Los goles más codiciados
Maximiliano Gómez, el delantero que regresó directamente de Europa al club que lo formó, en busca de regularidad. Recuperó el ritmo, la confianza, y ahora, aparecieron los inevitables interesados.

Maximiliano Gómez, el goleador violeta es pretendido por Nacional.
Después de ocho años en el fútbol europeo, Maximiliano Gómez decidió retornar al fútbol uruguayo. Fue a mediados de marzo de este año, cuando Defensor Sporting, el club que lo formó como futbolista profesional, le abrió las puertas a quien había sido su máximo goleador en las temporadas 2016 y 2017. El club violeta, se ilusionaba con el regreso de un futbolista que había dejado un legado y un recuerdo inolvidable, siendo pieza clave en la obtención del título de Campeón del Torneo Clausura 2017.
Sin dudas, la vuelta de “Maxi” a Defensor, generó una expectativa extra en el hincha porque se trataba de un futbolista genuino del club. De trayectoria internacional. De reciente pasado por la selección uruguaya, con la que había participado en eliminatorias, tres Copas América y un Mundial. Se trataba de un goleador de calidad y con características de élite. Y más aún, teniendo en cuenta la edad óptima con la que decidió volver.
Porque la mayoría de los jugadores de su talla -de destacada trayectoria y nivel superlativo- que arriban en el fútbol uruguayo, lo hacen pensando en un eventual retiro no muy lejano. A diferencia de éstos, Maxi Gómez lo hizo con 28 años y en pleno auge futbolístico. Aunque, también es cierto, que no llegó en su mejor momento, sino todo lo contrario. Su vuelta se gestó, justamente, a raíz de un largo tiempo de inactividad y de una interminable sequía de goles en sus últimos clubes de Europa.
Más allá de estas condicionantes, que lo tenían a mal traer, el hincha violeta hizo oídos sordos a su presente y se abrazó de su exitoso pasaje por el club para colmarse de expectativa. La mesa estaba servida. El mundo Defensor se frotaba las manos a la espera de escena, y al mismo tiempo, lleno de ilusión. Porque claro, una cosa es saber que un futbolista cuenta con unas condiciones extraordinarias, donde puede augurar un eventual rendimiento personal, y otra cosa es lo que vaya a suceder en la realidad.
Lo cierto, es que tres meses después de su regreso a Defensor, Maxi Gómez, ha ido de menos a más en su rendimiento personal. En un principio, se notó su falta de ritmo. Pero, con el correr de los partidos, fue tomando fútbol, confianza, intensidad y, de a poco, fue demostrando todo su repertorio de jerarquía y calidad. A tal punto, que días atrás, marcó un verdadero golazo ante Cerro Largo. De esos que dejan boquiabiertos a todo el público presente. De esos que no abundan en el fútbol uruguayo y que sólo algunos selectos jugadores cuentan con la categoría necesaria para poder ejecutarlos.
Desde su arribo al club violeta, Maxi Gómez jugó doce partidos por el Torneo Apertura (todos como titular, distribuidos en 1.112 minutos), marcó tres goles y brindó dos asistencias. El delantero violeta, ha colmado las expectativas de lo que se esperaba de él, es cierto. Pero, el hincha también es consciente que aún tiene más para dar. Bastante más. Porque ya lo ha demostrado en sus antecedentes. Porque su trayectoria habla por sí sola. Y sobre todo porque estamos hablando de un futbolista de 28 años.
LÍDER Y REFERENTE
Es cierto que sus números no impactan. Es que Maxi, en estos doce partidos, no fue el típico delantero goleador de su equipo, sino que se transformó en un líder y referente ofensivo. En un rol diferente, más maduro, se ha convertido en un estandarte de un bloque colectivo.
Su incansable trabajo a destajo de forma individual, con y sin pelota. Su laboriosa tarea táctica. Su esfuerzo por dejar hasta la última gota de sudor en cada jugada de ataque. Su inteligencia para leer los partidos y manejar los tiempos. Para adaptarse al juego colectivo. Para jugar de espaldas al arco en los momentos que el partido lo pedía. Para generarse situaciones de peligro por méritos propios. Para generar faltas a favor de su equipo. Para arrastrar marcas y la atención del rival.
Por todos estos factores, Maxi Gómez se volvió a ganar un lugar de elogio y prestigio en Defensor. Porque fue un delantero sacrificado, que lo dio todo por su equipo. Pero, al mismo tiempo, mostró su reconocida categoría y jerarquía, y lo plasmó en cada acción y en cada jugada.
El hincha le reconoce su calidad. Pero lo que más le contempla es su insistencia de querer participar en casi todas las jugadas de su equipo. Pedir la pelota para jugar y hacerse cargo de ella. No esconderse cuando sus compañeros más lo precisan. Mostrarse siempre como opción y asumir el compromiso de ser el jugador determinante que es.
FUTURO
Era casi evidente que, si a Maxi Gómez le devolvían la regularidad que había perdido, su futuro en Defensor sería inevitable. El bosquejo se despejaba por sí solo, y así lo fue. Solo bastaba que el delantero vuelva a tener minutos para que los pretendientes cayeran por sí solos. Es que, las condiciones y la trayectoria de Gómez codician. Y más aún, si esas condiciones, rondan en un futbolista de 28 años que decidió regresar de Europa directamente al fútbol uruguayo. El club violeta también era consciente que, si no surgían inconvenientes extras, a corto plazo, tendría una fila de interesados para llevarse a su delantero estrella. Y vaya si se volvió realidad.
El principal pretendiente: Nacional. Su vicepresidente, Flavio Perchman, parecería haber encaminado su adquisición para después que finalice el Torneo Intermedio, tras un diálogo con Carlos Gómez, hermano y representante de Maxi. Sin embargo, la salida del delantero de Defensor tampoco parecería ser tan sencilla ya que hay un dilema en el contrato: su cláusula de rescisión. ¿Qué dice la cláusula de salida de Maxi Gómez?
Que tiene una cláusula de rescisión de 200 mil dólares, la cual Nacional estaría dispuesto a ejecutar. Sin embargo, la traba es que sería solo para el exterior. Por lo tanto, para que la negociación fluya positivamente, el propio jugador debería lograr y convencer que el conjunto violeta lo libere.
Desde Nacional, aseguran que el futbolista quiere jugar el próximo Mundial con la selección uruguaya y ello sería un factor clave y motivante para destrabar su llegada al club tricolor. De todas maneras, varios dirigentes de la institución violeta están molestos por el supuesto accionar de los directivos de Nacional, con respecto al pase de Gómez. Incluso, ni bien explotó la “bomba”, el nuevo presidente de Defensor Sporting, Diego Franzini, reveló haber tenido una reunión con el propio Maxi Gómez, en conjunto con Gerardo Miranda y Juan Ahuntchain, a modo de contarles su proyecto, con el que involucran al jugador como pieza fundamental de dicho plan estratégico.
Las conjeturas sobre el futuro de Gómez son múltiples y, por ahora, todo es incierto. No hay nada confirmado, más allá del inevitable interés de Nacional. Todavía falta mucha tela por cortar sobre esta eventual negociación de un futbolista, que solo le bastaba volver a tener la regularidad necesaria en el campo de juego para que aparezcan sus respectivos pretendientes.
Teniendo en cuenta sus condiciones actuales, su destacada trayectoria y su plenitud en base a su edad, probablemente, su futuro, dependerá más de una decisión personal y familiar por sobre cualquier otro aspecto deportivo y económico.