Home   »   + Deportes

Una obra de arte





17 septiembre, 2017
+ Deportes

Jorge Crosa: Columnista

La clase y jerarquía de  Gennady Golovkin no la pudieron malograr los jueces y sus sospechosas, como erróneas tarjetas.

Fue una magnífica pelea, como hacía muchísimo tiempo no veíamos y no presentaba el mundo del boxeo, tan vapuleado y criticado por supuestos arreglos, acomodos y demás hechos que ensombrecen la dedicación de los grandes deportistas como estos dos gladiadores, porque eso fueron, Golovkin y Canelo, anoche en Las Vegas.

Dieron un brillante espectáculo, pleno de vergüenza, fe, entrega, lucha, “sin pedir ni dar cuartel” a la vieja usanza, con un público delirante y una audiencia mundial increíble.

Pero ganó Golovkin.

Que quede bien claro. Para nosotros, la decimonovena defensa de su título fue con éxito y no como anotaron, erróneamente, los jurados, Adalaide Byrd 110-118 (?) para Canelo, esto es, lo vio ganar 10 asaltos, un absurdo, Dave Moretti, quizás el más cerca de la verdad del ring 115-113 a favor de Golovkin, aunque escasa ventaja y el empate de Don Trella en 114-114 es, simplemente ridículo, aunque la que se lleva el premio del “Disparate 2017” es la de Byrd con un puntaje antojadizo, acaso de fábula o un cuento con final infeliz.

Pésima decisión de los jueces que le arrebata un triunfo legal, ganado a fuerza de mejor a Golovkin.

 

CLASE, JERARQUIA Y EXHIBICION TECNICA

 

Eso fue Golovkin, lo del título. Pero no se quedó atrás Canelo. Con lo que pudo, con sus recursos limitados, no es un estilista, es un golpeador clásico, de búsqueda de ese golpe que termine el tema, no llegó a conectarlo, salvo en algún pasaje, un par de cross de derecha, un uppercut cortito, sobre la cuarta vuelta y algunos intentos más, con los que trató de hacer la diferencia.

Se encontró con un notable rival. Golovkin lo esperó, soportó la descarga, contragolpeó, trabajó a distancia y en corto, no perdió nivel y si bien recibió, como dijimos varios impactos, los asimiló con respuesta inmediata.

Canelo no se equivocó en el planteo. Se cansó, simplemente, se agotó al no encontrar con sus envíos el resultado esperado. Eso funcionó en otros rivales, no con el kazajo.

Fue figura el mexicano, pero no le dio para ganar, de ninguna manera.

En algún momento, pensamos, sobre el octavo round, que los jueces podían dar un empate, porque el nivel fue parejo, pero jamás pensamos en ese disparate de las tarjetas, menos de la Moretti.

 

GOLOVKIN ACELERO EN EL QUINTO ROUND

 

La potencia de Golovkin, se vio desde el quinto en adelante. Allí asumió el protagonismo y no lo abandonó hasta el último gong. Fue netamente superior.

El jab insistente con destino, los cross, más la velocidad de traslado, complicó a Canelo que vio a las cuerdas como sus amigas durante la última parte del combate.

Refugiado y cansado, agotado por momentos, abriendo la boca para encontrar oxígeno, llegó al final del exitoso pleito. No le dio el físico.

Una jornada para recordar por la excelencia puesta en juego por los dos.

Que haya perdido, para nosotros, Canelo, no lo condena, de ninguna manera, a plantear que fue mucho menos que Golovkin.

No fue así. Dio lucha, metió, trabajó en la distancia, tocó en rectos, fue con directos y si no pudo lograr más, fue porque el kazajo es un campeonísimo y listo.

No hay otra explicación deportiva. Cuando se es mejor y se demuestra, listo.

Lucha como las de antes, eso fue lo que vimos. Como las que presentamos en nuestro programa KO de VTV, en el espacio Recuerdo, un resumen de las peleas de los grandes de todos los tiempos y nos regocijamos al ver a los Sugar Ray Robinson, Marvin Hagler, Dick Tiger, Carlos Monzón, el más cercano Sergio “Maravilla” Martínez  y demás campeones medianos.

 

MARAVILLOSO ESPECTACULO

 

Por encima del resultado polémico y equivocado, vimos algo que hacía muchísimos años, no presenciábamos.

Boxeo al más alto nivel, con entrega, con elegancia, jerarquía, golpes justos, técnica, potencia, clase y valentía al cien por ciento.

Golovkin es un fantástico deportista, a sus 35 años con una clase indiscutida.

Canelo le puso el corazón, al no poder con el físico y el último round se jugó entero, en conocimiento que venía atrás y para nosotros, se lo llevó bien.

Pero no alcanzó. Ya la ventaja de Golovkin era significativa y lo fue.

Menos para los jueces que quisieron arruinar con los números, una obra de arte en el ring.

Dieron empate.

Las obras de arte perduran …

El mundo lo sabe.

Y ningún error humano las deteriora.