Mundial: el sorteo de la fase de grupos
El icónico Kennedy Center de Washington DC, el viernes se convertirá en la sede del sorteo de la fase de grupos del Mundial 2026 que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México.
La Copa del Mundo FIFA. Foto: REUTERS/Denis Balibouse.
(Reuters) – Los debutantes serán los protagonistas en el sorteo del Mundial 2026 del viernes, junto con la preocupación por el calor, el bienestar de los jugadores y el desafío práctico de organizar el mayor torneo en tres países durante el verano boreal.
Por primera vez en la historia del torneo, 48 selecciones serán divididas en 12 grupos de cuatro en una ceremonia en Washington, para un calendario de 104 partidos en 16 ciudades anfitrionas en Estados Unidos, Canadá y México.
La FIFA calificó la ampliación como un momento decisivo para la inclusión, al abrir la puerta a países que nunca antes se habían clasificado: Cabo Verde, Uzbekistán, Jordania y Curazao, que, con una población de 150.000 habitantes, es con diferencia el país más pequeño que participa.
Otros, como Haití, regresan tras largas esperas, mientras que Italia aún necesita pasar una repesca para intentar evitar la vergüenza de perderse su tercer Mundial consecutivo.
La envergadura del torneo está intensificando el escrutinio sobre las condiciones para jugadores y aficionados, especialmente en sedes donde las temperaturas estivales alcanzan regularmente los 30 grados centígrados.
Se espera que las ciudades anfitrionas de Estados Unidos, sobre todo en el Medio Oeste, el Sureste y partes del Suroeste, experimenten un calor extremo y una gran humedad durante junio y julio, y que las tormentas eléctricas puedan causar estragos en el calendario.
La Copa Mundial de Clubes de este año en Estados Unidos sirvió de ensayo general y el calor abrasador fue una de las principales preocupaciones.
Los expertos médicos y los sindicatos mundiales de jugadores han expresado su temor al estrés térmico, la deshidratación y la reducción de los tiempos de recuperación, especialmente en un formato en el que los equipos pueden tener que jugar hasta ocho partidos para levantar el trofeo, uno más que antes.
La FIFA ha destacado el uso de estadios cubiertos o de techo retráctil, como los de Dallas, Houston, Atlanta y Vancouver, como una medida clave para mitigar el problema, ya que permite a los organizadores controlar las temperaturas durante una parte del programa de partidos.
Sin embargo, muchos partidos seguirán celebrándose en estadios al aire libre, donde los sistemas de refrigeración no son una opción y donde la única protección inmediata puede ser el ajuste de las horas de inicio.
Estos horarios no son sencillos. Los organismos de radiodifusión buscan franjas horarias de máxima audiencia en Europa y Asia, lo que podría desplazar los partidos a las horas de la tarde, cuando el calor es más intenso.
Equilibrar las exigencias comerciales con la seguridad de los jugadores se ha convertido en uno de los principales rompecabezas logísticos del torneo.
La asignación de las sedes y los horarios de comienzo no se revelarán hasta el sábado, cuando la FIFA dé a conocer el calendario actualizado de partidos. La ceremonia del viernes colocará a las selecciones en cuatro bombos de cabezas de serie, en función de la clasificación mundial y de las reglas continentales.
Los anfitriones, Canadá, México y Estados Unidos, están en el Bombo 1, junto a España, Argentina, Francia, Inglaterra, Brasil, Portugal, Países Bajos, Bélgica y Alemania.
El Bombo 2 incluye a Croacia, Marruecos, Colombia, Uruguay, Suiza, Japón, Senegal, Irán, Corea del Sur, Ecuador, Austria y Australia.
En el Bombo 3 estarán Noruega, Panamá, Egipto, Argelia, Escocia, Paraguay, Túnez, Costa de Marfil, Uzbekistán, Qatar, Arabia Saudí y Sudáfrica.
El Bombo 4 estará compuesto por Jordania, Cabo Verde, Ghana, Curazao, Haití, Nueva Zelanda y los vencedores de la repesca europea A, B, C y D, así como de los torneos de repesca de la FIFA 1 y 2.
Se aplicarán las restricciones de las confederaciones, y ningún grupo tendrá más de un equipo de la misma región, excepto la UEFA, que tiene 16 representantes y puede colocar hasta dos equipos en una zona.
Para los pesos pesados que compiten por el trofeo, el sorteo determinará no solo a sus rivales, sino también la intensidad del camino físico que les espera.
Algunas sedes ofrecen entornos con clima controlado, pero en otros lugares las plantillas estarán expuestas a un estrés térmico diurno y a vuelos más largos entre partidos, variables que podrían condicionar la selección de las plantillas y las estrategias de rotación.
La final se disputará en el MetLife Stadium de Nueva Jersey el 19 de julio, como colofón a un torneo que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha calificado como “la Copa Mundial más integradora de la historia”. Sin embargo, la inclusión se consigue a costa de la escala, y la escala conlleva complejidad.
Tras la celebración el sorteo en Washington, los seleccionadores no buscarán adversarios de renombre, sino una logística manejable.
Controlar la exposición al calor puede resultar tan decisivo como evitar a las mayores potencias futbolísticas del torneo, especialmente para los equipos que simplemente intentan sobrevivir a las rondas iniciales en unas condiciones a las que pocos se han enfrentado antes.
El nuevo formato también ha diluido una de las fuentes tradicionales de tensión en los sorteos del Mundial, ya que la proliferación de grupos y cabezas de serie protegidas hace muy improbable la aparición de un verdadero “Grupo de la Muerte”, y reduce la sensación de peligro inmediato que ha rodeado habitualmente a la ceremonia.
(Reporte de Julien Pretot, edición en español de Javier López de Lérida)
