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Prensa de Mendoza destaca cordialidad uruguaya




Gargano y Maximiliano Pereira durante el vuelo


11 octubre, 2012
Fútbol Uruguayo Selección

Escribe: Atilio Garrido / Foto: Fernando González (Enviados a Mendoza)

En contraposición con la actitud que adoptó la selección Argentina, que llegó a Mendoza, no habló con la prensa y se encerró en el Hotel los diarios locales de esta mañana destacan la positiva onda de los celestes al arribar anoche a esta ciudad.

 

Walter Gargano y Maximiliano Pereira durante el vuelo

“La Selección llegó muy callada”, titula esa mañana el mtutino “Los Andes”, para definir la forma como los albiceletes arribaron a Mendoza. Destilan idolatría popular hacia Messi, aunque señalan que no se dejó ver, no tuvo contacto con el periodismo y tampoco con el público.

En cambio, de Uruguay afirman que “La Celeste llegó sin tanta histeria y con buena onda”. Dan cuenta que el seleccionado charrúa arribó a Mendoza y cuando llegó al hotel los jugadores hablaron con la prensa y se sacaron fotos con los hinchas.

LA LLEGADA TARDIA

A las 21.54 horas de Uruguay, del jueves, Uruguay llegó a Mendoza. Del avión al ómnibus instalado en la misma pista de aterrizaje y de ahí al hotel céntrico. Con dos horas y media de retraso, lo que complicó la planificación del entrenador Tabárez, exactamente a las 21.54 horas de Uruguay –una menos en la República Argentina–, la delegación celeste piso tierra mendocina al descender del avión de una compañía boliviana fletado por la AUF para realizar el vuelo “charter” que cubrió esta primera escala del traslado. El mismo avión, de porte pequeño, será el que nos llevará hacia Santa Cruz de la Sierra el sábado. Desde allí, el martes día del enfrentamiento ante Bolivia en La Paz, la delegación abordará otro avión “charter” pero más pequeño, para que pueda subir hacia el aeropuerto de El Alto situado a 4.500 metros sobre el nivel del mar. Luego de culminar el partido, en ese mismo “charter” se descenderá hasta Santa Cruz iniciando el viaje de retorno, abordando en esa ciudad, nuevamente, este aparato que nos trajo hasta Mendoza, para retornar en esta ocasión hacia Montevideo.

Apreciamos a los jugadores con muy buena onda. Mucha alegría, sonrisas y la caballerosidad que sobresale en este grupo de atletas moldeados –la mayoría de ellos–, por la disciplina impuesta por el técnico Oscar Tabárez.

En el trayecto aéreo se sirvió un muy liviano refrigerio consistente en un sandwiche de jamón y queso, una banana y un alfajor de Maicena, igualitos a los que hacía mi tía María, rellenos de dulce de leche y recubierto con lascas de coco rallado.

El bus en la pista.

Los jugadores, integrantes del cuerpo técnico, dirigentes y funcionarios del staff médico al descender de la escalerilla se dirigieron inmediatamente hacia el ómnibus de la empresa Chevalier –matrícula GFC 173, número de transportación registrado con el 5907–, que se encontraba en la misma pista del aeropuerto. Un vez dentro del vehículo emprendieron el viaje hasta el centro mismo de Mendoza, para alojarse en el Hotel Hyatt, un moderno cinco estrellas ubicado en la Plaza Independencia.

La temperatura con la que nos recibió Mendoza fue más que agradable. La columna mercurial marcó 21 grados. Los viajeros encontramos una gran diferencia con lo que vivimos en los últimos días en nuestro país, donde la lluvia y el descenso de la temperatura fueron las características de la última semana. La placidez de la noche generó un intenso movimiento en el centro de Mendoza, ciudad que se nos apareció muy iluminada, con sus restaurantes y bares con muy buena y animada concurrencia.

Por supuesto que aquí nadie piensa en que Argentina pueda perder ante Uruguay. La expectativa por el partido ha generado en la región una gran atracción, encontrándose totalmente colmada la capacidad hotelera.