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Néstor Iroldi, del trinquete al mundo…




Néstor Iroldi, hoy a los 71 años, Campeón de película en la Pelota Vasca, en el presente enseña a los jóvenes.


16 marzo, 2019
¡Qué Personaje!

Néstor Iroldi, hoy a los 71 años, leyenda de campeón de la Pelota Vasca junto al inolvidable César Bernal. Cinco títulos mundiales en 1966, 1970, 1978, 1980 y 1981, Medalla de Bronce en los Juegos Olímpicos de México 1968, la pasión que abrazó desde los 12 años, del mejor trinquete a los escenarios soñados en América y Europa.  “Fui vicepresidente de la Federación y me aparté hace cuatro meses. Siento la tristeza que no está conmigo César Bernal” cuenta desde el sentimiento por su amigo entrañable. “Los títulos afuera fueron únicos, grandiosos, eras Uruguay”. La vida en el deporte desde los primeros pasos al profesional: “me dediqué de lleno. Un día vino un señor muy amigo de mi padre y le dijo, ‘Juancito, voy a emplear a su hijo’. Era Gerente de un banco. Le dije que ganaba más jugando a la Pelota que en un Banco”. Las historias del deporte: “íbamos a jugar en Chascomús, Argentina, nos mostraban una cuchilla entre las rejas. Yo me mataba de risa. Pensaba, te voy a llevar todo”. Su amistad con Obdulio Jacinto Varela y el juego: “me crié y aprendí a caminar en Wanderers”. Del mejor trinquete a Argentina, México, Estados Unidos, Francia, España. ¡Qué personaje! El presente y el futuro: “Hoy les enseño a los chicos en Euskal Erría, Mariscala, les vuelco lo que sé. Es importante no dejarlos a la deriva. Son como una familia”.

Néstor Iroldi, hoy a los 71 años, Campeón de película en la Pelota Vasca, en el presente enseña a los jóvenes.

Néstor Iroldi, a los 71 años, leyenda de campeón de la Pelota Vasca junto al inolvidable César Bernal. Cinco títulos mundiales en 1966, 1970, 1978, 1980 y 1981, Medalla de Bronce en los Juegos Olímpicos de México 1968 en el extraordinario palmarés. La pasión que abrazó desde los 12 años, del mejor trinquete al mundo. ¡Qué personaje! Colosal…

-La historia gloriosa y el presente… “Renuncié hace cuatro meses a la Federación de Pelota. Decidí apartarme. Estoy dando clases en el  Club Euskal Erría. También en Wanderers, yo voy con gusto por los chicos que no pueden pagar. También la mayoría son del interior y vienen a través de las becas”.

¿Por qué te alejaste de la Federación?

-“ Fui vicepresidente. Siento  la tristeza que no está conmigo César Bernal. Falleció en 2015. Fueron veintiséis años juntos, una vida. Me traía muchos recuerdos. En este momento no quiero reconocimientos. Por eso, tomé la decisión de abrirme”

-¿Cómo es enseñar a las nuevas generaciones?

-“En Mariscala tengo entre siete y catorce. Juegan por todos lados, con el espíritu amateur. Les expliqué que también se hace por plata. Cuando jugué siempre lo hice así, vivía de esto. Así como otros se profesionalizaron en sus carreras. Me preocupé”.

-¿Además de lo deportivo también pasa por lo social?

-“Claro, precisan una protección. Les hago Campeonatos, les regalo buzos. Estoy jubilado. Trabajé en la Intendencia. Estoy en contacto con el área de Deporte. En la parte de la Intendencia el apego es importante. Cuando les pedí ayuda me la brindaron. Jamás fui a solicitar plata. Específicamente, el planteo que hago es por los buzos, regalo paletas, la logística”.

Néstor Iroldi, de la Pelota al mundo.

-¿Se entusiasman en el aprendizaje?

-“Salen muchos chicos, jugadores que están en la Selección, andan bien en la parte técnica y en la otra, muy importante, también están encaminados. Valoro que no los dejas a la deriva, en la calle. Encontraron una familia propia”.

-¿De dónde nace la pasión?

-“Se inició en la cancha de Wanderers, en la calle San Fructuoso y Agraciada, en la vieja sede. Es el mejor trinquete, impresionante”.

“TUVE LA SATISFACCIÓN DE LA AMISTAD MUY GRANDE CON OBDULIO VARELA, ME DECÍA; LO QUE PASÓ, PASÓ, HAY QUE PENSAR EN EL FUTURO”

-La amistad con Obdulio Varela…

-“Uno que tiene que estar viviendo el presente. Tuve la gran satisfacción de la amistad muy grande con Obdulio Varela. Íbamos a comer y tomábamos nuestros vinos, muchos. Obdulio me decía, lo que pasó, pasó. Hay que pensar en el futuro. En mi deporte, específicamente, los que podemos hacer algo tenemos que buscar  el bien de la Pelota. Bernal – Iroldi ya fueron”.

-¿Hicieron historia?

-“Esa presión de lo que hicimos, para mí es mala. Hay que preocuparse por este momento.  Por ejemplo, cuando veo a los que quieren llegar, los agarro y les explico situaciones del juego. Les digo: ‘ustedes son unos fenómenos, le pegan por debajo de las piernas, de faja, cuando viene un partido, ¿hacen eso? No. Es para que aprendan a jugar mejor, entre ustedes, igual por $200’. La responsabilidad en una práctica es distinta a los partidos en todos los partidos. La camiseta aprieta… Son experiencias que quedan”.

“YO ME MATABA DE RISA, ÍBAMOS A JUGAR EN CHASCOMÚS, ARGENTINA Y NOS MOSTRABAN UNA CUCHILLA ENTRE LAS REJAS, PENSABA SI GANO TE VOY A LLEVAR TODO”

-¿Quedaron marcadas?

