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La cancha está dura…




Así se encontraba esta mañana el escenario que recibirá al partido "clásico" más antiguo del mundo, entre selecciones de países diferentes.


1 septiembre, 2016
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Así se encontraba esta mañana el escenario que recibirá al partido "clásico" más antiguo del mundo, entre selecciones de países diferentes.

Así se encontraba esta mañana el escenario que recibirá al partido “clásico” más antiguo del mundo, entre selecciones de países diferentes.

Escribe: Atilio Garrido / Fotografías: Fernando González

El movimiento comenzó temprano para el cuerpo técnico de la selección uruguaya aquí en Mendoza. Después de desayunar, el ayudante técnico Mario Rebollo, el Prof. José Herrera y el gerente deportivo Dr. Eduardo Belza, se dirigieron al estadio “Malvinas Argentinas” de la ciudad capital de la provincia. El escenario es un viejo conocido de los tres profesionales uruguayos, ya que aquí los celestes dirigidos por Oscar Tabárez se presentaron en varios ocasiones. Una de ellas por las eliminatorias para la Copa del Mundo de Brasil 2014, con caída por 3:0 ante los albicelestes de Messi. También actuaron durante la Copa América de 2011.

La gran preocupación, en este caso, estaba centrada en el estado del campo de juego. Al no haber realizado el equipo oriental el tradicional “reconocimiento del campo”, ya que desde el aeropuerto la delegación se dirigió al hotel, en la noche de ayer, resultaba imprescindible esta observación matutina.

El Prof. José Herrera, informó a éste enviado que “la cancha está dura, aspecto que nos sorprendió un poco”.  Luego agregó que “en el resto de las instalaciones está todo correcto, tal como lo encontramos la última vez cuando estuvimos aquí en el 2012”.

Estos enviados de tenfield.com también estuvieron esta mañana en el escenario donde a partir de las 20.30 horas, se disputará el partido “clásico” más antiguo del mundo entre selecciones de países diferentes, y con más cantidad de enfrentamientos registrados a partir del primero jugado en la cancha de Albion, en el Paso Molino, en 1901. La precisión es válida y enaltece al fútbol rioplatenses, pionero y avanzado en el mundo, por encima de los europeos. Es necesario recordar que los partidos por el antiguo Campeonato Británico entre Inglaterra, Escocia, País de Gales e Irlanda –que son más antiguos, nacieron en el siglo XIX-, pero se trata de cotejos entre selecciones de Estados que componen la Gran Bretaña, que es una unidad nacional.

Un poco de historia del estadio

Esta ciudad no tenía instalaciones apropiadas para recibir partidos de la Copa del Mundo de 1978 que se llevó a cabo en Argentina. Cuando Mendoza fue elegida sede del certamen, se decidió construir un escenario totalmente nuevo en la zona dominada por el Cerro de la Gloria, a cuyo pie, en el valle, se erigió el estadio. Se aprovechó la topografía –igual que en nuestro estadio Centenario en 1930- para apoyar algunas tribunas en la ladera del cerro, lo que favorece y economiza la obra. Se invirtieron cerca de sesenta y un millones de pesos a partir de 1976 cuando se inició la construcción. Se inauguró el 14 de mayo de 1978.

Sede del grupo D del mundial de Argentina, se presentaron aquí Perú, Holanda, Escocia e Irán.

El primer nombre oficial de escenario fue estadio de la ciudad de Mendoza. Se rebautizó con el nombre actual de Malvinas Argentina luego de finalizada la guerra de 1982 entre nuestro vecino país y los ingleses.

El estadio es propiedad de la gobernación de Mendoza, quién mantiene su administración. En abril de 2011 comenzaron las tareas de remodelación para prepararlo para la Copa América. Esas obras incluyeron el recambio de las butacas, la instalación de una pantalla de led, reparación de la platea techada, de los ascensores y en los accesos por la zona este. Hoy permanece como en ese entonces.

El gol 1.000 de los mundiales

En el enfrentamiento por esa llave entre Holanda y Escocia, que se llevó a cabo el 11 de junio de 1978, el holandés Rob Resenbrink convirtió de penal el gol 1.000 de la Copa del Mundo. Escocia derrotó a los naranjas 3:2 en ese cotejo.

El acontecimiento de que en la Copa del Mundo de 1978 se iba a convertir el gol 1.000 del torneo, fue un descubrimiento del historiador e investigador uruguayo Eduardo Gutiérrez Cortinas. Con él me iniciaba en aquellos tiempos, y ambos registramos la idea referida a ese episodio en la Biblioteca Nacional que dirigía Arturo Sergio Visca. Con la idea de realizar un PRODE mundial llegamos junto a Eduardo a la sede de la FIFA en Río de Janeiro, ubicada en la famosa Plaza XI, en el centro de la capital carioca. Nos recibió el presidente Joao Havelange, quién se sorprendió con nuestras informaciones y la certidumbre de que el gol 1.000 se anotaría en el torneo. Lo comerciamos a la revista “O Cruzeiro”.

En Argentina con el gran troesma que fue Diego Lucero, llegamos con Eduardo a Mandatos Internacional Argentinos, que comercializaba todo el merchandasing del torneo. También intentamos convencer a Adidas para realizar un gran sorteo basado en adivinar en qué estadio y en qué partido se concretaría el gol. Nos reunimos muchas veces, inclusive en Punta del Este, en el Hotel San Marcos en San Rafael, donde el notable Pepe Peña, entonces gerente general de Gatic S.A. nos recibió, quedando sorprendido con el descubrimiento.

Finalmente, a través del querido y recordado “Gordo” Muñoz, junto con el empresario Carlos Mariani, concretamos en Argentina la comercialización a la empresa Braum, quién organizó con la revista “El Gráfico” y Radio Rivadavia, el gran sorteo.

Historias, historias de las que fuimos protagonistas y que vale la pena dejarlas escritas.

La máquina trabajando esta mañana en el campo de juego de la cancha del estadio Malvinas Argentina, que recorrieron los integrantes del cuerpo técnico de Uruguay.

La máquina trabajando esta mañana en el campo de juego de la cancha del estadio Malvinas Argentina, que recorrieron los integrantes del cuerpo técnico de Uruguay.