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El héroe impensado

Christian Ébere tuvo que pasar por varias experiencias y atravesar por múltiples tragos amargos para disfrutar del presente que siempre anheló, anotando el gol que le dio el título a Nacional.




Christian Ébere, con la medalla colgada al cuello y la copa uruguaya de fondo. El héroe de la final.


1 diciembre, 2025
Nacional Primera

Christian Ébere firmó con Nacional a comienzos de 2024 pero sus escasos minutos en cancha no le permitieron demostrar todo lo bueno que había hecho en Plaza Colonia en la temporada anterior.

 

Para colmo, a finales de junio de 2024, el nigeriano tuvo una grave lesión que lo dejó entre la espada y la pared. En ese momento, la directiva tricolor le planteó al delantero rescindir su contrato para poder liberar un cupo de extranjeros, aunque, con el compromiso de volver a contratarlo una vez que supere la lesión.

 

Tras una serie de diálogos y negociaciones entre las partes, Nacional acordó con el nigeriano la rescisión de su contrato -para liberar el cupo de extranjeros- y así poder contratar al colombiano Diego Herazo, quien llegó en agosto de 2024.

 

Después de seis meses de recuperación, evolución y de extremo trabajo personal, con el objetivo de superar aquella lesión que lo tuvo a mal traer, Ébere, se vio ante un panorama confuso, con más dudas que certezas. Si bien, regresó a Nacional de forma automática (porque así decía el contrato pactado), su futuro seguía siendo incierto. ¿Qué pasará con Ébere en Nacional? ¿Se queda o se va a préstamo?

 

“Yo me operé y liberé el cupo de extranjero en Nacional con la promesa de que en enero volvía con Nacional en la pretemporada. Ya estoy en condiciones de volver a full. Tengo contrato hasta el año que viene con Nacional. Está todo escrito, no solo hablado. Dije que no iba a ser egoísta, si necesitaban liberar el cupo yo lo hacía”, decía el propio jugador en enero de 2025 cuando todavía no se sabía qué iba a pasar con su futuro.

 

“Yo soy un guerrero y quiero demostrar. Todo el mundo sabe que yo me quiero quedar en Nacional. Sinceramente, no sé cómo puedo tomar si me dicen que me tengo que ir, porque siempre escogí a Nacional y quise estar en Nacional”, expresaba el africano a comienzo de este año con el deseo máximo de poder quedarse el club.

 

Después de varias idas y vueltas, de diálogos entre la directiva y el cuerpo técnico, de opiniones, pero sobre todo, de la decisión final de Martin Lasarte, entrenador de turno en aquel momento, finalmente, Nacional optó por ceder a préstamo a Ébere a Plaza Colonia, club donde había brillado en 2023. La cesión era por seis meses, hasta el torneo Intermedio inclusive. Claramente, aquella decisión que tomó el club tricolor no era lo que auguraba el nigeriano, quien anhelaba poder comenzar el año en Nacional para “poder demostrar”.

 

Pero, ¿Cómo fueron sus seis meses en Plaza a comienzos de 2025? Ébere, tuvo un rendimiento aceptable. Se podría decir que fue de menos a más. Al comienzo le costó. Y suena lógico. Porque tras seis meses sin fútbol, de a poco, fue tomando rodaje hasta ganarse la titularidad. Con el correr de los partidos y aprovechando sus oportunidades, fue tomando el ritmo que deseaba hasta lograr la regularidad que tanto anhelaba. En 22 presencias, entre Apertura e Intermedio, marcó un gol y dio seis asistencias. Sus números no impactaron, aunque, tuvo partidos a buen nivel.

 

FIN DEL PRÉSTAMO Y EL REGRESO A NACIONAL

 

Tal como habían pactado las partes en el contrato, Christian Ébere finalizó su préstamo con Plaza Colonia en junio y regresó a Nacional para disputar el Torneo Clausura. Casi de forma obligada porque el contrato así lo indicaba. El nigeriano volvió al tricolor sin demasiadas aprobaciones ni expectativa por parte de la dirigencia ni de los propios hinchas. Su llegada, lógicamente, traía más vacilaciones que ilusiones. Así de simple.

 

Es que había una realidad, Ébere no había demostrado en Plaza Colonia lo que Nacional esperaba de él. Lejos de ser aquel delantero imparable, que había brillado en 2023, el africano no impactó en los seis primeros meses. Pese a ello, consiguió un factor esencial: la continuidad. El nigeriano adoptó en Plaza una condición que terminaría siendo determinante a final de año.

 

Su regreso a Nacional se dio prácticamente junto con la llegada de Pablo Peirano, quien tomaba el mando como entrenador en reemplazo de Martin Lasarte, el técnico que había desaprobado su presencia en el plantel tricolor en enero.

