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Martín Lasarte: “El techo de Luis Suárez todavía no llegó”




Martín Lasarte con el mar de fondo, en sus vacaciones en Punta del Este.


26 enero, 2014
Fútbol Uruguayo Primera

Martín Lasarte con el mar de fondo, en sus vacaciones en Punta del Este.

Martín Lasarte con el mar de fondo, en sus vacaciones en Punta del Este.

Tras cuatro años fuera del país entrenando a dos equipos de gran nivel, Martín Lasarte recaló en Punta del Este para cargar las pilas, tomar distancia en su profesión y prepararse para el futuro que se le presenta con las mayores posibilidades.

-Más allá de los proyectos deportivos y de lo económico, que también es muy importante -nos cuenta Lasarte-, estuve en sitios muy bonitos, en sí mismos y por la acogida de la gente. Tanto San Sebastián como Santiago, tanto la Cotólica como la Real, fueron lugares de trabajo muy placenteros, trabajé muy a gusto. Después, como todo, si los resultados se dan… mejor.

En Católica, por decisión personal di un paso al costado, porque entendí que había sido un año y medio en que habíamos hecho muchas cosas buenas: increíblemente, en la última temporada hicimos 77 puntos, el segundo hizo 70 y no ganamos ningún campeonato. Llegamos a los dos campeonatos en igualdad de puntos, uno se definió por diferencia de goles que nos perjudicó y el segundo se definió por final y la perdimos.

Hicimos muy buenas copas sudamericanas también. En una llegamos a las semifinales, en la otra quedamos en cuartos. Las dos veces con San Pablo. Habíamos eliminado a Emelec y a Cerro Porteño que eran campeones de Ecuador y de Paraguay.

Trabajamos con más de un setenta por ciento de jugadores de la cantera. Son cosas que nos van dejando satisfechos. De todos modos, en Católica no pudimos coronarlo con una vuelta olímpica.

En la Real fueron dos años, firmé por dos años y luego por un tercero, pero al terminar el segundo año, el primero en Primera División a donde el club había vuelto (en el primer año con Lasarte como entrenador, la Real Sociedad de San Sebastián fue Campeón de Segunda División de la Liga Española), el club entendió que era mejor hacer una modificación. La hizo y era su decisión. Ellos tenían que pagar por eso, ya que yo tenía contrato firmado por un año más y lo pagaron o sea: no tengo queja. Yo creo que eso está ligado a cierta forma de trabajar, de entrenar, que yo siempre digo que para mí, no es propicia a los procesos muy largos -sin embargo Ferguson está viente y pico de años, esto es algo muy personal- Me parece, por otra parte, que el entrenador tan involucrado como se estila aquí, hoy en Europa no existe. Hoy el entrenador es un manager, tiene otros entrenadores que trabajan para él, uno trabaja la fase ofensiva, otro la defensiva, otro la pelota quieta, Lo que el entrenador principal hace son los trabajos de cancha más importantes de la práctica en la semana y el día del partido y eso te desgasta mucho menos, pero no es mi caso. Yo me involucro de una manera muy especial. En Uruguay todavía tenemos esa idea del entrenador mucho más involucrado en la batalla diaria, en todos los problemas y eso te desgasta mucho.

Puertas abiertas

La época en San Sebastián creo que fue una buena época, fueron dos años y ya más tiempo quizás no hubiera sido beneficioso y en Católica fue un año y medio completo y yo entendí que para la consecución del objetivos que el club se planteaba, la posibilidad de tener un nuevo entrenador, mejor o peor pero distinto, me parecía que era lo más sensato. Me involucré en el proyecto y entendí que lo más sensato después de un año en que obtuvimos tres sub-campeonatos (porque fuimos subcampeones también de Copa Chile) después de la Sudamericana muy buena que habíamos hecho, me pareció lo más lógico que viniera un nuevo entrenador, con otra postura, con otra gestualidad.

También a nivel personal, entiendo que me tengo que preparar para cosas que puedan ocurrir en un futuro, que tengo que descansar, cargar las pilas, recopilar toda la información de estos casi cuatro años que han sido muy intensos. Hasta ayer pude haber ido a Betis de Sevilla, en Valladolid tengo una opción también, al Racing de Santander en su momento pude haber ido, tenía todo arreglado, entonces quiere decir que en España quedó una buena sensación. Y en Chile, me llamaron al otro día de uno de los equipos grandes y si yo hubiera querido ir a entrenar hubiera podido. Son cosas que  a uno lo satisfacen. Algo quedó, algo bueno se hizo. Por ejemplo, manejarte con un setenta y tanto por ciento de jugadores nacidos en el propio club, tanto en la Real como en Católica, es un punto de destaque para los clubes.a5ml

Mirando desde lo alto

En esta profesión, con mi manera -no digo que sea la única manera, pero es mi manera- de trabajar por estrategias elegidas, por el tema grupal, el de la motivación, yo creo que intento contagiar energía y para eso uno tiene que estar con la energía a tope.

