Un tiempo y un punto para cada uno. En un partido cambiante, emocionante y con justa igualdad.

Arrancó mejor el auriverde, agrupado en defensa, achicando espacios y apostando al contraataque. Y en uno de sus pocos embates, llegó al gol de la apertura, a través de un penal que cambió por gol Julián Perujo.

El ciudadano, impreciso e irresoluto, se vio atado y careció de profundidad en la primera mitad. Su rendimiento tuvo un giro de ciento ochenta grados en el complemento y con un imparable argentino Tiago Palacios, comenzó a encontrar espacios en la defensa adversaria. Y  con dos goles consecutivos del chileno Marcelo Allende y del propio argentino, dio vuelta el tanteador.  Tenía todo para quedarse con los tres puntos, pero en una corazonada de Matías Velázquez, ganando en las alturas y conectado un precios cabezazo, el auriverde alcanzó el tanto del empate definitivo a dos minutos del final.