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Los festejos de Nacional hace 100 años




La Tribuna Popular del viernes 7 de diciembre de 1917 informa todos los detalles de la gran jornada de festejo que se realizaría en el Campo Español, el domingo siguiente, con 1.000 asistentes, para festejar durante todo el día la histórica conquista de Nacional de la Copa Uruguaya en propiedad. A casi un mes de la obtención las fiestas continuaban.


14 noviembre, 2017
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La Tribuna Popular del viernes 7 de diciembre de 1917 informa todos los detalles de la gran jornada de festejo que se realizaría en el Campo Español, el domingo siguiente, con 1.000 asistentes, para festejar durante todo el día la histórica conquista de Nacional de la Copa Uruguaya en propiedad. A casi un mes de la obtención las fiestas continuaban.

Hoy, domingo 12 de noviembre de 2017 hace 100 años estuvo marcado con el número 11 en el almanaque. No resultó una jornada común y corriente para los orientales que componían la población del país. El football generaba idéntica o tal vez mayor apasionamiento y atracción que hoy en día, en una época en la cual solamente Julio Verne[1] soñaba con viajes interplanetarios, la radio y la televisión. La información llegaba a los habitantes exclusivamente a través de las páginas de los diarios. Ese domingo citado se llevó a cabo en la cancha del parque Pereira el clásico del fútbol uruguayo. Esos noventa minutos que culminaron empatados sin goles, constituyen hasta nuestros días el primer enfrentamiento entre Nacional y Peñarol, que definió a favor de los albos –así se le llamaba entonces a los tricolores actuales- la conquista de la Copa Uruguaya en propiedad por haber obtenido el título de campeón en 1915, 1916 y 1917. Ningún otro club de la asociación uruguaya había alcanzado tan importante consagración.

He referido en notas anteriores no sólo los enormes festejos que se desarrollaron a partir de la culminación del partido y que culminaron en la madrugada en una noche interminable en la sede del Club Nacional de Football, ubicada en la Avda. 18 de Julio.  Al día siguiente la institución conformó un Comité de Homenajes presidido por el delegado Rodolfo E. Bermúdez e integrado con personalidades de diversos rumbos: Enrique Barreiro, Alberto González, Julio Aguirre –denominado en aquel tiempo el hincha n.º 1 de Nacional-, Juan Restano, Ignacio Oromí, Guillermo Roig, Agustín Prato, Antonio Perrone, Manuel Starost, Carlos A. Etchebarne.

El primer acto de conmemoración  se llevó  a cabo el viernes 30 de noviembre en las magníficas instalaciones del Casino del Parque Hotel de inauguración bastante reciente en aquel tiempo.  La jornada resultó brillante, acotada a la capacidad del edificio.

El comité continuó en funciones, programándose y llevándose a cabo el domingo 9 de diciembre de 1917, un amplio y popular festejo en el Campo Español. Ubicado en las afueras de Montevideo, se acostumbraba en aquel tiempo desplegar un día completo de conmemoración con alta participación de la masa societaria. Hasta los más mínimos detalles fueron cuidados en la puesta en escena, siendo difundidos los mismos por intermedio de la prensa.

“El homenaje a Nacional / La gran fiesta del domingo”, tituló La Tribuna Popular el viernes 9 de diciembre de 1917, la nota donde se informaron pormenorizadamente el desarrollo de la hornada. El teto expresaba lo siguiente: “Sesionó ayer nuevamente el Comité de Homenajes. El más intenso entusiasmo reina en todos sus miembros.  Las subcomisiones han trabajado con tesón, y los distintos detalles que exigían resolución han sido arreglados. Se resolvió que la parte oratoria se desarrolle en esta forma: Por el Comité de Homenajes, Rodolfo E. Bermúdez; por los campeones, el capitán A. Foglino; por la Comisión del club, el doctor José María Delgado; por la asociación Uruguaya el doctor Juan Blengio Rocca; por el cuadro de 1903, Eduardo de Castro; por los ‘hinchas’, su jefe, Julio Aguirre.

Se ha convenido con la cochería Saccone establecer un servicio de coches desde 18 de Julio y Corrales hasta el Campo Español, así como también desde Avenida General Flores al mismo lugar.

Además del soberbio comedor con cabida para 600 comensales, se habilitará la lateral derecha, donde debajo de toldos se colocarán 4 mesas con 200 sillas.

En el monte de eucaliptus se instalarán cantones para los que prefieran comer á la completa usanza criolla.

Para evitar inconvenientes de último omento, se cerrará el registro de adhesiones el viernes a las doce de la noche.

La banda del Cuerpo de Bomberos concurrirá desde las primeras horas de la mañana, y es innecesario recalcar el valiosísimo concurso que con su presencia aportará a la fiesta. De Vita Metallo[2] lleva ensayados una docena de tangos novedosos y modernos para la banda que dirigirá alternando con los bomberos. Se están confeccionando 10 letreros tan gloriosos para Nacional como respetuosos para los que han sido sus adversarios.

Varias gruesas de cohetes y bombas, así como algunas docenas de globos con inscripciones, serán  mensajeros en los espacios de la alegría de los homenajeados.

La Cervecería Uruguaya ha donado todo el hielo necesario para mantener helados todos los ‘bebestibles’ que se consuman.

La parte gastronómica será colosal. Se hacen preparativos en gran escala. De Buenos Aires llegará el representante M. Rovira Urioste, A. Rovegno, Bouton Reyes, Cordero, Palacio Zino y se espera venga el capitán del Racing Club”.

A raíz y como consecuencia de esta serie de artículos escritos sobre los hechos gloriosos que vivía Nacional hace 100 años, el destacado integrante de la Comisión de Historia y estadística de Nacional, Ignacio Pou, se contactó con nuestro compañero Marcelo Cozza, informando que el destacado colega Daniel Ordóñez, amigo del autor de estas notas y conocido por su vinculación afectiva al club albo, se conectó con la importante Comisión de Historia y Estadística que funciona en la órbita institucional con mucha solvencia, trasladando nuestra interrogante sobre la actitud que adoptarían los actuales conductores de la colectividad. Pou agregó en la conversación con Cozza que preparaban un acto en el que participarían los descendientes de los protagonistas de aquella hazaña centenaria, que llenó de orgullo a todos los nacionalófilos.

 

 

[1] (Nantes, 08/02/1928 – Amiens, 24/03/1905).  Escritor célebre por sus novelas  de ciencia ficción que se creía imposible que algún día pudieran ser realidad. Entre ellas Cinco semanas en globo (1863), Viaje al centro de la Tierra(1864), Veinte mil leguas de viaje submarino (1870) y La vuelta al mundo en ochenta días (1873), son un claro ejemplo.

[2] Famoso director de orquesta de aquel tiempo.