Clásico empate a pura emoción. Partidazo y la Villa se llenó de aplausos para premiar a los jugadores de los dos equipos.

Tuvo todos los ingredientes: fútbol, dientes apretados, goles. Dejaron y pusieron todo en la cancha y se llevaron un punto cada uno.

El “picapiedra”, mostró un fútbol más asociado y de mejor manejo de balón. Lo tuvo en sus manos el partido, pero no lo supo definir. Estuvo en ventaja en dos oportunidades, pero fallos propios defensivos le costaron carísimo. Pegó primero con el gol de Diego González, pero de movida lo igualó Nicolás González de tiro penal. Y cuando parecía que se lo llevaba, en el último minuto otro penal de Luis Maldonado, que el propio Nicolás González cambió por gol para decretar la igualdad final.