Peñarol, como más le gusta al hincha, con un gol sobre la hora. La espectacular chilena de Abel Hernández le dio el agónico como tan festejado triunfo. Se mantiene la punta y con cinco puntos de ventaja sobre sus inmediatos perseguidores.

El aurinegro superior en juego, no en el tanteador en la primera mitad. Con Carlos Sánchez, moviéndose por zona central y convirtiéndose en el pivot del equipo, generando fútbol y arrinconando al coloniense sobre su propio campo. Como era de esperar se puso en ganancia con el tanto de Rodrigo Saravia. Manejaba trámite y balón, pero inesperadamente en lo agonía de la etapa el nigeriano Ebere, cambió penal por gol. Polémico penal sancionado a Kevin Méndez por un roce de rodillas con Mathías Goyeni.  

Abel Hernández con el traje de salvador. Porque el carbonero se nubló en el segundo tiempo. Impreciso, entreverado, nervioso, sin juego y mucho menos profundidad. Se repetía en toques intrascendentes, que facilitaban el trabajo defensivo del “Patablanca”, que cerró líneas sobre su propia área y hacía correr el reloj. Claro está, que faltaba la opinión de Abel Hernández. Y “La Joya”, en el minuto 97 apareció en toda su dimensión con esa espectacular chilena que explotó en la red y en el corazón de los hinchas aurinegros que estallaron el sagrado grito de gol.  

“A lo Peñarol” y camino al título.