-“Yo me mataba de risa. Íbamos a jugar en Chascomús, Argentina y nos mostraban una cuchilla entre las rejas. Pensaba ‘si gano te voy a llevar todo’. Te mentalizabas en lo que hacías. Como decía Obdulio, los de afuera son de palo. Si vas a mirar a uno que está gritando, te desconcentra”.

-¿Cómo surgió la pasión por el juego?

-“Empecé a los 12 años. Jugaba por $50 pesos, como  10.000 de hoy. Le dije a mi papá me voy a dedicar de lleno a esto.  Todo en la cancha de Pelota Vasca. A los 13 años fui campeón,  jugué más de 25 años”.

-Tan joven y todo un profesional.

-“Un día vino un señor muy amigo de mi padre, era gerente como jefe de personal en un Banco. Le dijo a mi padre, ‘Juancito le voy a emplear a su hijo’. Me venían a tomar los datos, yo les decía, que no,  ganaba  más jugando a la Pelota, que en un Banco. Tenía facilidad, Después, sí, en otro momento obviamente tenía que pensar en el trabajo”.

-¿De qué forma era esa dedicación total?

-“Habían un montón de chiquilines, me levantaba en Wanderers que abría a las 8:00. Entraba en la cancha practicando golpes diferentes como en un partido, jugaba por debajo de las piernas con un banquito. Tenía mi clientela, rivales, toda una época”.

Néstor Iroldi en el marco de su carrera exitosa.

“ESTUVIMOS DIEZ AÑOS SIN PERDER UN PARTIDO NO SOLO A NIVEL DE CAMPEONATOS, TAMBIÉN DE DESAFÍOS”

-¿Le dieron dimensión a los éxitos mundiales o los percibieron con el tiempo?

-“El primero, si me preguntas cómo lo viví, no me di cuenta. Tanto para César como para mí era muy difícil que nos pudieran ganar. Desde 1964 hasta 1974 estuvimos diez años sin perder un partido. No solo a nivel de Campeonatos. También de desafíos, jugábamos todos los viernes. En  Argentina, de  dos, cuatro, cinco parejas, nos desafiaban porque nos querían ganar. En  el ’74, perdimos y no lo pudimos creer. Fuimos a Los Ángeles, tres meses, habían llegado los mejores de México. En el ’78 con los argentinos, en la revancha en Francia, me quedaban 50 dólares. Me había jugado 2.600 dólares. ¿Te das cuenta si hubiéramos perdido? Esa locura…”.

-En el país eran distinguidos. ¿Cómo lo percibían ustedes?

-“La prensa con nosotros siempre notable. Hubo un episodio donde tuve que pararle el carro a uno porque el fútbol andaba mal y decía que nosotros sí traíamos títulos. Le dije me estás dejando mal con gente que conozco. Es otro deporte y el principal”.

-¿La Pelota Vasca fue como una película?

“Tuvimos mucha fortuna. La Federación no nos pagaba, no nos daba un peso. Jugábamos cada cual por su cuenta. Hacíamos desafíos por todos lados. Dábamos mucha ventaja. Yo lo hacía con el mango de la paleta contra un trío y la plata a la bolsa. Me tomaba el ómnibus de la Onda y regresaba. Era normal”.

-¿Qué representaron los mundiales?

“Los títulos afuera fueron únicos, grandiosos. Eras Uruguay. Ganamos en Biarritz (Francia), en Pamplona (España), dos veces, uno en Los Ángeles (Estados Unidos), donde se jugaba también contra profesionales”.

-Si habrá anécdotas…

-“Por ejemplo, nosotros teníamos en el país entre 18 y 20 jugadores. Había Selecciones que disponían de 642. Decía hoy es mi ballet. La previa siempre era especial, me acuerdo con los vascos que son muy particulares”.

-La Pelota argentina era distinta.

-“Sí, la porteña clásica, la sexta punta más rápida. Nosotros lo hacíamos con la pelota de cuero, pala corta y larga. Iba a 240 por hora. Se jugaba sin casco, le pegaron a Bernal, casi lo matan y se implementó el casco. Jorge Crosa nos llegó a transmitir, conocía el deporte. Víctor Hugo Morales había viajado a relatar una pelea de Alfredo Evangelista y llegó para la final en el Club Euskal Erría. Nos decía cómo hicieron para ganar, las apuestas eran 10 a 1…”.

“ME CRIÉ EN WANDERERS, ME PAGABAN PARA HACERLOS BAJAR DE PESO”

-¿El arraigo al club de barrio también te impulsó?

-“Me crié aprendí y a caminar en Wanderers. En ese momento había no menos de cuarenta chiquilines. Nos daban pelotas. Había que limpiar la tribuna y barrer la cancha… Los que iban  de mañana, desde la hora 10:00  a 12:00, después de 14:00 a 16:00. Era una romería impresionante. También gente que iba a hacer ejercicio para mantenerse. Me pagaban para hacerlos bajar de peso”.

-¿Entrenador personal?

-“Sí, también de un jockey. Tenían dificultades. Venía una persona y nos pedía perder tres kilos.. Un Doctor se me acercó y me dijo: Iroldi, ‘mire como está este hombre se va a morir…’. Yo le respondí con humor: ‘deje que primero me pague…’. Por el esfuerzo que hacía parecía que no respiraba…”.

Néstor Iroldi, leyenda de campeón junto a César Bernal, los amigos que conquistaron el mundo. En la actualidad, enseña a los jóvenes el camino de la vida por la Pelota…

Néstor Iroldi en la sonrisa del eterno Campeón y la Paleta que siempre lo acompaña.


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