 

¿Cómo fue el inicio de Ébere en su segunda etapa en Nacional? Con escasas oportunidades. Casi nulas. Para colmo, en sus únicos dos partidos donde tuvo más minutos, ante Huracán por Copa Uruguay y ante Cerro Largo por el Campeonato Uruguayo, él nigeriano marcó un gol en cada encuentro y fue figura. Sin embargo, para Peirano parecía no alcanzar y la poca regularidad se hacía una costumbre para Ébere en su estadía en Nacional.

 

En definitiva, bajo la conducción técnica de Peirano, Ébere jugó solo siete partidos (tres titularidades), donde sumó 155 minutos. Marcó dos goles.

 

LA LLEGADA DE JADSON VIERA Y EL RESURGIMIENTO

 

La llegada de Jadson Viera como entrenador de Nacional fue clave para el futuro de Christian Ébere. Porque el nuevo técnico tricolor, lejos de desestimar las condiciones del nigeriano, confió en sus armas y lo colocó como titular nada menos que en el clásico ante Peñarol en la definición por el Campeonato Uruguayo.

 

Jadson, evidenció no temblarle el pulso a la hora de tomar decisiones drásticas y tener que ponderar el funcionamiento colectivo por sobre el individual. Para el técnico albo era un riesgo. Pero, ¿Cómo salió la prueba? Casi perfecta.

 

Ébere, se consolidó como uno de los mejores de Nacional en la final de ida en el Campeón del Siglo, colocado sobre el extremo derecho, cumpliendo un tándem a desgaste sobre la banda, pero moviéndose por todo el frente de ataque.

 

La presencia del nigeriano fue clave para cumplir la disciplina táctica. Sobre todo, para cubrir el ancho de la cancha cuando el equipo perdía la pelota. Pero también fue determinante para avanzar y contrarrestar en velocidad, con espacios.

 

DETERMINANTE EN LA IDA

 

Ébere, se mostró muy revulsivo en el comienzo del partido y fue letal en cada contraataque tricolor. A los dos minutos de juego, a pura velocidad, le ganó en potencia a Nahuel Herrera gestando la temprana lesión del mejor jugador que tiene Peñarol en defensa. Minutos después, forzó el error del rival en el primer gol de Nacional. Le robó la pelota a Eric Remedi para luego asistir a Juan Cruz De Los Santos. Y también, forzó la jugada en el segundo gol de su equipo. Exigió a Javier Méndez y asistió a Gonzalo Carneiro.

 

Cuando Nacional perdía la pelota, Ébere se paró como extremo derecho a modo de cubrir el ancho de cancha, cumpliendo su rol táctico a rajatabla. Cuando Nacional recuperaba, el nigeriano se movió por todo el frente de ataque, siendo partícipe de casi todas las jugadas ofensivas de su equipo. Activo, desnivelante y participativo, Ébere respondió con éxito y le dio la razón al técnico.

 

HÉROE EN LA VUELTA

 

La participación de Ébere en el partido de vuelta en el Gran Parque Central fue muy diferente a la que tuvo en la final de ida. Primero que nada, porque no solo que comenzó en el banco de suplentes, sino que ingresó apenas diez minutos, en el segundo tiempo de alargue.

 

Pese a su escasa oportunidad, Ébere entró confiado y lo demostró cada vez que tocó la pelota. Cada participación suya fue un suplicio para Peñarol. En su tercera acción en el partido, se consolidó para la eternidad marcando el único gol que tuvo la final definitoria. Un gol memorable. Un gol para el recuerdo y para la mejor historia de Nacional. Un gol que valió nada menos que un título de campeón uruguayo mediante un triunfo clásico.

 

Aquel delantero nigeriano, que llegó a Nacional en enero de 2024 desde Plaza Colonia como figura, pero que nunca pudo demostrar en el tricolor porque no tuvo las oportunidades que hubiese querido, se vio obligado a pasar por varias experiencias y atravesar por tragos amargos durante mucho tiempo para disfrutar del presente que siempre soñó anotando un gol histórico, para así transformarse en tapa de los diarios, portales y medios más importantes del país.

 

“Estoy muy feliz, súper contento, era la revancha que yo quería, somos campeones uruguayos”, expresó Ébere a Tenfield este mismo domingo, luego de vencer a Peñarol en la final con su gol y consagrarse como campeón uruguayo.

 

Ébere, no solo consiguió el prestigio de transfomarse en el gran protagonista de la tarde, sino también “se ganó una temporada más en el club”, así lo dio a entender el vicepresidente de Nacional, Flavio Perchman, quien le garantizó su permanencia en el club de cara al 2026. “Si él quiere, se queda. Le dije que después de las dos finales que hizo tiene carta libre para poder quedarse”, expresó el dirigente.

 

Christian Ébere, el héroe impensado.


Finales Campeonato Uruguayo 2025

 

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