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Uruguay debe asegurar el empate ante Colombia que le puede significar clasificarse tercero




Uruguay vencía a Ecuador 2:1 en Quito por las Elimatorias Sudáfrica 2010 con gol de Diego Forlán desde el punto penal.


10 septiembre, 2013
Columnistas

Nuevamente proclamo la necesidad imperiosa de que Uruguay salga al campo ante Colombia convencido en que el empate es un gran resultado. Asegura el quinto puesto y le queda paño para pelear por el cuarto lugar ante Ecuador y Chile. Aunque los ecuatorianos venzan en esta fecha a Bolivia en la altura. Después, sí, hay que ganarles en Quito y vencer a la Argentina en Montevideo. Debe recordarse que Chile -libre en esta fecha- juega ante Colombia y luego, en el último partido en Santiago, se enfrentan Chile y Ecuador.

Uruguay vencía a Ecuador  2:1 en Quito por las Elimatorias Sudáfrica 2010 con gol de Diego Forlán desde el punto penal.

Uruguay vencía a Ecuador 2:1 en Quito por las Elimatorias Sudáfrica 2010 con gol de Diego Forlán desde el punto penal.

Advierto que el gran triunfo de Uruguay en Lima ha generado en una gran mayoría de compatriotas vinculados a las más diversas actividad en que se expresa una sociedad, la sensación de que “ya estamos clasificados”. Que todo está bárbaro. Que de aquí en más es cuestión de “cocer y cantar”, como decía el tango en los tiempos en que sus letras eran códigos…

Lamentablemente, esta actitud es reflejo de la forma de ser que -desde un tiempo a esta parte- es común en la personalidad de los uruguayos. La ley del péndulo trasladada a la acción y el pensamiento de cada uno. ¡Ganamos y somos los mejores del mundo! ¡Perdemos y todos son un desastre! Tiene razón Sergio Gorzy cuando expresó “Me alegro que ahora a todos les guste Tabárez. Lo quisieron decapitar y no pudieron…” Claro, aquellos pedidos de que su cabeza rozara estaban originados por ese año negro que transcurrió y que -aparentemente- quedó sepultado. En este caso concreto el mérito ha sido del Presidente de la AUF, Dr. Sebastían Buazá, que no aflojó ante las presiones y mantuvo el rumbo.

Con esta reflexión previa me quiero referir al encuentro ante Colombia. El partido será muy difícil, no sólo porque enfrente estará un equipo crecido, con el “viento en la camiseta”, sino también por la forma de encarar el cotejo por parte de Uruguay. Si el entrenador y los jugadores son permeables a ese sentimiento de que “ya estamos clasificados”, no sólo puede provocar variantes en la actitud, sino también en la forma táctica de encarar el partido.

Aunque parezca extraño, estoy convencido que Uruguay debe jugar este partido ante Colombia como si estuviera jugando de visitante. Es decir, con el mismo criterio táctico, compenetración y actitud, que expuso ante Venezuela y Perú. Es decir, tener como primer objetivo a conseguir el cero en el arco propio. En el de Uruguay. Para que eso sea posible y se repita lo de Puerto Ordaz y Lima, el planteo debe ser egoísta y defensivo, procurando cerrar a cal y canto el área oriental para que Muslera no pase sobresaltos. Este tipo de planteamiento -además- debería exponer Uruguay desde el comienzo para solucionar los problemas que crean las ausencias de Lugano y Godín, a lo que se agrega el debut nada menos que en el puesto de José Nasazzi, de un jovencito de enorme potencial, pero que nadie sabe como puede reaccionar al jugar por primera vez en su vida ante las tribunas del Estadio Centenario repletas. Esa camiseta del Mariscal debe pesar toneladas para el chiquilín, cuando la mire colgada allí en el roperito del vestuario. Entonces, menos posibilidad tendrá de cometer errores en esos siempre difícil primeros minutos del debut, si está bien arropado y protegidos por sus compañeros, a través de una estrategia de juego que no lo obligue a enfrentar mano a mano con los muy hábiles atacantes colombianos o a salir a la descubierta para marcar.

Con este planteo que reclamo -jugar de local como si se fuera visitante-, una vez asentada la defensa y el mediocampo, desgastado el ataque del rival, ahí se puede intentar por la vía del contragolpe, el gran triunfo que sería notable. Y si no se logra, hay que convencerse de las bondades de hacer un juego de ping-pong para asegurar el cero.

El empate ante Colombia le sirve a los dos equipos. Y lo que es mejor. Para los celestes empatar es casi como ganar. ¿Por qué? Con la igualdad Uruguay mantendrá intactas las posibilidades de pelear el cuarto puesto en los dos partidos que le quedarán por delante. ¿Por qué? Porque quienes están peleando la tercera y cuarta posición -a ésta última aspira Uruguay- juegan entre ellos e inevitablemente, perderán puntos. Colombia y Chile se enfrentan en la próxima fecha donde Ecuador juega con Uruguay. Luego se miden entre ellos ecuatorianos y trasandinos pero en Santiago. Es decir que ganando un punto ante Colombia y asegurando con ello el quinto lugar, aunque Ecuador gane en Bolivia y quede a cuatro unidades de Uruguay,  habrá igualmente tiempo para intentar la hazaña de ganar en Ecuador y Argentina, para clasificar en la última fecha cuando -seguramente- Chile venza a Ecuador en Santiago.

Si Uruguay empata con Colombia -cosa muy posible y con la que los colombianos estarían de acuerdo- y aunque Ecuador le gane a Bolivia, no es descabellado pensar en la siguiente posibilidad: 1) En la fecha siguiente Uruguay le gana a Ecuador en Quito y Chile pierde con Colombia en Barranquilla.  Chile y Ecuador quedan con 24 puntos y Uruguay con 23 unidades. 2) En la última fecha Uruguay le gana a Argentina y sin importar el resultado del Chile-Ecuador, ya alcanzó por lo menos el cuarto puesto o incluso el tercero. ¿Por qué? Porque Uruguay llegaría a 26 puntos y si empatan trasandinos y ecuatorianos los dos quedarían con 25 unidades definiendo el cuarto lugar por diferencia de goles.

Forlán la clavó en el ángulo desde el punto penal y festejó el triunfo celeste en Quito 2:1 por las Eliminatorias para Sudáfrica 2010

Forlán la clavó en el ángulo desde el punto penal y festejó el triunfo celeste en Quito 2:1 por las Eliminatorias para Sudáfrica 2010