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Perdomo: “Suárez era un flaquito atropellado con mucho carácter”

Ricardo Perdomo es palabra autorizada para hablar de los comienzos de Luis Suárez en Nacional. Lo dirigió en divisiones juveniles y fue clave en su formación como futbolista.




Ricardo "Murmullo" Perdomo en su inicio como entrenador de Juveniles de Nacional en Los Céspedes.


3 mayo, 2020
Nacional

Ricardo Perdomo, el popular “Murmullo”, ex volante de ida y vuelta, se retiró del fútbol en 1999, y en el año 2001 comenzó su nueva etapa como entrenador en las juveniles de Nacional, donde dejó su marca de calidad.

A quince años del debut de Luis Suárez en la primera división alba (3 de mayo de 2005), Perdomo recordó al chico que llegaba con las maletas llenas de ilusión desde su Salto natal, y que arremetía en filas tricolores a puro gol y ambición en las redes, con ese sentido de la oportunidad, esa jerarquía y esa determinación que tanto lo distinguen. Sobre este tema, Perdomo dialogó con Tenfield.com.

 

“Lo tuve a Luis en Sexta en 2003. Era un flaquito atropellado, jugaba muy apresurado. Lógicamente, no se veía saber si podría llegar a ser la figura que es hoy a nivel mundial, pero sí le veías cosas que otros jugadores no tenían. Era muy vivo, muy inteligente, y aprendía muy rápido todo lo que le decían. Era individualista, egoísta, como todos los chicos que son delanteros a esa edad. Pero con el paso de los años lógicamente fue mejorando su juego”, declaró.

 

“Entre Cauteruccio (Martín), Fornaroli (Bruno) y Suárez, hicieron una cantidad enorme de goles en las juveniles de Nacional. Recuerdo un año en que Cauteruccio llegó a hacer 63 en una sola temporada, y Luis más de 50″, agregó. 

 

“SI NO LO PONÍAN EN TERCERA, SE ENOJABA”

De aquel botija que rompía redes en Los Céspedes hasta el que luchó duramente para transitar un camino que le permitió convertirse en el máximo goleador de la selección uruguaya, y llegar a su presente rutilante en el Barcelona, ha pasado mucho tiempo. Pero la identidad del crack permanece.

 

“Cuando Luis sube a quinta, Wilmar (Cabrera) ya lo empezó a observar y lo citó para partidos de Tercera y Cuarta. Se daba la situación de que estaba citado para jugar dos partidos el sábado en dos categorías diferentes y, si el domingo no lo llamaban para la Tercera, se enojaba: él siempre quería jugar. Quería estar en todos los partidos”, explicó.

 

“Por las ganas que tenía, me acuerdo una vez en la que tuvo un altercado con un árbitro y le dieron diez partidos de suspensión. Nacional apeló y se le pudo rebajar la pena. Lógicamente, eso le dio experiencia para lo que en un futuro no tenía que volver a hacer”, comentó. Y agregó: “Luis tiene mucho carácter, y encontrar en el fútbol a un jugador así no se da todo los días. Es muy importante para llegar a lo que llegó”.

 

¿La de inferiores es una edad difícil en la que pocos jugadores entienden que como Suárez sólo llegará a ser uno entre miles? “Sin dudas. Llegan muy pocos. Aun así, llegando se tienen que preparar. Las generaciones nuestras han sufrido mucho la falta de preparación. Hoy, por suerte, se está trabajando un poco más en el programa ‘Gol al Futuro’, para la formación integral del chico. Recuerdo que, de esa generación, Cauteruccio hizo un curso. Ricardo Asqueta luego fue profesor y Nicolás Vignole, médico. El jugador tiene que prepararse, más allá de que llegue o no, para tener una estructura”.

 

Ricardo Perdomo hace cuatro años trabaja diariamente en la coordinación de las juveniles de Montevideo City Torque. Del recuerdo a la formación de Luis Suárez en Nacional, hasta llegar al presente. El mismo presente que vio nacer futbolísticamente a la actual estrella del Barcelona, un tal Luis Suárez.