Alles por dos; uno adentro el otro afuera
Mario Alles alentando a su hijo Gustavo en la tribuna.
Mario Alles alentando a su hijo Gustavo en la tribuna.
EUFORIA: La de la corta hinchada de Bella Vista que llegó hasta el Tróccoli. Unas cien personas y una bandera fue el aliento para los papales. Momentos de silencio cuando el viento estaba en contra, para terminar haciéndose sentir, pegado al tejido, cuando Federico Laens estampó el segundo y el empate final.
LAMENTO: La vereda de enfrente en el Tróccoli fue con la parcialidad de Progreso. Bullicio, numerosa presencia, banderas, bombos, platillos, cantos. La euforia encendió la imagen cuando al final del primer tiempo se puso a ganar 2:0. Pero en el final pareció que hubiera caído de balde de agua fría. De todas formas la hidalguía de la parcialidad dio para un “vamo’ arriba” para la muchacha que se retiraba de la cancha.
SILENCIO: También en el Tróccoli se realizó un minuto de silencio en memoria de Aníbal Paz, alguien que dejo huella profunda en su pasaje por la vida, tanto como jugador como por persona. Porque quienes tuvimos el placer de conocerlo, no sólo valoramos su gestión profesional, sino son don de gente, que en definitiva es lo más importante de un ser humano. Grande Aníbal!!!
ALLES: Nada tira como la sangre. En la cancha Gustavo Alles. En la tribuna Mario Alles. Padre sufriendo afuera, el hijo metiendo adentro. Y ni que hablar cuando Progreso se puso 1:o con gol de Gustavo. Explotó el delantero adentro y Mario en el cemento. Al final los dos se fueron con un gesto de bronca, el resultado no se dio como esperaban.
