El arco como prioridad
Peñarol, sufrió en un puesto determinante en la temporada 2025 y pondera contratar un arquero cuánto antes. Washington Aguerre, el principal candidato.
Washington Aguerre, el apuntado por Peñarol para cubrir un puesto que no brindó garantías en la temporada 2025. Martin Campaña, seguirá siendo utilizado como una alternativa, mientras que el chileno Brayan Cortés no seguirá en el club.
Peñarol, pone manos a la obra de cara a la temporada 2026 para cubrir un puesto determinante: el arco. Recordemos que Brayan Cortés, quien llegó en julio pasado a préstamo por seis meses desde Colo Colo, no continuará en el aurinegro. El chileno, no mostró regularidad en sus actuaciones y tampoco convenció al entrenador Diego Aguirre como para hacer uso de la opción de compra o negociar una nueva cesión.
Por lo tanto, Peñarol, ya se puso como objetivo primordial cubrir esta posición, que a esta altura, se considera esencial y determinante en el plantel 2026, más allá de que Martín Campaña tiene contrato vigente hasta diciembre de 2027. Aguirre, tiene planificado que el experimentado arquero, de 36 años, siga siendo alternativa en su equipo.
De hecho, la danza de nombres para el arco de Peñarol ya comenzó a sonar. ¿Cuáles son los candidatos para cubrir el puesto? Por el momento, uno solo: Washington Aguerre. El guardameta artiguense, formado en el club aurinegro, aún mantiene contrato vigente con Independiente Medellín y continúa en actividad ya que su equipo está disputando las finales de la Copa Colombia frente a su clásico rival, Nacional de Medellín.
Asimismo, este sábado, el arquero fue la gran figura del partido en la final de ida, que terminó 0:0. El próximo miércoles, se jugará la final de vuelta. El club colombiano, finalizada la temporada futbolística, puede ejecutar la cláusula de compra que figura en su contrato. En caso de no hacerlo, quedará en libertad de acción y con las manos libres para negociar su futuro deportivo.
AGUERRE, UNA APUESTA COMPROBADA EN PEÑAROL
El dilema en el arco de Peñarol comenzó cuando el mismo club, Washington Aguerre y su representante no lograron acordar un vínculo contractual para la continuidad del arquero de cara a la temporada 2025. Diálogos que no tuvieron el mejor desenlace, polémicas, idas y vueltas y un sinfín de tires y aflojes entre las partes desencadenaron en la salida de Aguerre, quien terminó firmando con Independiente de Medellín en el verano pasado.
Aguerre, había cursado un 2024 de ensueño en el aurinegro, brindando solidez, confianza y seguridad a sus compañeros. Con atajadas memorables en partidos decisivos, como por ejemplo, en la serie ante Flamengo por cuartos de final de Copa Libertadores, el guardameta se transformó en figura, estandarte y referente de un equipo que se consolidó, por lejos, como el mejor de la temporada en el fútbol uruguayo.
Sus grandes actuaciones brindaron una tranquilidad extra en el entorno de Peñarol para un puesto que no es para cualquiera. Y como hacía mucho tiempo no sucedía en el club, hasta el propio hincha se sentía garantizado y respaldado sabiendo que Aguerre era quien custodiaba el arco aurinegro.
Aguerre, había sido clave en la temporada pasada siendo el arquero titular de un equipo que lo ganó prácticamente todo. Peñarol, se había acostumbrado a Aguerre y así viceversa.
EL ARCO DE PEÑAROL EN 2025, UN DILEMA QUE NO SE HIZO ESPERAR
Tras no acordar una negociación para la continuidad del arquero, Peñarol perdió una pieza muy importante de cara al 2025. Una pieza clave. Bastante más de lo que el mismo club suponía previamente. La ausencia de quien había sido figura en el arco en 2024, se hizo sentir ya en el comienzo de temporada. El problema en la retaguardia no se hizo esperar.
El entrenador Diego Aguirre le dio la confianza a Guillermo De Amores para los primeros clásicos de verano, por la Serie Río de La Plata y por la Supercopa Uruguaya. ¿Cómo le fue al equipo sin Aguerre?
Peñarol, perdió ambos duelos contra Nacional. Pero el dilema no terminó ahí. Recién era un indicio de una tormenta sin fin. El aurinegro, en los dos clásicos, tuvo serios errores defensivos y, por si fuera poco, el arquero fue uno de los blancos de las críticas que caían de todos lados. Lo cierto, es que De Amores dejó más dudas que certezas y, paradójicamente, la figura de Aguerre, sin ser parte del plantel, se agigantó aún más.
