilla que nos hace sentir muy cómodos en todos los aspectos, no solo en el deportivo. Eso nos deja desarrollarnos y crecer a pasos muchos más grandes de los que uno puede hacer habitualmente. El primer campeonato en Guaraní fue una experiencia y un torneo sumamente positivo. Fuimos líderes durante diecinueve fechas con un equipo que había salido séptimo en el campeonato anterior. Tenemos una ilusión muy grande de lo que va a venir. Seguir preparándonos para este desafío. No es una revancha, al contrario, es un desafío el que tenemos en este semestre de poder volver a construir un equipo, que tenga la misma consistencia que tuvo en la temporada anterior.”

COMPETIR Y GANAR HASTA EN EL PLAY STATION…

La mirada serena, observando el partido desde la raya, para sugerir una variante o el mantenimiento de una estrategia bien ensayada.

Diego Alonso tiene claro lo que quiere y por eso es optimista de que todo se puede lograr. No solo tiene bien marcadas sus mentas, si no que también sus convicciones. Por eso no da pasos en falso y logra sus objetivos. “Yo soy competitivo por naturaleza, compito con mi hijo hasta en la Play Station. Por eso antes de tomar Guaraní me vi todos los partidos del equipo. Por eso sabía que tenía un potencial importante y que podíamos construir un equipo, en poco tiempo, competitivo. Había potencial, lo que uno no podía prever era cuántos partidos podía ganar, pero que sí le íbamos a poder disputar a los rivales de igual a igual en cada enfrentamiento. Así lo tomamos y lo que sucedió fue que el equipo tuvo una competitividad dentro del torneo muy grande, fue un equipo muy fuerte y cada vez que compitió, la mayoría de las veces las ganó. Eso es lo que vamos a intentar otra vez, el optimismo de poder tener un equipo competitivo, que sepa que con sus argumentos va a intentar doblegar al adversario y poder ser superior. Eso es lo que vamos a hacer.”

Alonso ha sabido adaptarse a todas las culturas, pero también tiene que adaptarse al fútbol de los distintos países. Como entrenador, Uruguay y Paraguay son sus experiencias hasta el momento. “Hay cosas que son distintas a la hora de entrenar en distintos países. El fútbol no es igual en todos lados. Entre Uruguay y Paraguay, hay unas semejanzas en algunos patrones de juego, todos los partidos son peleados, quizá hay una mayor paridad a la hora de la competencia. La mayoría de los equipos de Paraguay son importantes porque tienen un poder económico distinto al nuestros. Eso hace que los equipos sean reforzados con futbolistas de calidad. Algo que aquí solo pasa con algunos equipos, como los grandes. Los otros equipos pueden reforzarse bien con ingenio. En Paraguay los fuertes son Olimpia, Libertad, Guaraní, Cerro Porteño, Nacional, Luque, que ahora hizo una inversión muy grande, y Sol de América. Eso potencial al fútbol.”

EL VALOR DEL PERFECCIONAMIENTO…

Dicen que el saber no ocupa espacio. Eso lo tiene bien claro Diego Alonso. No se queda con lo que tiene, menos en estos días de permanentes cambios y avances. Por eso se enriquece en cada experiencia, desde lo personal hasta lo profesional. “Todos los días uno aprende, como entrenador tenes que aprender. También depende de la postura que tiene uno en la vida. En mi vida no doy nada por sabido, al contrario, quiero aprender más. En mi vida particular trato de estudiar, aprender idiomas, aprendí inglés, italiano, portugués. Ahora me han enseñado alguna palabra en guraní, las referentes al entrenamiento, pero todavía no lo hablo con fluidez. Como entrenador uno no se puede estancar. Estudio para estar a la vanguardia de lo que son las metodologías nuevas para poderlas emplear para estar al máximo nivel. Yo siempre les digo a los futbolistas que no me guardo ejercicios  para cuando me toque ir a Europa, si algún día me toca. Yo les doy lo máximo que sé, en Bella Vista, en Guaraní, en el equipo que sea. Me prepararé con los mejores ejercicios para que los jugadores tengan los mejores argumentos para jugar.”

Diego Alonso con su primo Ivan. Fue en Trinidad cuando Nacional le ganó a Guaraní. ¿Qué le estará diciendo Diego a su familiar?

Al igual que cuando tenía veintiún años, el “Tornado” sabe lo que quiere. Su principal meta no es dirigir a un equipo en especial o llegar a la selección, es algo más profundo, algo que sale de lo más profundo de su deseo. Por eso lo dice con mirada firme y pasión.“Mi meta es ganar, me preparo para ganar. Con el equipo que me toque dirigir quiero ganar. No me pongo plazos para regresar a Uruguay. Erigiré lo que más me convenga a mí en el futuro y diré que sí y que no como le he dicho hasta el momento a los equipos que les dije sí a Bella Vista y Guaraní. En Bella Vista hubo un tema mucho más emocional y afectuoso que racional. Guaraní fue un tema más pensado. Ahora veremos qué es lo que depara el tiempo. Ahora estoy muy cómodo en el lugar donde estoy, hasta podría quedarme más tiempo en el club. Todo va a depender de las aspiraciones mías y las del club.”

EL SENTIMIENTO POR PEÑAROL…

En el final de la charla, Diego Alonso habló sobre el presente de Peñarol y su sentimiento hacia el club. Y con una sonrisa en la cara se refirió a los colores aurinegos del equipo que hoy dirige. “Disfrutamos de ponernos  los colores de Guaraní. Pero soy consciente de que no dirijo Peñarol, dirijo Guaraní. Uno se siente identificado con los colores de Peñarol porque fui jugador y la pasé muy bien y soy hincha. Pero soy consciente de que no lo dirijo. Está muy bien dirigido por el “Polilla” y me alegra mucho por los jugadores, por la gente y por el club.”

Diego “Tornado” Alonso es un hombre con un pensamiento muy firme. No duda en sus palabras, habla con la tranquiliadad de estar seguro de lo que está haciendo. Por eso fue un goleador destacado y hoy comienza a trancitar el camino del éxito como entrenador. Es un ejemplo de vida de que si uno sabe lo que quiere y deja todo por lograrlo, las cosas llegan. Y es entonces cuando uno disfruta cada día, como lo hace el director técnico de Guaraní de Paraguay.


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