Home   »   Sin Categoría

Autoridad y medios




Oscar Tabárez, en conferencia de prensa este lunes en el Complejo deportivo de la AUF.


22 noviembre, 2012
Sin Categoría

Buscando fotos para “La vida privada del orsai” encontré ésta muy buena.

El fútbol ha pasado a convertirse en un productor de bienes en todos los aspectos, desde culturales a industriales, desde políticos a económicos. Los sociólogos y los especialistas en medios de comunicación se están ocupando detenidamente de esto. No hace un año participé, en la Universidad San Sebastián, de Concepción, Chile, de una intensa jornada sobre el tema (más adelante subiré a esta columna algún resumen de mi ponencia para la ocasión). Cada vez se agregan más niveles de referencia para abordar el fútbol. Una jugada protagonizada por Luis Suárez, por ejemplo, da origen a múltiples niveles discursivos (se puede terminar hablando del análisis que hace un diario digital sobre la réplica de un periodista a la versión que dio de esa jugada -que en sí misma es un discurso- un comentarista televisivo y en todos esos niveles estará presente alguna empresa anunciando otro producto.

Un buen ejemplo concreto de todo esto, puede ser la apertura de la columna que Sergio Gorzy publicó el 26 de octubre en Tenfield.com. “Diego Forlán dijo, en entrevista con el programa Santo y Seña de Canal 4, que a él le llamaba la atención que algunos periodistas que no saben ni parar una pelota, opinen con tanta supuesta autoridad”.

Gorzy podría no haber citado las fuentes y yo podría no citarlo a él pero, aún así, estaríamos, igualmente, en el mismo ámbito de lo metadiscursivo. Pretender lo contrario, es manejar códigos de aproximación que dan a suponer la autoridad a la que se refiere Forlán.

Continuando con el ejemplo: Gorzy agrega: “Forlán no dijo que quienes jamás jugaron al fútbol profesional están inhabilitados para opinar o decir que les gusta tal o cuál partido. Lo que sí dijo o dio a entender, es la sorpresa que le genera a un futbolista cuando alguien, que nunca jugó, pretende dictar catédra de como pegarle a un balón, tirar un corner o cómo debe salir un arquero. (…) Hace tiempo sostengo que un jugador de cuarta o tercera división sabe mucho más de fútbol que el más avezado de los periodistas. Lo mismo sucede con los directores técnicos. La mayoría de ellos fue jugador profesional y alguna cosita más que nosotros deben saber”.

Sostengo lo mismo y también desde hace tiempo, por eso ustedes podrán comprobar, haciendo clic en la opción “Columnistas” de la grifa superior de este portal y luego, entre las opciones que se despliegan, en “La vida privada del orsai”, que el cien por ciento de lo que aquí se escribe específicamente sobre fútbol, quienes lo dicen han jugado profesionalmente y están debidamente referidos.

El problema se nos presenta cuando algunos futbolistas o directores técnicos aprenden, de tanto ejercer un papel ante cámaras y ante micrófonos, a manejar algunos códigos de autoridad o a deslegitimar la supuesta autoridad.

Es el caso de Diego Forlán. Si él hubiese dicho “los periodistas que no saben parar una pelota no pueden hablar de fútbol”, se hubiese deslegitimado a sí mismo al caer en el mismo lugar que ataca. Cualquier periodista pudo haberle respondido, “me llama la atención que alguien que no sabe armar una frase, opine sobre periodismo con tanta supuesta autoridad”, pero Forlán supo formular su crítica desde la distancia y la humildad de su sorpresa y de su asombro (ya Bretch usaba la sorpresa y el asombro como mecanismos principales del “extrañamiento” o distanciamiento), “me llama la atención…”.

Además, otra regla del periodismo es que debe lograr que el receptor perciba que lo que afirma el emisor, éste ya lo había pensado.

Percibo que eso que dijo Diego Forlán, hace tres generaciones que lo viene pensando.

Ahora que algunos hinchas y periodistas cuestionan su titularidad en la selección, me remito a parte de sus propias declaraciones, publicadas por el diario La República, el 10 de octubre, tomadas de una entrevista que le realizara Las voces del fútbol, 1410 AM Libre, “a mí me parece bárbaro que haya un recambio, yo tengo 33, la “Tota” 32, el “Ruso” 32, Abreu 35, Scotti también anda por ahí, Eguren, Castillo, es decir, hay una base grande que somos de bastante edad, entonces es normal que lo haya. Para que no se dé el éxodo (que todos nos vayamos juntos), lo ideal sería que se vaya dando de a poco. Si siguen apareciendo jugadores con buen nivel, uno tiene que saber si está en condiciones de continuar jugando en la selección. No depende sólo de uno, sino del nivel de los jugadores que aparezcan, también de la decisión del cuerpo técnico (…)”.

Esa última mención del pasaje citado, no es a una autoridad discursiva sino fáctica, la decisión del cuerpo técnico y, en particular, del que aparece en la foto frente a las cámaras -y en la camarita auxiliar del camarógrafo-, Óscar Tabárez, el director técnico que, si no hubiese aprendido lo bastante para manejarse ante los medios -en alguna ocasión de manera nada convencional- y seguir pensando con su propia cabeza, no hubiera llegado a Sudáfrica.