El adiós a un grande
Falleció Juan Carlos De Lima, gloria del fútbol uruguayo. Campeón del mundo con Nacional y pieza clave de Peñarol, en el segundo quinquenio de oro.
Juan Carlos De Lima, QEPD.
Una triste noticia llenó de congoja y tristeza al fútbol uruguayo, dejó de existir Juan Carlos De Lima. Una pérdida que une en el dolor y en luto a los dos grandes, Nacional y Peñarol.
Una cruel enfermedad le puso punto final a su vida a los 63 años en su ciudad natal, Florida. Por siempre continuará vigente en el corazón de los hinchas de los clubes más populares del país. Un tipo sencillo, de enorme bonhomía y hombría de bien.
Un señor, dentro y fuera de las canchas. Amigo de sus amigos, querido por todos. En merecido homenaje, fue nominada con su nombre una de las tribunas del estadio Campeones Olímpicos, de su querido departamento de Florida.
Un auténtico campeón. Figura indiscutida del Nacional, dueño de América y del Mundo, en 1988. Y pieza clave de recambio del Peñarol, campeón uruguayo de 1997, el año que abrochó su segundo quinquenio de oro.
Un goleador implacable, letal, autor de goles decisivos e inolvidables. Como el que convirtió en Cali, de puro guapo para sellar el pasaje de Nacional a la final de la Copa Libertadores. O aquellos que anotó para dar vuelta dos clásicos consecutivos a favor de Peñarol.
Comenzó su carrera en el club España de Florida y a influjo de sus condiciones futbolísticas rápidamente dio el paso al fútbol profesional, trasladándose a Montevideo para incorporarse a Liverpool. Defendió la camiseta de los negriazules en 1983/1984 y por primera vez emigró al exterior. Ecuador, su destino para jugar en Universidad Católica, Deportivo Quito (fue el máximo artillero de la Copa Libertadores de 1986). Continuó su peregrinaje por Universidad Católica de Chile y Botafogo de Brasil. Y arribó la hora de mayor gloria, contratado por Nacional en 1988, se consagró campeón de la Copa Libertadores y de la Copa Intercontinental, siendo figura del equipo conducido por Roberto Fleitas. Ya con su fama de goleador mundial a cuestas volvió a partir rumbo a Emelec de Ecuador, O’Higgins de Chile. Recaló en Defensor Sporting, y en 1997, por expreso pedido del entrenador Gregorio Pérez, llegó a Peñarol. En filas aurinegras, se coronó bi-campeón uruguayo 1997/1999. Una rebelde lesión lo obligó a colgar los botines en los primeros meses de 2000.
Cumplió una carrera por demás extensa y exitosa, con logros históricos e imborrables en los dos grandes del fútbol uruguayo.
Desde esta página lleguen las más sentidas condolencias a sus familiares.
QEPD, Juan Carlos.
