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Primer tiempo de ajedrez con Uruguay bien plantado atrás y algo mejor que Colombia en el ataque




Luis Suárez se lleva la pelota ante la marcación de defensa colombiano.


10 septiembre, 2013
Selección

Lo planificado por el entrenador Tábarez ha sido cumplido a la perfección. Como lo anticipe, la “figura” táctica de Uruguay buscó por todos los medios impedir que Colombia dispusiera de espacios en su ataque. Los celestes están jugando de locales como si fueran visitantes. Firmes en defensa procurando atacar de la mejor manera. Es decir con la pelota contra el piso, combinando con pases atinados, para escapar a la pelota aérea que favorecería exclusivamente a la visita. Empate con un pequeño saldo favorable a Uruguay.

Luis Suárez se lleva la pelota ante la marcación de defensa colombiano.

Luis Suárez se lleva la pelota ante la marcación de defensa colombiano.

Está por comenzar. Se entonan los himnos. A veces pienso que en un tiempo donde el “football no se conocía en Uruguay, el autor de nuestro Himno Nacional –el argentino Francisco Acuña de Figueroa- lo concibió pensando que algún día el fútbol sería el deporte más popular del país. Por eso el final del estribillo. Ese “¡Sabremos cumplir!” que cala hondo en los jugadores celestes cuando la multitud lo entona. Se mete hasta el tuétano de cada oriental. Alcanza con observar las caras de los jugadores nuestros, en ese momento, en el primer plano de la tele. “¡Sabremos cumplir!” es la consigna…

Arranque lento del trámite del partido, con Colombia al ataque. En el primer contragolpe Uruguay pudo convertir. Un perfecto arranque de Suárez por la izquierda, se mete al área habilita a Cristian Rodríguez que queda de cara al arco pero… con el perfil derecho. ¡La falta de pierna diestra para rematar impide que tire al arco! Lo  mismo le ocurrió en Lima cuando tenía el gol si le pegaba de derecha al comenzar el segundo tiempo. En esa ocasión buscó el perfil zurdo y remató mal. Ante esa falencia técnica el “Cebolla” jugó la pelota hacia la derecha por donde ingresaba Lodeiro que llegó tarde.

Colombia respondió tibiamente generando la primera incidencia para el botija Giménez por la izquierda. Se sacó los nervios con un revolcón cometiendo infracción. Luego le “agarró” la mano con un buen pase largo para Suárez donde le cometieron el primer foul de la noche luego tuvo Gimenez un buen despeje de cabeza cortando un centro que llegó desde la derecha. Con esas acciones el botija demostró que tiene pasta y que lejos de pesarle el partido, se lo quería comer.

Manteniendo el esquema, con Uruguay buscando asegurar la zona defensiva, Colombia manejó la pelota y el partido al arribar al cuarto de hora. Un gran remate desde fuera del área de James Rodríguez y otro de Teo Gutiérrez en la misma acción, generó una gran doble respuesta de Muslera lanzándose sobre el palo derecho para rechazar la pelota en esas dos ocasiones.

Los minutos siguientes transcurrieron encuadrados en ese panorama, con Colombia administrando el ritmo aunque sin exigirlo. Cada vez que los celestes lograban controlar la pelota en la mitad de la cancha, la cuidaban como un tesoro procurando avanzar con pases seguros. Eso sí, cada vez que Suárez o Cavani lograban apoderarse del esférico de espaldas al arco rival, llegaba la tala de los zagueros grandotes, Perez y Yepes, siendo este último el abanderado a la hora de pegar. Con esas armas adecuadas los celestes generaron unas pocas interesantes acciones ofensivas. La más importante, una por la izquierda donde la pelota metida hacia atrás para Suárez no encontró el zurdazo que ensayó el atacante oriental. De todos modos esos tenues avances celestes permitieron demostrar que el equipo celeste transitaba el buen camino.

Sin embargo, el juez paraguayo comenzó a desplegar una labor proclive a Colombia. En primer lugar porque las continuas faltas de Perea y Yepes –no menos de tres duras-, merecían la advertencia de una tarjeta amarilla. Luego, porque en un par de infracciones cobró claramente al revés. Una en perjuicio de Lodeiro, en la mitad de la cancha, fue infracción contra el oriental que, al no cobrarse generó un contragolpe difícil.  Esa incidencia casi termina en gol, con pelota puesta a la espalda de Scotti, que salvó Giménez apurando al colombiano que remató afuera. La otra que deriva en la insólita tarjeta amarilla que le sacó a Maximiliano Pereira en una jugada donde recibió la falta y no la cometió.

A la media hora llegó la jugada más clara para Uruguay. Recepcionó Suárez la pelota solo tras falso pique que engañó al lateral izquierdo. La bajó y enfiló hacia al área. Por el medio llegaba Cavani a los gritos pidiendo el pase. Suárez resbaló en dos ocasiones perdiendo posibilidades en la acción más oportuna de la cuál dispuso el equipo hasta el momento. De todas maneras el camino seguía marcado y el equipo lo recorría cumpliendo lo más aconsejable. Casi inmediatamente surgió una buena habilitación de Suárez para Cavani que no llegó, cortando Perea mandando la pelota afuera. De la incidencia surgió un córner desde la derecha, mal ejecutado, generando un contragolpe que cortó Fucille con infracción en la mitad del campo.

Al arribar a los cuarenta minutos Colombia se limitaba a controlar la pelota haciéndola circular entre sus hombres de defensa. Uruguay esperaba –como correspondía- en el fondo bien plantado con la línea de cuatro y delante los tres volantes, sin ir a buscar “el dulce” que significaba desacomodarse. Había que robar una pelota para generar el contragolpe. Y la llevó Cavani con gran habilitación para Cristian Rodríguez. El “cebolla” le hizo la más vieja del mundo al marcador –se la tiró por un lado y la fue a buscar por la otra- originando otra fuerte infracción, esta vez de Medina. Tarjeta amarilla y, frente a la pelota, Luis Suárez para rematar oblicuo al arco. De él se puede esperar cualquier cosa. Y así fue que sacó un latigazo tremendo, en comba al primer palo. El golero Ospina se estiró hacia delante cuán largo es y logró salvar con los puños la muy difícil situación. Poco después culminó la primera etapa con Uruguay en ataque. Hubo otra posibilidad para Suárez que en lugar de internarse prefirió rematar desde fuera del área sin consecuencias.

El balance deja un juego equilibrado, con leve superioridad de Uruguay, con algo muy importante para el complemento. Pocas veces como en esta ocasión, los celestes se mostraron tan atentos y empecinados en cumplir el plan táctico, manteniendo la “figura” defensiva bien armada para no dar posibilidad con la formación de huecos o zonas sin custodia, a que los colombianos pudieran hacer pesar su notable dominio de la pelota. Sus estrellas atacantes no aparecieron. Fueron bien controladas. Y en el medio juego, hubo “raspa” y pasado de lima con inteligencia, con reciedumbre, yendo a la pelota y no a la humanidad del adversario. Uruguay está cumpliendo el plan a la perfección. Va por buen camino. Para llegar al objetivo será necesario no cometer errores en defensa; lograr que en ataque Suárez y Cavani consigan una oportunidad –el partido es muy cerrado- y que el árbitro paraguayo que se mostró muy parcial a favor de Colombia, sea más objetivo y ecuánime.


Etiquetas: Selección uruguaya