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Corazón y golazo tricolor

Nacional gritó golazo de Diego Polenta en una pelota quieta magistral, 1:0 a Wanderers en el Parque Viera. El tricolor sigue vivo en el Apertura.




Diego Polenta simboliza la euforia tricolor en el golazo del final para seguir vivo en el Apertura.


24 abril, 2023
Primera

 

Nacional gritó con el corazón cuando se iba el partido, 1:0 a Wanderers en el Parque Viera. La pelota quieta en el tiro libre, al borde del área, luego que Christian Ferreyra se rectificara, a través del VAR, del penal que sancionó por la falta al delantero Bruno Damiani –otra vez con minutos interesantes en el ataque- le dio paso a la ejecución fenomenal de la pelota quieta de Franco Fagúndez, y Diego Polenta, el zaguero, definió en el área como un goleador para conmover a los  hinchas en el grito de gol anhelado. El triunfo dejó al tricolor vivo en el Apertura, a cinco puntos de Peñarol con nueve por disputar.

 

El equipo de Álvaro Gutiérrez atravesó la incertidumbre en la primera mitad -salvo en el tiro libre de Gastón Pereiro que dio en el horizontal- y se reanimó con los cambios: Fagúndez, Alfonso Trezza y Damiani, revitalizaron la ofensiva. Los quites de Diego Rodríguez, en situaciones de contragolpe, aliviaron la inestabilidad que mostró Nacional en buena parte del juego. Sin embargo, en esa búsqueda, con suspenso en el VAR, le dio tres puntos de enorme valor en el Torneo y también por su influencia en el VAR. Como sucedió en el 2:1 a Independiente Medellín en la Copa Libertadores, nuevamente en la agonía, se llevó una victoria en un momento límite.

 

Wanderers se fue con las manos vacías porque no culminó su juego y en la incidencia clave del cierre “durmió” con nueve jugadores en la barrera. Arrancó con todos los argumentos soñados, velocidad, Diego Hernández superlativo y Sergio Rochet con una atajada clave ante Facundo  Milan. Luego insistió con sus argumentos y en el complemento, asoció a Juan Acosta avanzando por derecha. Sin embargo, el “bohemio” no resolvió y esa debilidad frente a un grande se paga-además de la desatención del cierre- inevitablemente, con la derrota. Nacional resurgió y terminó con el corazón feliz.