Wamderers celebró su fantástico triunfo 3:0 a Fénix en el Capurro y trepó a lo más alto del Apertura. El festejo de Leonardo Pais, en el tercer gol –de cabeza como el primero  de Hernán Rivero- exteriorizó semejante alegría. Fue un equipo práctico y contundente con el talento de Nicolás Quagliata como organizador de la ofensiva.

El dueño de la victoria no necesitó tener la pelota en el primer tiempo para sorprender con Quagliata por la derecha elaboró llegadas incisivas. El 10 sirvió el centro del estupendo cabezazo de Rivero que abrió el juego. Luego, en la segunda parte, el equipo estabilizó el control de la pelota y sacudió a su rival. Golpeó en momentos decisivos.

Mauro Méndez se transformó en el gran recambio de la semana. El delantero volvió a dejar su huella, lideró el ataque del penal que le hicieron y ejecutó a la red en el segundo gol, para asegurar. El contragolpe final y el cabezazo de Leonardo Pais provocó la euforia de los hinchas en la tribuna visitante.

A Fénix no le alcanzó con su comienzo  auspicioso, de presión alta y manejando la pelota. El albivioleta perdió su invicto. En esta oportunidad, no fue profundo  y las llegadas netas fueron contadas. El local insinuó hasta la puerta del área y en la adversidad, empujó con el corazón. La diferencia no se vislumbró en el desarrollo.

Mientras tanto, el desenlace agrandó la sonrisa de Wanderers por los goles y por su emoción de punta.