Electrizante empate
En el estadio Campeón del Siglo, Peñarol y Nacional empataron 2:2 en el partido de ida por las finales del Campeonato Uruguayo 2025.
Luciano Boggio, se eleva y conecta el cabezazo ante la mirada de Diego García.
En un partidazo, con un desarrollo intenso y un final electrizante y vibrante, Peñarol y Nacional empataron 2:2 en el Campeón del Siglo en la primera final de cara a la definición por el título del Campeonato Uruguayo.
Nacional comenzó la final -y así sería durante toda la primera mitad- imponiendo, con presión, velocidad y posesión, una clara supremacía. El albo fue superior en lo futbolístico, en buena medida gracias a un planteamiento audaz de su entrenador, Jadson Viera, y maniató por completo a su oponente, a tal punto que la diferencia en el tanteador resultó insuficiente.
Peñarol, por su parte, comenzó el partido desorientado, confundido y enfrentando un resultado desfavorable, que no estaba en sus planes. Ello, naturalmente, repercutió negativamente en los futbolistas aurinegros.
Porque a las polémicas previas al pitazo inicial por los paraguas abiertos en las tribunas, que demoró el inicio del clásico, se sumó la temprana lesión de Nahuel Herrera, quien se vio obligado a pedir el cambio en el amanecer del partido.
Emanuel Gularte ingresó a la cancha, una modificación imprevista para un equipo que debía afrontar la primera final completa sin su mejor hombre en la defensa. Y un auténtico dolor de cabeza para el entrenador Diego Aguirre, quien tuvo que barajar y dar de nuevo cuando solo iban cinco minutos de juego. Las cosas no comenzaban bien para el conjunto mirasol.
Pero Nacional mostraba todo lo contrario. Salió mentalizado, concentrado, decidido y con una clara intención: esperar en su campo, no dar pelota por pérdida y aprovechar todo tipo de contragolpe que se le presentara. Y vaya si lo hizo en el inicio, de la mano de Christian Ébere -el mejor de la cancha-, imparable e incontrolable para la defensa rival. El nigeriano fue estandarte de todos los contraataques del conjunto tricolor en la primera mitad, incluso el que forzó la lesión de Herrera.
Si las cosas ya estaban complejas para Peñarol, el gol de Juan Cruz De Los Santos a los nueve minutos de juego significó un golpe al mentón para el conjunto local, que se vio superado en todos los aspectos de juego. El aurinegro no encontraba la brújula del partido y sufría en demasía los primeros minutos.
Después de un comienzo perfecto de Nacional, el trámite se volvió entrecortado a raíz de las múltiples faltas cometidas. Sobre todo de los futbolistas aurinegros, que se mostraron colmados de impotencia tras no poder encontrar el rumbo. Peñarol, por momentos, reaccionó. Tuvo algunos intentos sobre el arco de Luis Mejía, por medio de Ignacio Sosa y Leonardo Fernández, pero fueron gestados a base de actitud, ganas y pura individualidad. Todos, salvo un muy buen tiro desde afuera del área de García, quedaron en intentos.
Después de varios minutos de fútbol forzado y batallado en mitad de cancha, Nacional otra vez volvió a aprovechar el desconcierto defensivo de Peñarol, y amplió diferencias con un lindo gol de Gonzalo Carneiro después de una contra letal, eficaz y vertical. El tricolor estaba en su tarde, le salían todas, y plasmaba su buen juego en el marcador a su favor. A su vez, el equipo de Jadson Viera silenciaba a las tribunas del Campeón del Siglo, aun sin López ni Gómez.
Y Peñarol, al verse superado en su propio estadio, inmediatamente buscó reaccionar sacando a relucir factores emocionales. Es que, a esa altura, solo con fútbol parecía imposible. A base de pura entrega, el aurinegro comenzó a generar avances, hasta que, en el último minuto del primer tiempo, Matías Arezo descontó con un cabezazo potente y, tras un tiro libre desde el costado izquierdo de Leo Fernández, abrió la esperanza para el aurinegro, augurando un segundo tiempo muy diferente al inicial.
Después de un primer tiempo donde le costó en todos los aspectos, Peñarol salió con otra postura a jugar el complemento. En definitiva, mantuvo la misma rebeldía que impuso en el final de la primera mitad. Pero le agregó profundidad y contundencia. Tanto es así que demoró muy poco en plasmar su cambio de actitud en el tanteador.
