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La desazón argentina junto a la alegría alemana viendo la final desde Uruguay




Desazón argentina.


13 julio, 2014
Sin Categoría

No fue fácil encontrar en Montevideo banderas de los finalistas del Mundial. Las calles desiertas. Banderas unas cuantas, pero uruguayas. Muchos uruguayos mantuvieron sus banderas en los autos o en los balcones hasta el último partido del Mundial.

En la explanada municipal, en la pantalla del IMPO, unas ciento cincuenta personas miraron el partido final de Brasil 2014. La mayoría uruguayas, que se expresaron más a favor de Argentina, lamentando los goles que erraba, celebrando atajadas de Romero.

Desazón argentina.

Desazón argentina. Valentina y Laura, madre e hija. Están en Uruguay desde 2008. Vieron el partido frente al Impo.

También encontramos alemanes y argentinos vibrando juntos en la explanada, compartiendo algunos litros de cerveza. Uno de esos grupos internacionales que se formaron, contó con un alemán de cincuenta años que no hablaba una palabra de castellano y de inglés hablaba muy pocas. Pudimos saber que es hincha del Borussia Dordmunt, que está en Uruguay de vacaciones desde hace dos días y desde dos semanas atrás recorre América del Sur. Trabaja en computación y al igual que Piter, otro alemán, que sí hablaba inglés, fueron por la embajada de Alemania y les dijeron que podían ver el partido en la explanada municipal. Allí se reunieron con tres hinchas argentinos que también llevaban su bandera. Vieron juntos el partido compartiendo botellas de cervezas que aportó el alemán del Borussia.

Uno de los argentinos, José, de cuarenta y cinco años nos contó su historia contra toda cábala. “En el 90 vine por primera vez a Uruguay a conocer a mi hermano. Estaba atajando Goicoechea. Nos pusimos a ver la final con mi hermano que nos conocíamos por primera vez en la vida y vimos la final Argentina-Alemania. Perdió Argentina. Hoy tratamos de que no se repita esa historia. Vine a rememorar con mi hermano la vez que nos conocimos mirando esa final y acá estoy mirando esta final entre un alemán y mi hermano uruguayo”. Efectivamente, José estaba sentado entre Piter con su bandera alemana y otro hincha de Argentina embanderado.

“Soy de Florencio Varela, de Buenos Aires. En Argentina soy de River  Plate. Acá de Nacional de Uruguay gracias a mi hermano”, contó José. El otro argentino del grupo era Dionisio. Con la camiseta de San Lorenzo, también de cincuenta años. “Soy Argentino. Hace un año y medio que vivo acá. Vine a trabajar en el Casino Carrasco”.

Encontramos además un grupo de jóvenes alemanes, sin banderas. Uno es de Munich, hincha del Bayern. Está en Uruguay desde agosto de 2013 haciendo “servicio voluntario, trabajo con niños en una iglesia en Shangrila. Ayudamos con los deberes, jugamos. Estos amigos son estudiantes, no todos son alemanes, son de las colonias metodistas. Nosotros, los alemanes, ya nos vamos en agosto”. Dijo que el partido estaba emocionante.

Leticia integraba ese grupo. “Yo soy descendiente de alemana. Nací acá. Hincha de Peñarol. Estudiante de Ciencias de la Comunicación”.  Leticia se recibe este año.

¡Vamo’ Uruguay! ¡Estamo’ afuera pero no importa! -gritó alguien cuando ya nos íbamos.

Quedamos pensando en el comentario de Piter sobre el partido. Contestó que era un partido muy difícil, que Alemania estaba bajo.

-¿En el campeonato cómo lo viste?

-Muy bien, especialmente contra Brasil.

– ¿Y ahora?

-No bien por el momento. Todavía (“not yet”).

 

Piter con la bandera alemana.

Piter con la bandera alemana.