Mejía, atajadas que valieron goles
El arquero panameño fue figura en Nacional y un gran protagonista de la victoria clásica, con atajadas determinantes.

Luis Mejía, el arquero panameño que, una vez más, fue figura en el clásico.
NACIONAL:
Luis Mejía (9): Grandes atajadas del panameño que, con el resultado final, terminaron valiendo goles. Fue una de las principales explicaciones de por qué Nacional solo recibió un gol, lo que le permitió quedarse con el triunfo
Lucas Morales (6): Mucha entrega por el lateral, con un trabajo de ida y vuelta constante y sacrificio en la marca.
Sebastián Coates (5): Seguro en los duelos aéreos.
Julián Millán (5): Fue de menos a más, teniendo fallas en la primera parte, pero mejorando en el complemento.
Gabriel Báez (5): Intenso para recuperar y avanzar.
Christian Oliva (7): Todoterreno en la mitad de la cancha; con una entrega indudable, fue la imagen de la lucha de Nacional.
Franco Catarozzi (5): Sufrió por momentos la intensidad y dureza del juego.
Nicolás Rodríguez (7): Buen despliegue en la mitad de la cancha, mejorando en el juego con el paso de los minutos; convirtió el gol del empate.
Nicolás López (8): A pesar de haber sido bien controlado por la defensa rival, el 7 de Nacional logró desequilibrar de todas formas, cuando recibió la pelota. No tuvo oportunidades de remate, pero habilitó de muy buena manera a sus compañeros.
Jeremía Recoba (5): No desequilibró, pero se mostró activo para jugar.
Bruno Damiani (7): Luchó y trabajó como referencia de área, exigiendo por demás a la defensa aurinegra. El delantero hace méritos para ser el artillero titular en el tricolor.
Jairo Amaro (5): Piernas frescas en la mitad de la cancha.
Lucas Villalba (7): Debut soñado. Se metió en la convocatoria a último momento, hizo su debut clásico y con la camiseta de Nacional y convirtió el tercer gol, que terminó de liquidar todo. Además, le imprimió mucha velocidad a los contraataques del equipo.
Diego Herazo (8): Ingreso de máxima efectividad. Convirtió el gol que dio vuelta el partido con una gran jugada individual.
Emiliano Ancheta y Mauricio Pereyra (-): Poco tiempo de juego.
PEÑAROL:
Guillermo De Amores (4): No dio seguridad en el arco y tuvo fallas importantes con la pelota en los pies.
Damián Suárez (5): Correcto trabajo en el lateral.
Javier Méndez (5): Intenso en la marca, pero con complicaciones en los duelos defensivos; luchó constantemente con los delanteros rivales..
Leonardo Coelho (5): Se impuso en los duelos aéreos, pero sufrió mucho cuando Nacional atacó en velocidad; en el segundo gol, no estuvo firme en la marca y no pudo frenar a Diego Herazo.
Maximiliano Olivera (5): Entrega y firmeza a la hora de marcar.
Rodrigo Pérez (5): Le costó hacer pie en la mitad de la cancha y no estuvo preciso con el balón, pero su entrega para defender fue innegociable.
Eduardo Darias (9): El mejor, por lejos, de Peñarol. Convirtió el gol de la apertura y realizó un fenomenal despliegue en la mitad de la cancha, sacrificado y solidario en todos los aspectos. Marcó, jugó e hizo jugar. Fue la figura carbonera.
Javier Cabrera (4): No se animó a definir cuando las jugadas lo exigían.
Leonardo Fernández (5): Los partidos clásicos han sido su debe en el 2024 y hoy no fue la excepción. Fue bien marcado por Nacional y eso no le permitió estar cómodo en la cancha. No desequilibró.
Jaime Báez (4): No gravitó por la banda; insinuó más de lo que jugó.
Maximiliano Silvera (4): Fue controlado por la defensa rival; no gravitó.
David Terans (5): En su regreso a Peñarol, debutó en el segundo tiempo y aportó algunos tintes de lo que es capaz de hacer, con buenos pases filtrados. Sin embargo, aún precisa afianzarse en el equipo y Diego Aguirre tiene el desafío de encontrar la mejor posición para él en la cancha.
Lucas Hernández (5): Tuvo una oportunidad inmejorable para convertir el segundo tanto de Peñarol, pero su remate fue magistralmente tapado por Mejía.
Pedro Milans (4): No tuvo un buen ingreso; impreciso con el balón y sin desequilibrios en sus subidas por la banda.
Diego García, Felipe Avenatti y Ignacio Sosa (-): Poco tiempo en cancha para ser evaluados.