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Permitan que me sonría




Iván Alonso en la protesta de los jugadores de Nacional, con Richard Porta y Alvaro Fernández, rodearon al árbitro Martín Vázquez.


17 septiembre, 2013
Columnistas

No son pocos los años que vamos a ver a Nacional y Peñarol.

Iván Alonso en la protesta de los jugadores de Nacional, con Richard Porta y Alvaro Fernández, rodearon al árbitro Martín Vázquez.

Iván Alonso en la protesta de los jugadores de Nacional, con Richard Porta y Alvaro Fernández, rodearon al árbitro Martín Vázquez.

Hemos comprobado sus grandezas incuestionables, el poder de convocatoria, la jerarquía de sus planteles y el gigante aporte como “embajadores” de nuestra sociedad en el mundo. La contribución de geniales jugadores a la selección uruguaya y logros que son admirados en todo el mundo futbolístico. Imposible imaginar al fútbol uruguayo sin el color y la bizarría de los eventos clásicos. Los tiempos han cambiado en el fútbol pero no tanto en cuanto a la influencia  política directa o indirecta sobre los actores de cada fin de semana. Y los árbitros, sin rozar en absoluto su honestidad, también sufren –hasta inconscientemente- las presiones semanales de delegados, presidentes y dirigentes de los “grandes”. Equivocarse contra un grande puede llegar a desviar por completo una carrera arbitral. Por ello cuando escucho, veo o leo “quejas” de los equipos grandes me generan una sonrisa. Es enorme la diferencia a favor de Peñarol y Nacional cuando de jugadas polémicas se trata. Incluso, hasta con dolor, observo el equilibrio de comunicadores tratando de “empatar” los fallos que favorecen a ambos equipos. Cuando un equipo grande es perjudicado hay que multiplicar su efecto por diez si se trata de Defensor y Danubio y por cien si se trata de otra Institución en desarrollo.

SINCERIDAD

Algunas muestras se han lanzado. No es por los arbitrajes que Nacional jamás ha podido jugar bien UN SOLO PARTIDO. No es por los jueces que Peñarol recién obtuvo su primera victoria. Sin poder afirmar NUNCA un equipo estable y definido. Algunas voces han “bordeado” esta temática. Cuánta mayor cantidad de mensajes sinceros y auto-críticos el futuro será más transparente dónde lo urgente no será prioritario ante lo importante.