El regreso de un histórico
Central Español, volverá a ser animador en Primera división en 2026 después de doce años. El palermitano, logró el anhelado ascenso a la máxima categoría tras superar momentos y adversidades críticas.
El capitán Alejandro Villoldo, junto a todo el plantel de Central Español, repletos de algarabía y euforia levantando la Copa tras lograr el anhelado ascenso a Primera división. El palermitano, vuelve a la máxima categoría en 2026 luego de doce años.
El 30 de octubre de 2022, Central Español caía 3 a 2 ante Potencia y descendía a la divisional C del fútbol uruguayo (actual Primera división amateur). Por primera vez en sus 117 años de historia (en aquel momento), el palermitano se hundía como institución profesional para disputar en la tercera división amateur. Tristeza, desazón, desconsuelo. Los adjetivos oscuros y vacíos que se asociaron ese día con Central Español fueron infinitos.
Sin importar la forma ni las consecuencias que lo llevaron al derrumbe institucional, ese día, el club tocó fondo y al hincha se le vino el mundo abajo. Así de simple. Y más aún, cuando se trata de una institución histórica como Central Español. Porque hay otros componentes extras que determinan el grado de impacto para el hincha. Como por ejemplo: los antecedentes del propio club ante un suceso de esta dimensión.
De hecho, no es lo mismo el golpe que genera el descenso de un equipo que acostumbra a descender cada dos o tres años, de forma regular o rutinaria, con respecto a un equipo grande, o quizás, a un club que jamás descendió en su historia. O mismo, a una institución que permaneció durante muchos años en una misma categoría. Las secuelas y el impacto son muy diferentes.
Esto último, en cierto modo, fue lo que sucedió con el descenso de Central Español a la C. Porque se trataba de un club campeón uruguayo que pasaba, en poco tiempo, a disputar en una divisional amateur. Sin dudas, fue una mancha grande en el club y fue muy difícil de poder olvidar. Al menos, en el corto tiempo.
UNA EXPERIENCIA OSCURA
Tras el mazazo institucional, Central Español estaba obligado a dar una vuelta de página. Una muestra de rebeldía. Por el solo hecho de montar con una mochila colmada de historia, el palermitano estaba obligado a renacer ante una situación adversa que lo impactó. Necesitaba salir adelante, como sea y cuánto antes.
En su primera temporada en la C, en 2023, Central Español culminó bastante lejos de su objetivo. Finalizó a mitad de tabla y el sueño palermitano quedó lejos de sus augurios. Otra vez, Central, se abrazaba a un volver a empezar. Pero, al mismo tiempo, se aferraba, más que nunca, a su resiliencia como club. Bajar los brazos estaba prohibido en el entorno palermitano. Había que seguir. Había que insistir. El hincha lo merecía.
EL RESURGIR DE LA MANO DE PABLO DE AMBROSIO
Después de la desazón del primer año en la C, tras no poder cumplir con los objetivos pactados, Central Español tuvo su revancha a la temporada siguiente, en 2024, y logró el anhelado regreso al profesionalismo luego de derrotar a Villa Española en los penales. El palermitano, volvía a respirar como institución y sus hinchas retomaban su naturaleza competitiva.
Central, otra vez, volvía a competir en la B (Liga de Ascenso Profesional) y, aquellos días oscuros, de competir por la tercera división, solamente quedaban en el archivo de los diarios y portales.
El deseado ascenso de Central Español al profesionalismo se dio de mano del entrenador Pablo De Ambrosio, quien asumió en las finales para condecorar el objetivo de todo el pueblo palermitano. De Ambrosio, identificado con Central Español desde muy chico, no llegó a ser futbolista profesional, pero creció en el palermitano, siendo, en principio, entrenador de juveniles y luego como asistente técnico.
Después de tanto camino recorrido en Central Español, el mismo club que lo vio nacer, le dio la oportunidad de dirigir en el primer equipo, qué de hecho, significó un sueño personal para el propio entrenador, que condecoró su emoción y sentimiento con el tan anhelado ascenso al profesionalismo. Fiesta completa para el pueblo palermitano, a través de un vínculo especial entre el técnico y su equipo.
EL REGRESO A PRIMERA, 12 AÑOS DESPUÉS
Así como hicimos hincapié en el comienzo de esta nota, que, la fecha del 30 de octubre de 2022, quedó y quedará guardada en la memoria más ínfima del hincha de Central Español, en el rincón más oscuro de los recuerdos tras haber descendido a la C; tres años después, el 26 del mismo mes, pero de 2025, será una fecha reservada para la mejor memoria de la afición palermitano tras conquistar el regreso a Primera división. El mejor premio para el hincha, justo, en el año en que la institución cumplió 120 años. Vaya casualidad.
Después de tantos años de puro pesar y desconsuelo, Central Español, por fin, pudo revertir la historia y le devolvió al hincha la ilusión y la expectativa. Otra vez, de la mano de Pablo De Ambrosio como entrenador, el palermitano conseguía el ascenso directo y volvía a la máxima categoría tras culminar segundo en la tabla anual, solo por debajo de Álbion.
La última vez que Central Español había jugado en Primera División había sido en la temporada 2012/2013, doce años atrás.
¿CÓMO JUEGA EL CENTRAL DE PABLO DE AMBROSIO?
Entre sus características como entrenador, De Ambrosio plantea un equipo corto y compacto bajo un sistema táctico de juego (4-1-4-1), buscando ocupar todos los espacios en la cancha. Intensidad, presión sobre el rival y ritmo con pelota son las principales facetas que ordena para sus dirigidos. El orden para jugar, atacar y defender es el factor indispensable. Pero para cumplir esta faceta, prioriza el sacrificio, esfuerzo y actitud por parte de sus futbolistas, que han captado positivamente el mensaje del entrenador y lo han reflejado en el campo de juego.
Confiado en sus condiciones y en sus propias armas, De Ambrosio ha buscado reanimar a los futbolistas desde lo emocional y ha puesto su impronta futbolística. Un técnico que transmite seguridad, confianza y esperanza para sus dirigidos bajo un trabajo minucioso, que casi siempre, que se ha reflejado en los resultados.
Central, bajo el mando de De Ambrosio, mayormente ha ganado, sí, pero con lo justo y necesario. Sin regalar nada, pero redoblando esfuerzos en cada partido. Sin mostrar grandes destellos futbolísticos, pero haciéndose fuerte en todas sus líneas y cumpliendo una misión táctica colectiva a rajatabla. Central, es un equipo parejo, batallador, equilibrado y comprometido con la causa. Y todos estos factores, lo han llevado al ascenso directo.
De Ambrosio, consiguió darle forma a su proyecto y a partir de la confianza hacia los futbolistas, fue reconstruyendo una nueva identidad. Pero, más allá de estas condiciones mencionadas, Central Español también ha demostrado carácter y una personalidad fuerte para los partidos cruciales.
El 2026, sin dudas, será un lindo pero difícil desafío en su regreso a Primera. Sin dudas, el equipo tiene potencial para poder alcanzar sus objetivos. Con fútbol, sí, pero, sobre todo, con un compromiso único y un temple especial, tal como lo ha demostrado bajo la conducción técnica de Pablo De Ambrosio.
Central Español, el regreso de un histórico.