Cuando uno tiene treinta y cinco o cuarenta años, la energía es una, cuando tiene cuarenta y cinco o cincuenta es otra, uno va cambiando, la manera de encarar los grupos, las tareas diarias, los partidos… hoy es muy importante cargar las pilas, ver las cosas que uno ha planificado y apreciar en qué ha variado y aprendido. Un poquito de vista de pájaro. Yo soy bastante autocrítico, bastante malo conmigo mismo y es un ejercicio que me enseñaron a hacer: empezar a mirar las cosas desde otro lugar, tomar distancia. El porcentaje de puntos obtenidos en Chile, por ejemplo, ahora me sorprende. Me entero que el primero era Sampaoli y el tercero era yo, sin haber obtenido el campeonato. Fue bastante cruel, si uno no logra tomar esa distancia es incapaz de valorarlo.

Y el tema familiar, mi señora viajó ciento cincuenta veces a España en dos años y ahora a Chile también. Este tiempo de estar aquí con mi familia es precioso.

Era de rigor preguntarle por las diferencias que encontró entre el fútbol español, el chileno y el nuestro.

-El futbolista uruguayo es más competitivo, no sé si será por todo lo que le cuesta ni digo que el español y el chileno no sean competitivos, pero el futbolista (no el fútbol uruguayo, el futbolista) uruguayo tiene algo inexplicable que lo hace más competitivo.

El fútbol chileno ha crecido mucho, apuesta mucho a la posesión de pelota, al arco de enfrente, a salir jugando, cosas que en el fútbol uruguayo están más superfluas. En el fútbol español se manejan mucho más conceptos tácticos. Después del italiano, que es el fútbol táctico por excelencia, el español maneja sistemas distintos. Me hacía gracia que sistemas que en Uruguay se verían como defensivos, en España los usa hasta el Madrid -por decir algo-, que jugaba cuatro, dos, tres, uno, En Chile me pasó, que de repente jugás cuatro, tres, dos, uno y te dicen “pero esto es un sistema medio defensivo, Profe“. ¿Cómo defensivo? Es esa sensación de lo esquemático. En Europa lo esquemático no está establecido en la cabeza de la gente. Todos saben que el fútbol es dinámico, que un equipo puede ser de una manera cuando defiende y totalmente antagónico cuando ataca. En Sudamérica nos cuesta todavía entenderlo. ¿Cómo juega su equipo? me hace gracia. ¿Cuatro, cuatro, dos? Es relativo, es muy relativo…

El fútbol uruguayo

Peñarol llegó a una final de Copa Libertadoes. No me parece poca cosa, me parece una cosa tremenda. Para un equipo uruguayo, hoy, llegar a una definición de copa continental es muy difícil con el fútbol interno, que es distinto a lo que hace la Selección, que es Campeón de América, que es cuarta en un Mundial, que tiene jugadores extraordinarios. La selección está por encima, no hace falta que yo diga nada. Lo ha demostrado con los hechos.

Nacional y Peñarol polarizan el fútbol uruguayo aún más que diez años atrás, aunque haya salido Campeón Danubio. No sé si es por el potencial que aparentan tener a nivel económico frente al que tienen los demás. Ojalá que se puedan dar todas esas posibilidades, que los clubes grandes se han generado ellos y su gente, para volver a posicionar a un equipo uruguayo a nivel internacional. Es difícil pero creo bueno tratar de apuntar a ese toque que teníamos hace treinta años atrás o setenta u ochenta, una selección buena y equipos que competían a nivel internacional buenos también.

Luis Suárez es un fenómeno que todavía no alcanzó su techo

Finamente era imperioso preguntarle por un jugador que él hizo debutar en Primera en Nacional y hoy es una de las mayores estrellas del fútbol mundial. Luis Suárez ha reiterado en declaraciones, su reconocimiento a Martín Lasarte.

Primero que nada, Luis ha sido muy generoso. No es común que un futbolista al nivel en que el juega se acuerde de sus primeros entrenadores o de aquel que lo hizo debutar. No necesariamente tiene por qué hacerlo y él lo ha hecho repetidamente. Yo he leído en más de una ocasión comentarios de él muy elogiosos hacia mi persona. A mí me da la sensación de que Luis está para una situación que incluso exceda el Liverpool -y con esto quizás algún hincha de Liverpool se moleste-, pero me da la sensación de que está para intentar jugar en un equipo que peleé por más cosas: Madrid, Barcelona, algún italiano… en el París Saint Germain justo está Cavani… pero equipos que se planteen ganar la Champions, por ejemplo. Eso lo obligaría a él a un escalón superior y lo mejoraría aún más. El techo de Luis todavía no llegó. Y eso que es un fenómeno, como se dice ahora (antes se decía un crack), pero un nivel superior lo obligaría más. En el Liverpool, por momentos, parece que juega solito.

Martín Lasarte, un representante de lujo de la calidad de los entrenadores uruguayos por el mundo.

"El techo de Luis Suárez todavía no llegó. Y eso que es un fenómeno", dijo Martín Lasarte el entrenador que lo hizo debutar en Primera división.

“El techo de Luis Suárez todavía no llegó. Y eso que es un fenómeno”, dijo Martín Lasarte el entrenador que lo hizo debutar en Primera división.


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