Porque a los pocos minutos, Leonardo Fernández, el jugador aurinegro que más había intentado en el primer tiempo, tuvo su premio e igualó el marcador con un zapatazo desde muy lejos que debió haber atajado Mejía. Fue el gol de la ilusión para Peñarol, que se llenó de confianza y tomó envión.
A Nacional, por su lado, se lo vio cada vez más nervioso y desordenado, y renunció casi totalmente a la posesión de la pelota. Ya no era aquel equipo del inicio al que le salía todo.
Peñarol presumió la remontada y presionó cada salida del tricolor. El aurinegro se hacía sentir ante su gente, mientras que Nacional se desmoronaba cada vez más. Aún faltaba mucho, y todo hacía indicar que el local seguiría de largo. Sin embargo, y pese a su insistencia, Méndez, de floja actuación, llegó tarde en una dividida y vio merecidamente la tarjeta roja. Ello, naturalmente, condicionó a un equipo que estaba muy bien en todas sus líneas y que era bastante más que su rival.
Pese a aquel error, el arquero Luis Mejía fue el gran responsable de aguantar el empate final, gracias a un repertorio de atajadas espectaculares. Pese a quedar en inferioridad numérica, Peñarol no se quedó de brazos cruzados. Y lo tuvo en el final, con un notable zapatazo de Fernández que, tras un tiro libre de corta distancia, dio en el vertical, y tambien con una definición de Gularte que paralizó al público presente.
Lo que parecía un triunfo claro a favor de Nacional se transformó en empate, que pudo ser derrota para el tricolor. El conjunto de Jadson Viera jugó un primer tiempo bárbaro, pero no supo cómo mantener el equilibrio en el complemento y se derrumbó. Lo pagó caro, aunque, también lo pudo haber ganado, no obstante lo cual López casi colocó el que hubiera sido un milagroso 3 a 2, sobre el final, tras un increíble error de Cortés.
Peñarol, en tanto, vivió una película de terror hasta el gol de Arezo, pero se recuperó a tiempo para igualar las cosas.
Electrizante empate, con sensaciones diferentes, y con 90 minutos por delante en el Gran Parque Central, donde se definirá el próximo campeón uruguayo.
CAMPEONATO URUGUAYO 2025
FINALES
PARTIDO DE IDA
DOMINGO 23 DE NOVIEMBRE
PEÑAROL 2:2 NACIONAL
Cancha: Estadio Campeón del Siglo.
Juez: Javier Burgos. Asistentes: Nicolás Tarán y Pablo Llarena.
Cuarto árbitro: Leandro Lasso. VAR: Jonhatan Fuentes, Santiago Motta y Richard Trinidad.
PEÑAROL: Brayan Cortés, Pedro Milans (90′ Jaime Báez), Javier Méndez, Nahuel Herrera (5′ Emanuel Gularte), Maximiliano Olivera, Ignacio Sosa (78′ Jesús Trindade), Eric Remedi, Diego García (78′ Lucas Hernández), Leonardo Fernández, Maximiliano Silvera (78′ Leandro Umpiérrez), Matías Arezo. Director Técnico: Diego Aguirre. Suplentes: Martin Campaña, Gastón Silva, Lorenzo Couture, Alejo Cruz, Stiven Mulhethaler.
NACIONAL: Luis Mejía, Emiliano Ancheta, Sebastián Coates, Julián Millán, Diego Romero, Lucas Rodríguez (87′ Mauricio Pereyra), Christian Oliva, Luciano Boggio (88′ Exequiel Mereles), Juan Cruz De Los Santos (57′ Lucas Villalba), Christian Ébere (71′ Nicolás López), Gonzalo Carneiro (71′ Maximiliano Gómez). Director Técnico: Jadson Viera. Suplentes: Ignacio Suárez, Matías De Los Santos, Nicolás Rodríguez, Juan Pablo Patiño, Nicolás Lodeiro.
GOLES: 9′ Juan Cruz De Los Santos (N), 36′ Gonzalo Carneiro (N), 45′ (+4) Matías Arezo (P), 53′ Leonardo Fernández (P).
Expulsados: 74′ Javier Méndez (P), Lucas Villalba (N) -al término del partido-.
Tarjetas amarillas: 22′ Javier Méndez (P), 35′ Gonzalo Carneiro (N), 39′ Diego García (P), 56′ Luciano Boggio (N), 58′ Matías Arezo (P), 58′ Sebastián Coates (N), 62′ Lucas Rodríguez (N), 73′ Maximiliano Olivera (P), 83′ Julián Millán (N), 90’+1 Lucas Villalba (N)
