Peñarol acaricia el título. Despachó a Fénix, y lidera con ocho puntos de ventaja sobre sus inmediatos perseguidores Nacional y Cerro Largo, cuando a éstos solamente les restan por disputar nueve puntos. El Apertura comienza a teñirse de amarillo y negro.

El tanto de Carlos Sánchez, premió al aurinegro en la primera mitad, por la insistencia de ir siempre al frente. No estuvo fino con el balón, fue impreciso y centralizó demasiado el juego. Pese a ello, fue superior en lo futbolístico a un conservador albivioleta, que súper pobló su última línea, pero se mostró siempre inconsistente, lo que le permitió al dueño de casa posicionarse en campo contrario y generar acciones de peligro. Matías Arezo –disparo cruzado que se perdió sobre el vertical derecho-, y Abel Hernández –disparo que se estrelló en el mismo vertical derecho-, realmente estuvieron a centímetros del gol.

Complemento en dos colores. Penal de VAR desde el mismo vestuario, bien sancionado por mano infantil de Angelo Gabrielli, que Sebastián Rodríguez, con un toque exquisito cambió por gol. Tanto que tranquilizó por completo al carbonero. Sabedor de su neta superioridad pasó a dominar trámite y balón. Y con la cómoda ventaja a favor en el tanteador, jugó a sus anchas asegurando la conquista del trascendental triunfo.

Peñarol, comienza a entonar el grito sagrado.