La conclusión quedó a la vista de todos. De Amores, no superó las primeras pruebas y rápidamente fue desplazado al banco de suplentes. Para la primera fecha del torneo Apertura, ante Progreso, el técnico Aguirre se decidió por Martin Campaña, quien respondió satisfactoriamente y se quedó con el puesto.
Sin tener actuaciones descollantes ni mucho menos, Campaña se consolidó como arquero titular de Peñarol para la primera parte del año. Sin embargo, no todo fue color de rosas. El nuevo arquero aurinegro se mostró bastante irregular en su rendimiento y siempre hubo un detalle a corregir.
No obstante, la gota que derramó el vaso se dio en el partido ante River Plate por la cuarta fecha del Torneo Apertura, cuando Peñarol ganaba 1:0 en un momento crítico y, faltando cinco minutos para el final, entre Leonardo Coelho y el arquero Martin Campaña, cometieron un grave error defensivo que le permitió a Faustino Barone empatar el encuentro. Si a esa altura, ya sobraban los cuestionamientos y los reproches para la defensa de Peñarol, imaginen las repercusiones que se registraron después de esa jugada. Todo era un caos.
Pese a ello, Campaña, mantuvo la confianza de Aguirre y siguió siendo el arquero principal de Peñarol hasta final del torneo Apertura. Pero las dudas en el arco, otra vez, forzaron al técnico un cambio obligado en la retaguardia. De Amores, quien había sido desplazado en el inicio, volvió a tener su voto de confianza y atajó en varios partidos de Copa Libertadores y durante el torneo Intermedio. Pero tampoco fue solución. El problema en el arco de Peñarol era persistente.
CORTÉS, NO FUE SOLUCIÓN
En el período de pases de cara al segundo semestre, se manejaron una multitud de nombres para el arco de Peñarol. Los argentinos Matías Dituro y Sergio Romero junto con el ecuatoriano Alexander Domínguez eran los posibles fichajes para custodiar un puesto que no la había pasado bien en los primeros seis meses. Sin embargo, ninguno de ellos firmó.
El elegido finalmente fue el chileno Brayan Cortés, desconocido para muchos. Llegó con grandes referencias de su entorno y para ser titular en el arco de Peñarol. Pero ello, no le quitaba presión a la hora de ser evaluado por su propio cuerpo técnico y por los hinchas. La afición aurinegra estaba desconfiada por el rendimiento de sus últimos arqueros. Por ende, la llegada de Cortés, trajo consigo algo de sospecha en los hinchas, que vacilaron sobre una supuesta actuación esperando como agazapados para conceptuarlo con lupa en cada movimiento.
Para Aguirre, tampoco era una decisión sencilla. Sin embargo, el entrenador tenía sus argumentos muy claros y no le tembló el pulso a la hora de optar por el arquero chileno para que debute en el clásico ante Nacional por la segunda fecha del Clausura. En su estreno, Cortés impactó a propios y extraños sacando una pelota de gol, difícil para cualquier arquero. Fue la imagen perfecta para su bienvenida. Además, Peñarol goleó 3:0 a Nacional después de mucho tiempo sin poder ganar un clásico.
El chileno, mostró personalidad, carácter y el temple necesario para un arco colmado de responsabilidad. Superó con nota su primera prueba de fuego y pareció estar preparado para asumir desafíos con clase y carácter. Sin embargo, aquella buena sensación que dejó en el clásico, rápidamente, quedó en el olvido. A partir de ahí, Cortés, no volvió a mostrar garantías en el arco sino todo lo contrario. Fue uno de los principales responsables en la eliminación de Peñarol ante Racing de Avellaneda por Copa Libertadores y fue blanco de críticas de varios goles que recibió Peñarol en el torneo Clausura. Para colmo, en las finales, tampoco dio seguridad.
Para colmo, Peñarol perdió el Campeonato a manos de Nacional y el hecho de haberse quedado con las manos vacías terminó siendo la gota que derramó el vaso para sacar algunas conclusiones. Entre ellas, el futuro del arco aurinegro. Pasando raya, Cortés no seguirá en Peñarol y el club tendrá la obligación de rever profundamente un puesto que le dio muchos dolores de cabeza durante toda la temporada.
Lo cierto, es que tras la ausencia de Aguerre, a Peñarol se le presentó un dilema enorme en un puesto tan exigente que no supo remediar ni siquiera con tres opciones diferentes. La valla aurinegra, sin garantías, terminó siendo un doble problema porque era una posición donde el equipo estaba muy bien respaldado el año pasado.
De ahora en más, Peñarol tendrá el exigente desafío por delante de tener que encontrar un arquero ideal para un puesto donde sufrió más de la cuenta. ¿El principal candidato por el momento? Washington Aguerre, una garantía ya comprobada.
